Capítulo 5 - Modelo.

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Sábado, ¡amado y bellísimo sábado! ¡al fín llegaste a mí vida! Justamente cuando más lo necesitaba; eran alrededor de las 10:00 am y yo aún me encontraba tumbada en la cama, mirando el techo y preguntándome miles de veces como escondería todas las marcas que Jung Kook me había hecho, también, pensando el “¿porqué?” de toda está situación y analizando todo; yo, era la que estaba enseñándole a él, ¿porqué derrepente parecía yo la sumisa y, él mi amo? Esto, era totalmente irracional para mí, puesto que yo siempre había tenido el control de todas las situaciones, sin embargo... ¿porqué actuaba así?

—Idiota, idiota, ¡idiota! I-D-I-O-T-A; ____, ¡eres una idiota!

Me pegué una bofetada mental por idiota y rápidamente me levanté de mí cama, tomando de pasó una toalla y corriendo a la ducha, para intentar despejarme y dejar de pensar estupideces.

Luego de unos minutos salí de la ducha, ya, mucho más relajada y formando planes en mi mente sobre que hacer el día de hoy; evidentemente, no saldría, pero sí, haría otras cosas en mi nido y sobre todo, pensaría en como cubrir esas marcas.

***

Lunes, ¡estúpido y eterno luuuuuuneeees! ¡ahg! ¿porqué deben existir días tan deprimentes cómo éste? Pareciera que todos los que entran a la escuela éste día vienen a prisión, incluyéndome.

Me encontraba en las puertas del establecimiento, mirando éste con algo de temor, cuando siento que alguién me da un pequeño golpecito en la cabeza.

—Good morning, ____. —dijo, era Tae Hyung, que me miraba sonriente.

—¡Tae! —dije como si no lo hubiera visto hace años y me lancé sobre él para abrazarlo.

—¡Wow, wow, wow! Que enérgica, ¿pasó algo?

—No, sólo quería verte. —sonreí y lo apreté un poco más.

Tae Hyung, pareció tensarse, entonces fué cuando pensé que había dicho algo malo, pero él sólo se separó de mí y con una sonrisa me dijo: “vamos”. Y es así, como comenzó una jornada habitual de clases.

Pasó la primera hora de clases con normalidad, entonces, llegó el receso; me encontré con Tae Hyung en donde siempre solíamos hacerlo, en el patio, al lado de un gran árbol que aún no conozco bien el nombre, pero me encanta, porque dá unas flores bellísimas de un color rosa pálido. Ambos, caminamos por allí, contándonos cosas de nuestro fin de semana y como siempre Tae, tenía algo divertido que contar.

—Y entonces la chica me dijo: eres muy guapo; yo la miré y le sonreí, entonces le dije: no, soy un dinosaurio. Entonces, me fuí volando como una mariposa y hay fué cuando choqué con una chica, que me entregó una revista gratuitamente. Y pues, mira esto. —me señaló la portada de la revista donde salía Jung Kook.

Abrí los ojos par a par, estaba allí, con una camisa que sólo se mantenía abrochada con dos botones en el centro de está, que dejaba a ver el cuerpo bien trabajado de Kook, y él, sonreía de forma encantadora. Se veía realmente guapo.

—Y esa no es la única foto, dentro de la revista hay muchísimas más. No sabía que Jung Kook modelara. —dijo con asombro Tae mientras me mostraba las fotos.

Ví cada una de ellas con detención y entonces fué cuando noté como se escuchaban unos eufóricos gritos a lo lejos. Frunci levemente el seño y intenté ver que producía tanto escándalo; era Jung Kook, que estaba rodeado de chicas y chicos, que estaban locos por algún autógrafo o algo semejante, Jung Kook, venía con su grupo de amigos, perfectamente alineados, los que los hacía ver realmente perfectos y aquello, producía aún más desorden por parte de las chicas.

Mi mascota; JJK (en edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora