Eres Mi Mundo ( Goefubu )

Noche de bodas...y luna de miel.

Advertencia: Este capitulo contiene Lemon. Un lemon muy, pero muy malo. Estáis advertida personita lectora xd

¿Habeis sentido alguna vez que todo se detiene a excepción de ti? ¿El temblor de la ansiedad sin miedo?

Yo si. Lo conozco en este momento, mientras miro a mi alma gemela en el cuarto acondicionado de nuestro nuevo hogar.

Ambos enamorados, como solo un matrimonio puede estarlo, esperamos la acción de la otra persona en esta vasta habitación.

Bueno, creó que el me espera. Yo no puedo moverme ni un milímetro. Es tan...inexplicable...

Fubuki parece notar mi shock rápidamente porque sonríe acariciando mi mano. Sus labios se mueven pero no escucho nada, solo puedo concentrarme en lo hermoso que luce.

Esa faceta tan comprensiva me encanta.

Paso con cuidado mi mano por su cintura para atraerlo, quiero hacerlo dulce sin embargo el no parece tener la misma idea porque me empuja contra el umbral.

Entiendo en seguida sus intenciones y hecho a la puerta el pestillo.

Es momento de olvidarse de todo.

Aunque eso no es tan difícil. No si estoy con él.

Cuando mi lado cursi sale a flote yo mismo me doy vergüenza. Es una suerte que a mi niño no le importe.

Vuelvo mi rostro hacia Shiro al sentir un tirón de mi ropa que une nuestros labios. De inmediato rodeo su cuerpo, no quiero quedarme atrás.

El beso es delicioso, como todo contacto con mi principito. Decido ponerlo más interesante y muerdo con suavidad su labio inferior, sonriendo al notar que su boca se abre un mínimo para permitirme el acceso.

Mi lobito no se tarda ni un segundo en colorarse, jalando a tirones mi saco hasta casi romperlo. A veces puede ser salvaje si se desespera.

Lo tomo de las caderas para cargarlo sin cortar el roce, llevándolo hasta el mullido colchón de la cama matrimonial.

Me inco sobre este para recostar mi preciosa carga que suelta una especie de gruñido como queja por la separación.

No puedo evitar reír, besando su ceño fruncido y acariciando sus labios con los mios.

-Shiro...estoy tan feliz.

Llevo mi vista hasta los orbes grisáceos que posee mi marido y este los reulle sonrojado.

Estoy a punto de carcajear cuando una traviesa mano se cuela bajo mi ropa, ahogando mi voz. Punto para él.

-Shu-kun...te necesito...- me susurra con ese timbre tan sexi que me hace recordar porque soy suyo.

-¿Porque la prisa? Tenemos toda la vida para explorarnos...- intento explicarle, recibiendo un apretón en mi anatomía que logra sacar un jadeo.

-Te quiero ahora...

No necesito más instrucciones para obedecerlo. Él  se deshace de mi saco,abriendo mi camisa.

Bajo hasta su pecho y comienzo a desabotonar la prenda con mi boca, satisfecho al percibir el ritmo acelerado de su cuerpo. No puedo culparlo, desde que cerramos tengo un problema.

Acerco mis labios a su piel, dibujando caminos sobre la suave superficie nívea que se expone, besando y lamiendo todo cuanto puedo. Mi peliplata suspira mi nombre con cada beso.