Capítulo 7 - Rumores.

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Ya me encontraba en la escuela, más temprano de lo habitual, con la cabeza tumbada en la mesa. Anoche, no había podido cerrar un ojo producto de lo que había sucedido ayer con Tae Hyung, es que, aún me costaba procesar lo que había pasado, quizás todo era un sueño y debía de despertar. Aparte, Tae Hyung no había pasado a buscarme hoy, supongo, ya que me fuí más temprano de lo habitual para no toparmelo.

—____, ¿podemos hablar? —la voz de Jung Kook hizo que cada uno de los músculos de mi cuerpo se tensara.

Pegué un respingo, volviendo a mí posición habitual, entonces, lo miré algo confundida.

—¿Hablar? ¿sobre qué? —dije, intentando hablar lo más indiferente posible.

—Sobre nosotros, y también, necesito tú opinión referente a otra cosa.

—¿Nosotros? —me puse de pié y le sonreí, sarcásticamente—. ¿Cuando existió un "nosotros" Jung Kook? Tú eres mí mascota, y yo soy tú ama, fín. Nuestra relación sólo se basa en eso, así que, déjate de joder. —continúe, fríamente.

Entonces, me dispuse a irme, pero Jung Kook me sostuvo, agarrando mi muñeca con muchísima fuerza; me volteé con el seño levemente fruncido y agite mi muñeca frenéticamente, esperando a que me soltará, pero no obtuve lo que quería. Jung Kook se mantenía mirándome con el seño fruncido y cuando vió que me rendí al fin con mis intentos de escapar, agarró mi otra muñeca, las alzó hasta la altura de mi cara y con un rápido movimiento, atrapó mis labios.

Déjenme recordar que ambos nos encontrábamos en el mismísimo salón de clases. Espera, ¡¿el salón de clases?!

Pronto, no tardé en escuchar los murmullos provenientes de los estudiantes que recidian en el salón de clases y uno que otro molestoso sonido. Entonces, Jung Kook me soltó, separándose de mí junto a aquella acción.

—____, porfavor. Te necesito. —susurró, algo sonrojado.

Sin palabras miré a mí alrededor, en un miní-estado-de-shock sin tener la más mínima idea de como reaccionar en está situación. Fué entonces, cuando divise al grupo de Jung Kook en la puerta, mirándonos anciosos y junto a ellos, Tae Hyung.

En ése instante, todo se detuvo para mí, tenía una mezcla inmensa de sentimientos y no sabía como controlarlos, entonces, volví a mirar a Jung Kook y clavé mi mirada en el piso, para salir corriendo de aquél salón, empujando a cualquier persona que interrumpiera mi paso.

***

Hace aproximadamente una hora salí corriendo del salón y ahora, me encontraba en el baño de mujeres, con la puerta cerrada con pestillo y, abrazando mis piernas con fuerza. Puede que allá sido un poco inmaduro huir de esa forma, pero, estaba bajó muchísima presión.

Entonces, un grupo de chicas entró al baño, al parecer ya había llegado el receso.

—Sí, y entonces Ken me dijo que era muy guapa, ¿puedes creerlo? —dijo una de ellas con emoción.

—Wow, wow, eso no me lo esperaba, para nada. —dijo otra chica.

—Cambiando de tema, ¿han escuchado los rumores? —irrumpió repentinamente otra chica.

—¿Qué rumores? —contestaron tres chicas al unidiso. Al parecer era un grupo de cuatro chicas.

—El rumor de ____, con Jung Kook y el triángulo amoroso con TaeTae. —dijo la emisora del rumor.

Entonces, me acomodé mejor para escuchar todo con atención.

—Dicen. —continuó la chica, con aire de misterio—. Que la perra de ____, está jugando con Tae y Kook, y que por eso, Tae ya no pasa mucho tiempo con los príncipes.

—¿Príncipes? ¿de qué habla? Y, ¿yo? ¿jugando? —susurré, casí inaudiblemente.

—¿No han notado la distancia qué hay entre Tae y Kook en éste tiempo? Antes, era demasiado cercanos, hacían casí todo juntos y ahora, ni sé miran. —intervino una de las chicas.

—Tienes razón, ahora que lo mencionas, Tae pasa demasiado tiempo con esa estúpida. Es como que, toda su atención fuera hacia ____. —mencionó la emisora del rumor.

—Sí, Tae ni juega con nosotras ya, es como sí de un momento a otro, hubiéramos dejado de existir para él. Aparte, los príncipes no son lo mismo sin él.

—¡SÍ! En eso estámos todas de acuerdo, los príncipes no son absolutamente lo mismo sin Tae. Aparte, en éste tiempo todos se ven más desanimados; ¿han notado cómo están de apagados? Nisiquiera Ho Seok está tan animado.

—Tks, ¿quién diría qué todo cambiaría por una perra ofrecida cómo ____? ¡oh! Y está mañana, ¡Jung Kook besó a ____! ¿sabían eso? —mencionó la emisora del rumor, que bien informada estaba.

—¡No me lo creo! Ahg, ¡es una perra, puta, zorra, una total ofrecida! ¿no le basta con separarlos? Ahora Kook la besa, ¡ahg! Quizás más adelante, hasta tiré con todos los príncipes.

Todas rieron. Ya, estaban empezando a cabrearme.

—Sí. Pero chicas, no podemos quedarnos de brazos cruzados, ¿qué les parece sí actuamos?

Entonces, fué hay cuando abrí la puerta del baño y poniendo mi modo bravucona en marcha, les sonreí. Sus rostros, parecieron palidecer.

—¿Y qué les parece sí mejor no se consiguen una vida y dejan de joder en la de los demás? —dije entre risas y me acerqué lentamente a ellas—. O bueno, supongo que son tan lamentables que... No les queda de otra que estar atentas a mí, ya que yo, lo tengo todo y pues ustedes... —las miré de pies a cabeza—. No me llegan ni a la punta de los pies.

Dicho esto, me retiré de ahí dándole un leve empujón con el hombro a una de ellas, pero antes de llegar a la puerta me volteé y les sonreí nuevamente.

—Ah, y por último, sí tienen algo que decir, les agradecería que fueran y me lo dijieran de frente; eso sí, si se atreven. —terminé y salí de allí.

Continúe caminando sin dirección aparente y suspiré mirando al piso, realmente, yo no era tan fuerte para soportar tanto, aunque, me gustaba aparentar lo contrario. Clavé mi mirada en el piso, mientras sentía como mis ojos lentamente se cristalizaban, pero aún así, no planeaba llorar. Entonces, choqué con alguien. Rápidamente miré a aquella persona cayéndose una que otra lágrima sin quererlo. El rostro de esté chico se me hacía conocido, pero no tenía ni la más mínima idea de como se llamaba. Limpié mis lágrimas rápidamente para divisarlo mejor, encontrándome con uno de los amigos de Jung Kook frente a mí.

¡Joder! Era lo último que me faltaba.

—Lo siento. —dije y intenté escapar de allí, pero éste chico me detuvo, tomándome del brazo.

—Hey, ____, ¿estás bien? —dijo aquél chico.

—Sí, no te preocupes.

—¿Estás segura? Sé que nunca hemos hablado ni nada, pero... Tienes que ver con Jung Kook, así que, me sentiría mal sí te dejará aquí, sola.

—¿Qué dirías sí te dijiera qué en lo único que puedes ayudarme es sacandome de aquí?

—Pues, puedo hacerlo sin problema, ____. -contestó, seguro.

Entonces, sin más lo seguí, sin siquiera preguntar ni su nombre.

Mi mascota; JJK (en edición) Where stories live. Discover now