El diario de Camila Cabello | Camren

27

LAUREN'S POV

-¿Qué paso Lauren? –en cuanto entre al colegio me tope con Dinah y otra chica, que no recuerdo su nombre.

-¿Qué? –pregunté.

-Pues con lo de Camila...

-No he hablado con ella, pero está todo bien. Por cierto, ¿dónde está? –entre y camine hacia su casillero, pero no estaba. Miré mi reloj, eso ya era bastante raro. Camila siempre está en el colegio a estas horas.

Olvidé que mi celular se lo había prestado a mi hermana, ¿y ahora cómo le iba a mandar mensaje? Ni modo que me esperará hasta la salida... pero no hay otra opción. Quizás fue mi culpa que pensó que todo iba mal, seré una idiota. Debí haber ido con ella ayer a explicarle todo lo que había pasado.

(...)

-Ya me harte de las tareas, ya me harte de la clase de biología. –era la segunda vez que Dinah se quejaba.

-¡Chicas! –gritó Ally corriendo.- ¡Chicas!

-¿Qué te pasa? –le dije.

-¿Recuerdan a Liza? –preguntó a Ally, fruncí el ceño a recordar a esa tipa que se la pasa culpando a Camila.

-Sí –dije.

-No tengo idea. –respondió Dinah.

Ally rodo los ojos y siguió hablando:- Pues parece que no vendrá en dos semanas al colegio.

-Que suerte tiene. –dijo Dinah.

-¿Por qué?

-Al parecer su amiga o no se, se murió.

-¿Y...? –dijo Dinah.

-Pues que todos están hablando de eso, porque no fue una muerte "normal" –hizo comillas.

-¿A qué te refieres Ally? –pregunté ahora más interesada en el tema.

-Dicen que la chica se suicidó. –dijo.- Y que... todo es horrible. No sé como explicarlo chicas, pero lo que si sé es que fue muy muy feo.

En mi menté comenzaba a pensar que quizás esa chica podría ser... no, no lo creo...

-¿Han visto a Camila? –pregunté levantándome de la mesa.

-No –respondieron todas.

Maldita sea.

Sin tomar mis cosas salí corriendo del colegio, y si, seguía corriendo para llegar a la casa de Camila. Sólo esperaba estar equivocada en todo lo que estaba pensando en mi cabeza.

Camila no hagas ninguna estupidez.

Corría y corría que ni siquiera sabía como lo podía hacer tan rápido, estaba preocupada por Camila.

Llegue y toque la puerta aunque sabía que seguramente nadie me iba a abrir. No me importó y busque la manera de entrar, pase por la parte de atrás de la casa e intente abrir la puerta, lo logré. Entre sin cerrarla y corrí hasta la habitación de Camila.

Todo iba demasiado lento, entre a su cuarto pero todo estaba desordenado. Camila no estaba.

-¿Camila? –pregunté.

Me acerque a la puerta de su baño e intenté abrirla pero estaba cerrada con seguro. Mi desesperación aumentó.

-¡Camila! ¡Camila! –toque como loca la puerta demasiado fuerte. Estaba aquí, estaba segura.- ¡Abre Camila! ¡Camila!

Mis mejillas comenzaron a estar húmedas, no podía hacer eso.

Intenté tirar la puerta, dando patadas, y con mi cuerpo empujándola, haciendo que me lastimará el brazo, seguro tendría un moretón.

El dolor era fuerte y la puerta resistente, así que seguí intentando. Hasta que pude abrirla, me caí en el piso logrando poner mis manos en el suelo para evitar golpearme más. Me levanté lo más rápido que pude y me asusté al ver demasiadas pastillas.

-Camila –casi grité. Pero ella estaba en donde la regadera sentada con sus rodillas presionando su pecho. Mientras lloraba. Me hinqué hasta llegar a ella. -¿Camila? –la abrace y comencé a llorar más fuerte.

Era lo que me estaba imaginando.

-¿Por qué? –dije aún abrazándola. Me sentía triste, asustada y nerviosa.

-Yo –dijo llorando aún más.

-Tú no hiciste nada, tú no has hecho nada malo.

Camila negó.

-Mayra se murió por mi culpa.

-No fue tu culpa. –La mire directamente a los ojos, aunque me dolía más. Era demasiado difícil ver a Camila de esta manera, me sentía muy mal.

-Todo lo es.

-Camila deja de estarte echando la culpa de todo. No porque Liza lo diga es tu culpa.

-Es que no entiendes nada Lauren. –se quejo mientras limpiaba su cara.

-Pues explícame. –dije sentándome enfrente de ella.

-Mayra la estuvo pasando muy mal por mi culpa, se cambio de colegio, de ciudad, pero seguía estando mal. Su padre seguía sin aceptarla... y yo, no hice nada para ayudarla.

-No fue tu culpa, como te había dicho Camz, algunas veces las personas son demasiado ignorantes y no ven más alla. No quieren abrir sus mentes. Y lamentablemente no podemos hacer nada para que dejen de ser así, lamentablemente a Mayra le toco un padre de ese tipo, tú no tuviste la culpa de nada.

-Siento que la tengo, contigo...

-Conmigo nada Camz, conmigo, con nosotras esta todo bien.

-No es verdad, seguramente te alejarás de mí y sucederá algo parecido...

-No, nosotros estaremos juntas.

-¿Entonces por qué ayer no me llamaste?

Suspiré.

-Ayer hable con mis padres de lo nuestro, al principio yo estaba muy nerviosa y si, tenía miedo. Pero todo salió bien, aunque mis padres se sorprendieron mucho al principio pero me apoyaron, todo fue bien Camz. Y estaba feliz por ello, la verdad es que me animé a decírselos muy tarde, era ya de noche. Y no pude venir a buscarte, mi celular se lo di a mi hermana y sé que estuve mal por no llamarte o algo. Pero créeme, nosotras estaremos bien.

-¿Es en serio? –preguntó.

-Sí. –me acerque y bese a Camila, fue demasiado tierno.- No quiero que nunca más intentes algo como esto.

-¿El qué? –torcí mi boca.

-Sabes de que hablo Camz, sé que quisiste hacerte daño.

-Quizás... -dijo ocultando su mirada.

-Te ayudaré.

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Nota:

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-Meli xx