Capítulo 5

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—¿Qué me harás? —la voz de Jung Kook interrumpió mis pensamientos repentinamente. Parecía asustado. Tan indefenso.

Después de calmarme y envolverlo con mis brazos ante un ataque de ternura o quizás, porque simplemente quería abrazarlo, me ví en la obligación de arrastrar a JungKook a la azotea. Quería curar sus heridas y aúnque tuviéramos enfermería, veía esta opción como un método poco seguro para JungKook. Por lo que sabía, la enfermera muy pocas veces se encontraba en el lugar que le correspondía en la instituto y por eso la mayoría de las personas que quería saltarse la clase se metían ahí; básicamente, podríamos encontrarnos con los idiotas. Otra razón poco segura era que si existiera la más mínima posibilidad que la enfermera estuviera ahí, si veían a JungKook tan lastimado pedirían una explicación y como soy una malísima mentirosa, de seguro terminaríamos entre cuatro paredes con los otros tres idiotas que golpearon a JungKook. Definitivamente, no era buena idea ir a la enfermería.

—Iré por algunas medicinas a la enfermería, ya vuelvo. —murmuré viéndolo asentir.

Salí de la azotea y bajé a paso rápido por las escaleras, mi plan era ir a la enfermería, tomar el botiquín y luego ir por JungKook nuevamente. Un plan perfecto y no conllevaría ningún problema a excepción de que no hubiera visto a la enfermera con las piernas abiertas siendo follada en su propio escritorio justamente en cuando abrí la puerta. Parpadee un par de veces ante la escena, analizando las ropas de quién estaba en frente de la enfermera y de espaldas a mi: un estudiante. Uh, si esto se sabe será un grave problema. Desvié la mirada y fui por el botiquín, se lo señalé a la enfermera con una sonrisa incómoda y salí del lugar.

Ya habían tocado la campana por lo que JungKook y yo estábamos perdiendo clases y, por lo que he de suponer, que la enfermera estaba follando tan libremente sin preocuparse por nada. Sin embargo, ¿hacer ese tipo de cosas está bien?

Me encogí de hombros, supongo que eso no importaba ahora.

Volví en mí y me encamine a la azotea donde me encontré con un adorable JungKook sentando en el suelo, en un rincón para ser específica; abrazaba sus piernas pero en cuando escuchó el sonido de la puerta, levantó su cabeza y me regaló una dulce sonrisa. Era la primera vez que lo veía sonreír por lo que no tardé en devolverle una sonrisa involuntaria. Se veía tan lindo sonriendo de esa manera.

Miré hacia otro lado sintiendo como los latidos de mi corazón comenzaban a golpear mi pecho, parpadee un par de veces al sentir mi corazón tan irregular, ¿qué sucedía conmigo? Probablemente era porque había venido casi corriendo, sí, debe ser eso. Lamí mis labios e ignorando mis latidos me acerqué a él, sentándome como indio una vez en frente, para colocar el botiquín en mis piernas y rebuscar los implementos necesario.

—¿Sucede algo? —murmuró JungKook y a mi se me cayó todo lo que tenía en las manos. Mierda.

—Nada en específico, solo ví algo que no quería en la enfermería. —solté ante mis nervios, queriendo desviar el tema sobre cualquier suposición que tuviera sobre mí.

—¿Algo qué no querías ver? —repitió entonces me dí cuenta de lo que había mencionado.

—Ah, sí, la enfermera estaba follando con un alumno. —murmuré con total normalidad volviendo a tomar las cosas que antes se me había caído.

Dirigí mi mirada hacia JungKook para verle mirando un punto fijo en el piso, no me preocupé mucho por eso y solo me centré en enfocarme en mi labor de curar sus heridas y así lo hice, poco a poco, mientras de vez en cuando le dirigía la mirada a JungKook quién solo fruncia el ceño de vez en cuando, pero sin emitir sonido alguno. Cada vez que dejaba alguna curita en su piel, limpiaba o vendaba, me daba cuenta de algo nuevo en las facciones de JungKook, como el largo de sus pestañas, la linda forma de sus labios, sus cejas, sus ojos, yo... Simplemente miré todo.

—Gracias. —rompió el hielo al verme guardar las cosas.

—De nada, JungKook. —terminé de guardar las cosas y miré su cabello—. ¿Te quedarás así?

—¿Ah? —llevó una mano a su cabello y enredó sus dedos en este—. ¿En verdad está tan mal? —asentí—. ¿Puedes hacer algo para modificarlo? —volví a asentir, tenía experiencia cortando mi propio pelo, después de todo, me habían hecho lo mismo que a él un par de veces—. Bien, dejo mi cabello en tus manos.

—¿Estás seguro? El cabello es algo importante. —ahora él es quién asintió—. Está bien.

Tomé unas tijeras que habían en el botiquín y se las enseñé, antes de levantarme de donde estaba y pedirle que se moviera un poco del rincón, entonces, comencé a cortar su cabello con mucho cuidado; tenía una imágen visual de lo que queria hacer, así que solo corté como creí que seria correcto. Él parecía estar tranquilo ante mi toque e incluso lo ví cerrar los ojos, ¿desde cuándo actuaba tan relajado y espontáneo conmigo? Era lindo tener su confianza en este momento.

Me puse frente a él, dispuesta a terminar los últimos detalles de su flequillo, encontrándome con su mirada fija en mi. Decidí no tomarlo en cuenta, pero en cuando terminé, volví a encontrarlo mirándome con aquellos ojos con un brillo especial. ¿Me había mirado todo este tiempo?

Nunca había sido tímida referente a los chicos porque ninguno me hacia sentir algo en especial, por esta razón, llegué a considerarme asexual, pero al ver a JungKook mirándome de esa manera tan tranquila y llena de admiración, por lo que podía deducir, las cosas cambiaban un poco.

—Mi heroína. —murmuró JungKook repentinamente.

—¿Q-qué? —mencioné con confusión, manteniendole la mirada, pero esto no pareció importarle, sino, me mostró una dulce sonrisa.

—He decidido algo, y nadie podrá sacarme esto de la mente.

—¿Qué cosa? —tragué duro.

—Te prometo que de ahora en adelante pondré todo de mí para mejorar, haré cada una de las cosas que me órdenes sin más, porque... Quiero protegerte y cuidarte al igual como tú lo haz hecho conmigo.

Todo en aquél momento se congeló y mí respiración se detuvo. Mientras JungKook se mantenía frente a mí, observándome decidido, cambiando su mirada dulce por una intensa y penetrante.

Dios, este hombre... Me volverá loca.

Editado.

Mi mascota; JJK (en edición) Where stories live. Discover now