➳vii ;

5.2K 844 607
                                    

Las hojas se deslizaban con facilidad bajo la yema de sus dedos, que abusaban de la fragilidad del papel. Dipper miraba con determinación el espacio entre cada hoja, buscando de una en específico que parecía que el viento le arrebató. Mientras tanto, sus oídos seguían presenciando el continuo parlateo de una persona que interrumpió en su área de estudio.

—Después de eso no salí de aquí en todo el día, Ford me dijo que sería peligroso. Y tiene razón, aún es peligroso el pueblo, ya nadie puede caminar entre las calles sin preguntarse si el sujeto de tu lado es bueno o malo —hizo un pequeño puchero, mirando con desinterés la ventana de a su lado.

Y así fueron las pasadas dos horas, acompañado de su hermana Mabel contándole el centenar de cosas que le pasaron en el día, hasta que Dipper desbordó su atención de las palabras de ella a las de su libro.

No hubieron sucesos paranormales ese día, aunque la comisaría puede que esté trabajando en uno de ellos en esos instantes.

El trabajo de ellos no solo se trata de un caso, sino que hay más de la cuenta. El pueblo no era uno de los más seguros, ya que siempre aparecen bandidos que aprovechan de la inseguridad para atacar. El equipo de Stan se encarga de capturarlos y encerrarlos entre las rejas. Cabe destacar que el caso de los seres nocturnos que asesinan a la gente y animales es el que los está hundiendo más en la perdición, y en el que sólo una persona estaba a cargo. Bueno, ahora son dos las que lo están.

—Ojalá Stan regrese al caso, la verdad no estoy notando tanto progreso.

Al notar lo que dijo, cubrió su boca con ambas manos y sus ojos miraban con pena a su hermano. En cambio, Dipper alzó sus cejas con sorpresa, aún hojeando las páginas de su libro con intriga.

—Dipper, no lo decía en serio, lo siento. Se que estás trabajando duro en intentar encontrar al culpable de todos estos incidentes, y estoy agradecida por ello, pero si necesitas ayuda no dudes en pedirla. No digo que ahora, apuesto a que estás haciendo un gran trabajo —balbuceaba con cuidado de no decir las palabras erróneas.

Dipper no respondió, a lo que Mabel se volvió a disculpar creando un ligero drama de lo pésima hermana que era. El silencio seguía extendiéndose a lo largo de las plegarias, cada vez más fuertes, de la joven. Entonces Mabel calló desde que Dipper empezó a agitar su libro en el aire.

—¿Por qué me ignoras? —preguntó arrebatándole el libro de entre las manos—, no seas grosero, un te perdono hubiera bastado, ¿sabes?

—¡Mabel! —exclamó levantándose de la silla de su escritorio, intentando quitarle el libro de sus manos—, ¡dámelo!

Mabel simplemente extendía su brazo lo más alto que podía, ya que era un poco más alta que Dipper.

—¡No hasta que aceptes mi disculpa!

—¿Cuál disculpa? —logró decir entre dientes al mismo tiempo que se paró de puntas, estirando a más no poder su brazo.

—Espera, ¿no escuchaste nada de lo que dije?

—No, porque estaba ocupado intentando descubrir qué ocasionó esto —farfulló, dando un brinco y alcanzando por fin su libro.

Abrió una página en específico y se la mostró a su gemela. Entre dos páginas estaba una hoja claramente arrancada.

—Alguien arrancó una hoja de mi diario —murmuró tocando el área dañada—, lo peor de todo es que no recuerdo qué hoja era.

—¿Le prestaste el diario a alguien? —preguntó, acercándose al libro con intriga.

—No, a menos que —susurró pensativo hasta que sus ojos se abrieron a tope—... El asesino me visitó, él debió arrancar la hoja por lo distraído que estaba. Recuerdo que me quitó un par de libros, uno de ellos era este.

Bitten. [Vampiros]「BillDip」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora