¡CASTIGADO!...¿Oh no?

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Cierta parejita caminaba por las frías calles invernales de Hokkaido, parejita conformada por nuestro siempre lindo Shiro Fubuki y un cabizbajo pelicrema que respondía la mayoría de las veces al nombre de Goenji Shuya...y decimos la mayoría de las veces porque en estos momentos no había poder humano que lo hiciera hablar. 

El pobre hacia rato que estaba detrás de su novio,con la cabeza gacha y una actitud de lo más parecida a un gatito regañado.  

El albino,que caminaba a su lado con los brazos cruzados, lo miraba de reojo usando toda su fuerza de voluntad para no sucumbir ante la imagen y levantarle el castigo que había impuesto. 

Si,castigo.

Shiro había decidido que no era necesario volver a vestir con algo extraño al pelicrema como la vez en que le puso orejas de gato,pero aplico en cambio una técnica mucho más tormentosa. Cero besos,indiferencia y la llamada ley del hielo:basada en no dirigirle la palabra a el chico hasta que se disculpara o bien,hasta que se le pasara el enojo.  Se preguntaran ¿cual enojo? Bueno, aun no se le olvidaba la escenita de la chica mantequilla y el helado, que paso antes de que decidieran visitar el antiguo hogar de Fubuki.  

Ya varias veces intentó el peliplata hablarle pero al no contestar su novio ninguna de las interrogantes, decidió quedarse callado. Y asi lo miraba Shiro, con la actitud de un felino regañado sin emitir sonido alguno ni levantar el rostro.

Oh eso hasta que su postura sufrió un súbito cambio.
Enderezó la espalda ,se aferró al brazo de su novio y lanzó su mejor mirada asesina a una dirección en especial. 

-Goenji ¿qué pasa?- preguntó Shiro extrañado por el cambio tan drástico de actitud en su acompañante.

-Te están mirando Fubu.- contestó con una voz bastante extraña el joven ojinegro.

- ¿Eh? Ya estas celoso.- respondió  el mas bajito, molesto de que su novio se encelara por tal tontería. 

-¡Pero Fubu, te están M-I-R-A-N-D-O! - reto acusadoramente mientras señalaba a la dirección en que clavó su vista. 

Fue entonces que el peliplata se giro un poco,viendo como tres jóvenes lo miraban fijamente:uno con corazones en los ojos,otro de arriba abajo maliciosamente y el último mandandole un beso descarado para luego lamerse los labios. 

La mirada de Shiro cambio a una de molestia e indignación al tiempo que escuchaba al pelicrema susurrar "-ves,te lo dije-" mientras se enroscaba más en su brazo.

-Dejame arrastrarlos,solo un poquito,te prometo no matarlos.-pidió el ovillo vengador en que se había convertido su novio. 

-No Shuya,estas castigado. -dijo firme el peliplata.

-¡Pero yo no hice nada!- se defendió el delantero,callando ante la mirada severa. 

- ¡Oh, vamos! estoy preparado.- intento de nuevo,sacando un sartén.

*¿Un sartén? ¡De donde condenados saco un sartén!*pensaba estresado el menor,sin darse cuenta que pasaban justo enfrente de los tipos esos,quien aprovechando lo poco que habían oído de la conversación le silbaron al menor diciéndole varios piropos e incluso siguiendolos. 

Llegados al final de la calle, lugar donde debian separarse,uno de ellos tuvo la osadía de soltar un pequeño azote en las asentaderas del menor,firmando su sentencia de muerte.

Error,grave error.

Shiro se molestó en demasía por el toque y se giró dispuesto a golpear al tipo mientras le gritaba "¿que crees que estás haciendo idiota?" pero alguien más se le adelantó.

Shuya ya estaba harto de esos tipos y al ver lo descarado que fue uno de ellos con esa nalgada decidió que era hora de ponerlos en su lugar.

Quisiera Shiro o no.

Asi que de una buena patada tiró a uno de los tipos, noqueando al segundo de ellos con un golpe de puño limpio y encarando al más atrevido en cuestión de segundos. 

-Nadie.Repito nadie,le falta al respeto a mi Shiro.- levantó el puño para acabar con esto pero su brazo fue detenido por una mano blanca que lo jalo con un quedo "-yo me encargo-" para dar paso a un enojado albino, quien propinó el puñetazo al tipo por si mismo,dejándolo viendo estrellitas.

El mayor volteo mirando al chiquillo el cual lo encaró con el ceño fruncido.

-No soy un princeso.- Shuya suavizo su mirada y jugó con sus manos.A Shiro no le gustaba que pensaran que era débil.-; Puedo defenderme solo.

-Si,lo se.

-Sabes que no debes tratarme como una muñeca de porcelana.

-Si,tambien lo se.

-  Y sabes que te amo mucho y por eso y tu valentía te levanto el castigo-

-Si,lo..¿eh?- levantó la cara para recibir un beso de lleno.

-Aunque estaba muy enojado tú me defendiste,aun en desventaja,y además...creo que no tuviste tanta culpa en la escena del helado.Te relevo el castigo. - sonrió el menor recibiendo esta vez un sonoro beso de su novio acompañado de un tierno agarre de manos,miles de gracias y un te amo.Como extrañaba eso. 

Y así,tomaditos de la mano caminaron cruzando la calle ignorando a los tres desmayados tras ellos y a la gente que miraba extrañada aquella rara escena.Ja ja,rara. Como se ve que no los conocían.

Esta es una pequeña continuación que quisiera dedicar a @AdrianaAntonellaFern por su comentario en la última parte. 

Muchas gracias por leer, les pido me regalen una estrellita o me dejen un comentario, me gusta saber lo que piensan.

Acepto criticas y tomatazos.

Adios!

Eres Mi Mundo ( Goefubu )Where stories live. Discover now