Parte 3 Las coincidencias no existen.

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Llegamos al departamento y en todo el camino no pude decir ni una sola palabra, Natalia duerme como una bebe y Karina esta en el celular; revisa sus redes sociales y conversaciones, llegamos y nos vamos a dormir; yo sólo me pregunto si había hiamoslecho algo mal, vuelvo a repasar todo lo que hice si dije algo malo y después de eso me doy por vencida y pongo mi alarma porque tengo que trabajar en la cafetería muy temprano.

Me levanto y las chicas me sientan un momento:

Karina: -Valentina, te ordeno a que te sientes y nos digas que paso, cuando los vi los dos irradiaban felicidad, ¿qué paso? (Pregunto angustiada).

Natalia: -Sé que estaba lo que sigue de peda y más allá, pero yo también vi eso, y recuerda que los niños y los borrachos siempre decimos la verdad. ¡Cuéntanos! Además hoy yo te dejo en la café y de paso me tomo uno por esta cruda.

Yo terminó de preparar mi té, y lo único que no quería era hablar de eso, para mí era una hoja siguiente a seguir leyendo, pero me senté y empecé:

 -La verdad, ni yo sé que paso, en verdad quiero olvidar porque fue... triste, ¿saben?

Me quedan viendo, tratando de comprender pero insisten de nuevo y esta vez cedo:

-Pues bailamos, en serio, tal vez me digan ridícula o cursi, pero...son de esas pocas cosas que sientes que todo va bien, en una (empecé a reír al recordar) hasta dejamos de bailar, solo estábamos parados en la pista tratando de escuchar lo que uno decía del otro, en serio platique de todo con él, no me había pasado algo así, él me dijo que mejor saliéramos a las mesas de afuera y fue una de las mejores conversaciones que he tenido, hablamos de museos, libros, fútbol, música, comida hasta de religión y después de eso, comenzó la vie en rose, alguien de lejos la puso y ahora ya no puedo ni escuchar esa canción y me invito a bailar; chicas me canto al oído esa hermosa canción, ¡dios! Sentí escalofríos, por cierto canta o cantaba hermoso, como sea, luego volvimos a platicar sobre el amor, no de coqueteo ni nada, sobre lo difícil que los humanos lo complicamos ahí fue donde cheque la hora y le dije que me tenía que ir, en serio ¡les juro por esta!, que sé que no es cosa mía pero el primero me agarro la mano, y después se fue acercando, me agarro la mejilla y en verdad quería darle ese beso, hasta que se apartó muy abrupta mente y me dijo que no podía y se fue, pero antes de irse me volteo a ver, ya no sé si arrepentido o no, pero fue agrío ese momento y se fueron, eso fue todo niñas.

Me doy cuenta que no se si era mi orgullo o mi corazón pero me dolió y a la vez trato de hacer como si no me importa, pero me duele.

Natalia: -¡Qué onda con ese chavo! Me lo madreo (Empezamos a reír).

Karina:-Apoyo la idea de Natalia, ¡neta!

Natalia: Oye... ¿estás bien?

-Claro, al momento si fue extraño pero ya da igual.

Natalia: En ese caso, vamos a dejarte al café y a que empieces tu trabajo salvándome con un café cargadísimo.

Llegamos saludó a mi jefa y a mis dos compañeros del trabajo, le sirvo el café a Natalia y Karina, ellas después de un rato se van.

En verdad estoy muy cansada y desvelada por la fiesta en la madrugada que cada dos horas tengo que tomar café para estar despierta y lavarme los dientes para no tener ese mal sabor de boca, para mi desgracia el café donde trabajo está algo cerca del botellón, ya que la zona es algo exclusiva y esta cafetería es una de las más visitadas, una que otras veces viene algún artista pero debemos ser profesionales.

Agradezco que hoy la cafetería el cual no he mencionado el nombre, es Fournier Roussea, esta bastante calmado, mientras agarro mi libreta y avanzo con mi tarea.

De repente escucho a alguien llamar, para pedir seguramente un café volteo a ver si Romina, Paola o David fueron al llamado, al ver que no, dejo rápidamente la libreta y sin alzar la cabeza al cliente pongo el delantal y lo estoy colocando cuando digo: -Buenos días, bienvenido a la cafetería Fournier Roussea, en que puedo servirle o desea que le recomiende algo de nuestro menú, alzo la cabeza y de mi boca sale un: 

- ¡Que rayos!

Villamil: -¡Tu!  (En eso mi jefa me queda viendo y trato de controlar mis nervios y pensamientos... ¡todo! Hago como si ni lo conociera y de nuevo intento y le digo)

 -Disculpe por lo mencionado, en que le puedo ayudar desea ¿café?

Villamil: -Valentina ¿es en serio?, oye...perdona por cómo me fui ayer en verdad una disculpa.

Puedo sentir la mirada de mi jefa y continuo: 

-Entonces en que le puedo ayudar (vi como mi jefa retira la mirada al ver todo en normalidad y me volteo rápidamente y le digo a Juan

-Por favor déjame hacer mi trabajo es más ya ni me acuerdo de nada, en serio dime que desean  y dejemos las escenas incomodas.

Veo como su cara se sorprende ante mi respuesta, como cuando te pegan en el orgullo y observo como se aleja y llama a mi jefa, empiezo a preocuparme y señala a donde estoy

 -Maldita sea estoy en problemas.

Se acerca Romina y me dice: 

Romina: -El chico de allá dice que atiendas sus mesa y a sus amigos, en serio Valentina compórtate y atiéndelos bien, son importantes. 

Asiento con la cabeza y dirijo la mirada a Juan aunque algo de Villa, me gusta y veo que él me está observando con una mirada picara y retadora a la vez.

Empiezo agarrar los menús para los demás chicos que se encuentran ahí y se acerca Villa y me dice: 

Villamil: -Vale... no lo tomes a mal pero solo déjame explicarte y luego tu tomas una decisión, pero al ver que no ibas a escuchar pues tuve que recurrir a este método, ¿a qué horas es tu descanso? Por favor.

Lo vi y en verdad se ve arrepentido, siento que mi orgullo es más pero a la vez quiero saber y tal vez con lo que me diga podré superarlo y darle vuelta a la hoja, después de pensar le contesto: 

-Está bien Villa, mi descanso es las 4 y sólo tengo media hora. Ahora solo déjame hacer mi trabajo, por favor.

Villamil: -Perdón pero no sabes cómo agradezco haberte encontrado, es el destino pero hasta entonces nos vemos a las 4 y en un rato cuando pases a mi mesa (sonríe muy pícara mente, ¡demonios! esa maldita sonrisa de nuevo).

-Está bien Villa (como si no me importa, ¡aja!).

 Empiezo a trabajar; los dos hacemos como sino nos conocemos, ellos se van y Villa rápidamente se acerca y me dice

Villamil: -Nos vemos al rato. (Con esa hermosa sonrisa

Sólo moví la cabeza con un sí y antes de irse voltea, está vez no fue agría su despedida porque sé que pronto lo volveré a ver.

Sólo moví la cabeza con un sí y antes de irse voltea, está vez no fue agría su despedida porque sé que pronto lo volveré a ver

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Aprender a quererte...Where stories live. Discover now