• air catcher • [joshler]

7

Me quedé totalmente helado.

¿No venía por Zack?

En ese momento no supe como reaccionar, veía el destello de sus ojos y me sentía frío. Me recorrió otro hormigueo por el centro del estómago cuando bajé la mirada.

Siempre fui una persona extremadamente tímida e insegura, era por eso que intentaba pasar desapercibido. Tenía los mismos amigos que desde pequeño, usaba colores poco llamativos, era sólo un casillero más en la escuela. Me gustaba eso, llamar la atención no era algo que me definiera.

Que "Will" dijera esas palabras tuvo muchos efectos desconocidos en mi.

-¿Puedo pasar? Quiero que hablemos.-  Insistió suavemente, con un tacto en sus palabras que me era desconocido. Yo me encogí de hombros.

-Zack se va a dar cuenta de que viniste si pasas.- No sabía que más decirle, en ese momento sólo quería librarme de él. Pero no iba a desistir.

-¿Podemos ir a tu jardín de atrás?- Vi algo en él que me convenció y no supe por qué. Asenti un poco cohibido y cerré la puerta, rápidamente caminé hacia la puerta trasera. Zack no me preguntó nada.

Salí y Will ya estaba llegando por lo que nos sentamos al lado de la piscina. Hacía mucho frío y el agua estaba muy sucia, no era temporada de usarla. Estaba tan oscuro que sólo podía ver su rostro, las prendas negras hacían desaparecer su cuerpo en medio de la nada.

-¿Qué es lo que querés?- Le pregunté serio, estabamos más o menos alejados por un metro de distancia. Suspiró fuerte.

-Yo también veo esa cara borrosa en mis sueños...-Enfocó su mirada en mi, desafiante.- A veces escucho su voz, escucho que me dice maldades por todos los errores que cometí en mi vida. Pero no creo que vos hayas cometido alguno para escucharlo.

-No se si cometí errores pero estoy seguro de que esa cara borrosa me tiene los huevos por el piso.- Y por primera vez en mi vida vi algo que jamás imaginé presenciar.

"Will" había sonreído.

-Vamos, no...- Susurró como diciéndoselo a él mismo. Se volvió a poner serio.- lo que quiero decir es que me equivoqué.

-¿A qué te referís?

-No robas aire Tyler, vos lo producis. Con tus colores, tus sueños, tus dibujos. Sos mucho más de lo que pensé.- "Will" escondió sus manos en su chaqueta, hacía mucho frío. Luego miró directo al agua sucia, yo no sabía que decir.

-¿Tengo que tomar eso como una disculpa?- Sin previo aviso "Will" sonrío de nuevo, mostrando como se le cerraban un poco los ojos. Me di cuenta de que su sonrisa era muy encantadora y me sorprendía la manera que cambiaba su perfil. Parecía encantador y dulce cuando sonreía.

Nos quedamos en silencio por un rato, sólo se escuchaban los grillos, el viento soplando las hojas que caían de los árboles y algún que otro perro ladrando a lo lejos. Nos miramos dos segundos antes de que yo hable.

-Muchas veces no entiendo nada de lo que decís, pero creo que te estoy perdiendo el miedo.- Sonrió de nuevo, esta vez todavía más grande y escondió su mirada en la piscina otra vez.

-Yo era igual a vos cuando tenía tu edad, lleno de problemas y miedos. Pero después crecí un poco, cometí errores.- Me miró como calando en el interior de mi alma, me sentí tan expuesto que quería gritar.- Me di cuenta de que el único miedo que tenemos que tener es a nosotros mismos. A nadie más.

Asenti lentamente, entendiendo su punto. Luego de eso nos hundimos en una ola de respiraciones a compás acompañadas de las estrellas brillando. Me recoste sobre el pasto porque era algo que siempre hacía sin pensar que "Will" también iba a recostarse.

Me di cuenta de que se quedó mirando a la luna por un tiempo. Luego suspiró, me di cuenta de que  iba a hablar.

Siempre suspiraba antes de hablar, como buscando el aire para las palabras, tratando de darse cuenta de que estaba vivo y podía decir cosas.

-Uno pasa tanto tiempo en la oscuridad que se olvida de lo linda que es la luz de la Luna.- No me miró en ningún momento, yo tampoco lo hice.

-El Sol es el que le da luz a la Luna, ella no brilla por sí sola. Es un reflejo.- Le respondí astuto, no había estudiado dos semanas para mis exámenes para no recordar un dato tan importante.

Noté que sonrió de nuevo, era tan raro que sonría.

-No hablo de esa luz, Tyler.

Cuando se fue noté que eran cerca de las once de la noche, simplemente se levantó y me saludó con su mano. Yo me quedé por lo menos una hora más mirando el cielo.

Eran tan enorme y nosotros eramos tan pequeños.