Capitulo 14

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Una vez que vives en la oscuridad, no querrás volver a la luz.

El lunes por la mañana Keith paso por Olivia para ir juntos al instituto, la chica se había dado cuenta que desde el día en que él durmió en su casa, no había hablado con Drew.

Se ignoraban mutuamente en los pasillos esos dos chicos. Era extraño, habían pasado de hacerse bromas y hablar siempre, a evitarse y mirarse de una forma que la chica no entendía.

Ese día, Keith paso todo su tiempo libre con Olivia, no le molestó que hiciera eso, pero toda la escuela los había estado mirando, todos sabían que algo pasaba entre ellos.

La actitud de Drew sorprendió a Olivia, según keith, había ido de nuevo a su casa, encontrando a su amigo en compañía de Mary otra vez, pero está vez se había visto obligado a irse de ahí gracias a Andrew que le había dicho que "Se ocupará el solo de sus problemas", o al menos eso le contó el rubio.

—No puedo creer que Laila me siga queriendo hablar.

—Tampoco es como si tú le dijeras que te cae mal— Olivia siguió ingiriendo su emparedado mientras observaba a keith.

—Lo se, pero no la soporto, además en Noche Buena su mamá siempre va a mi casa con ella a pasar un rato entre familias—suspiró, cada Noche Buena en su casa se juntaban algunas de las amigas de su madre para hacer más grande el festejo, y lamentablemente la mamá de Laila formaba parte ellas.

Olivia casi había olvidado que la próxima semana serían vacaciones de Navidad, ese año se le había resbalado de sus manos, se había ido y ella se sentía como si apenas lo hubiera vivido.

—Solo dile que ya no quieres nada con ella.

—Lo se, pero es demasiado insistente—soltó un suspiro cansado.—¿Qué harás para los días festivos?

—Realmente no se, años pasados me conformaba con lo que hicieran las familias con las que vivía—se quedó callada, recordando las pocas veces que había pasado esas fechas fuera de su habitación, había sido con la señora Berta, una viejita de edad avanzada, y con un gran corazón, lamentablemente había fallecido después de tres meses en los que Olivia vivió con ella.

—Puedes pasarla en mi casa, así no tengo que estar con Laila.

La pelirroja lo miro, era una buena idea, no pasaría sola ese día y sería bueno estar con él, en vez de estar en su casa.

—Creo que estaría bien.

—Perfecto, le avisaré a mi mamá para que también te tome en cuenta.

Los dos acabaron de comer y se dirigieron a sus clases, está vez les tocaba filosofía por lo que Olivia se tenía que sentar con Drew para ser su tutora.

Entraron al salón, Drew ya estaba sentado en el mismo lugar de siempre, vió como los chicos se hacían una mueca, la incomodidad estaba en el aire.

—Hola Andrew.

—Olivia—hizó un movimiento con su cabeza para después regresar a lo que sea que estuviera haciendo en su celular.

—Guarda el celular, si me siento contigo por lo menos mírame cuando me hablas—dijó, siempre le había molestado que no la mirarán cuando le hablarán.

—Perdon.

No sonó como disculpa, sino como burla, por lo que Olivia giró los ojos y volteó a ver a Keith que se encontraba mirándola divertido.

La clase paso entre explicaciones del profesor y preguntas de las dudas que tenía Drew, era la única vez que hablaban sin pelear o hacer algún comentario hiriente entre ellos, en eso se basaba su extraña relación.

Preguntas, trabajos, dudas, tareas.

Pero había algo presente en las miradas que se daban.

Una sensación que Olivia y Drew ignoraban, pero incluso Keith se daba cuenta que cuando esos dos se miraban una extraña conexión se forjaba.

Cada que Olivia miraba a Drew este no podía apartar su mirada, se sentía atado a ella, cosa que nunca había experimentado y mucho menos la pelirroja, su vida amorosa había sido casi nula durante sus 17 años de edad.

Pero la pelirroja también era consciente del sentimiento extraño y hermoso que tenía hacía Keith, era como querer estar con el​ todo el tiempo, rodeada de risas y vitalidad.

—Pueden salir chicos, los espero mañana.

Con esas palabras del profesor, todos los alumnos salieron disparados del salón, excepto esos tres.

Olivia quería que se perdonaran, aunque amara la compañía del rubio no podía aceptar no ver juntos a esos dos chicos.

Keith y Drew definitivamente no deberían estar separados, los dos eran un equilibrio para ambos, sin Keith, Drew estaba más callado incluso caminaba cabizbajo. Sin Drew, Keith buscaba con quién bromear pero todas sus bromas eran entendidas por su amigo.
Ni siquiera Olivia aceptaba el que esos dos estuvieran peleados, pero por más que quería arreglar, todo se fue a la basura en cuanto empezaron a hablar.

—¿Cómo va todo con Mary? ¿Aun no se aburre de ti?

—¿Cómo va todo con tu padre?¿Tu hermana ya nació?

En ese momento ambos fueron consientes de que habían pasado la línea.
Una línea imperseptible que daño una amistad forjada por los años.

Keith salió primero del salón, dejando tras él un silencio incómodo, Olivia se dió cuenta que algo pasaba en la familia del chico, que a pesar de que siempre hablarán sobre temas banales, se sentía mal por no apoyarlo, por no pedir respuestas, pero el y ella se habían conformado con curar heridas con sus simples presencias.

—Diablos—dijo Drew, Olivia se dió cuenta  del arrepentimiento del chico, que después de decir eso salió del salón.

Oli se quedó ahí, queriendo respuestas pero también queriendo alejarse.

No estaba segura si quería estar con esos chicos, y aunque Keith le brindará esa sensación de estar viva, no quería verlo marchitar, no quería ver marchitar a su primer amigo, porque entonces, se sentiría culpable, porque no lo alejó desde un principio y dejó que se juntara con ella, con ella y todos sus demonios y malas vibras.

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⏰ Last updated: May 05, 2017 ⏰

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