XXXI

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Boqueo en busca de aire y parpadeó cambiando al instante, hacia mucho tiempo que no dejaba al lobo correr libre, aterrizó en sus patas delanteras y aullo, sus ojos cambiando a un tono rojo sangre.

Avanzó con el lomo erizado, asqueado por la cantidad de cuerpos inertes a su alrededor, habían descubierto el avance de Qiang demasiado tarde, Jongin había logrado reunir a casi toda la manada en un tiempo récord, no todos estaban a salvo y lo sabían, pero podían hacer frente al ataque.

Giró la cabeza buscando a Jongin, sabía que estaba entre la marea de lobos y vampiros luchando, aullo una vez más y se lanzó contra uno de los hombres de Qiang, saltó y le agarro el brazo, tirando con ansias de la carne entre sus dientes, soltando cuando dejó de sentir el pulso.

Se pasó la lengua por el morro, limpiando un poco la sangre que le había salpicado, golpeó el suelo y arrastró la pata repetidas veces en el suelo, era algo que no hacia desde hace muchos años, esperaba que saliese bien, empezó a sentir las patas tambalearse, tal vez no había sido buena idea, sintió la sangre acumularse en la boca y escupió, debía seguir intentándolo, gruño cuando sintió unos colmillos incrustarse en su pata trasera, se dio la vuelta intentando quitárse el lobo de encima, transmuto en medio del giro y alcanzó a tocarle una pata obligandolo a que lo soltase.

Aprovechó la separación para incrustarle los colmillos en el cuello, soltó el aire de forma brusca y se giró cuando sintió algo extraño en el pecho, se pasó la mano por el pelo sintiendo la sangre en el proceso.

Vio a Choi pelear con esa elegancia tan característica de los vampiros, atacando con astucia a sus oponentes, giró un poco más la cabeza y lo vio lleno de sangre, de los pies a la cabeza, cojeo un poco y avanzó esquivando golpes, lo había visto, había sido muy rápido pero lo había visto, vio a Jongin sonreirle.

Gimió cuando sintió algo apretar su pecho y aulló, corrió cuando escuchó la respuesta a su aullido, no era posible el lo había visto, sintió la presión en el pie pero no paró de correr, cuando llegó habían dos lobos encima de otro, gruño y se lanzó al lomo de uno clavando las uñas en su espalda, gruñendo hasta incar los dientes para separarlo de su pareja, no había visto mucho a Jongin en forma de lobo pero sabía con certeza que era él, reconocería su esencia en cualquier lugar.

Sonrió cuando Jongin lanzó al otro lobo y se removió en el suelo, gruñendo al intentar ponerse en pie.

Miró hacia los lados y lo ayudó atrayendolo hacia su cuerpo, jadeó un poco e hizo una mueca al apoyar mal el peso sobre el pie, no había tenido suficiente tiempo para sanar y se había transformado demasiado rápido para recolocar el hueso, cojeó un poco y lo beso, tal vez era la única oportunidad que tenía.

-¿Estás bien?.

Asintió y se separó, preparado para el próximo ataque.

-¿Y tu?.

-He estado mejor.

Saltó a un lado cuando Jongin se lanzo a su costado, gruñendo para lanzarse contra el lobo que luchaba con su pareja.

Levantó la cabeza un segundo cuando lo olió, Qiang estaba cerca, se separó dejando a Jongin acabar con el lobo, siseo al avanzar y estuvo a punto de saltar de felicidad cuando vio a Thaina atacar a Suk desde lejos, las lobas estaban haciendo muy bien su parte, ya lo habían rodeado y los hombres de Choi las ayudaban a acorralarlos.

Sintió un pequeño corrientazo y se giró para ver la cabellera de Baekhyun perderse unos cuantos metros atrás.

Estaban luchando en la explanada que quedaba cerca de la entrada de Rembulamd, habían conseguido frenarlos antes de que entraran al territorio, dándole el tiempo suficiente a los padres de Jongin para poner a salvo a todos los que pudiesen.

Ghost Drivers (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora