𝙏𝙝𝙚 𝙅𝙚𝙖𝙡𝙤𝙪𝙨𝙮 𝙤𝙛 𝙔𝙪𝙧𝙞 𝙋𝙡𝙞𝙨𝙚𝙩𝙨𝙠𝙮.

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Yuuri Katsuki ha dejando un mensaje:

Lo siento pero iré con Yurio. .
Porque el es mi pareja

Después de enviar el mensaje Yuuri dió un respingo. Estaba seriamente alterado, ¿ir a la misma fiesta donde ambos rusos estarían? Le parecía algo extraño e incómodo pero debía estar ahí como el ganador de la medalla de plata. El día entero paso y a la madrugada debía salir a primera hora directo a Manchester para el gran banquete de la Grand Prix.

El tintineo de su alarma lo hizo abrir sus ojos ónix con pesadez para levantarse, ducharse, cambiarse y bajar por una taza de café para antes de irse. Caminaba torpemente por los pasillos del hotel estaba más que dormido pero su celular comenzó a sonar de manera repentina haciendo que diera un breve brinquito.

—¡AHHH! CÁLLATE— Grito para así quitarle el sonido fijándose a ambos lados de que nadie le viera —Yurio es demasiado temprano, ¿no crees?—

—Para mi nunca es tarde o temprano así que vamos flojo que nos espera ese banquete—

—Hmph, estoy cansado— Su respiración era ciertamente entre cortada eso hizo alzar las falsas sospechas del ruso.

—¿Estas con alguien?, ¿Dormiste con alguien?, ¿Fue Viktor?, ¿Que hora es?, ¿Porque tu respiración es lenta?, ¡CONTESTA!—

Yuuri enarco una ceja mientras pudo despertar al oír tantas preguntas y ese tono irritado de su amado.

—Yurio relájate...—

—¡No! Seguramente ese maldito calvo fue contigo y están actuando en mis espaldas—

Y se cortó la llamada dejando con la palabra en la boca al azabache quien suspiro con pesadez.

—¿Que pasa?— Preguntó su hermana detrás de él y este volteo somnoliento

—Se enojo porque...—

—Cree que estás con Viktor—

—¿Como lo sabes?—

—Intuición Femenina una gran habilidad que solo las mujeres tenemos—

Se despidieron sin decir más para que Yuuri saliera con sus maletas, caminaba cansado, no pudo dormir los gemidos de la parte de arriba no se detuvieron y no sabe que habrá pasado en esa habitación y porque la chica gemía tanto que no pudo dejarlo descansar, cuando llegó al aeropuerto enseguida abordó pues faltaban minutos para despegar.

Una ola de sorpresas le esperaban en el lugar a donde se dirigía

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Al colgar el rubio estaba respirando brusco, estaba en el aeropuerto internacional de Rusia, era joven y ya sufría de esa fuerte oleada de celos.

—¿Que pasa tigrito?— Pregunto Mila mientras ladeaba noto ese ambiente distinto en su compañero

—¡Es que. . Mierda esto de las relaciones nunca se me da!—

—Los celos del gran Yuri Plisetsky— Murmuró con burla pero recibió una mirada asesina que la hizo callar al instante

—Si Viktor se entromete esta vez tendré que llegar a otros extremos—

—¿Y que harías?—

—Cosas que ni siquiera yo me soy capaz de hacer—

—Mila, Yurio vámonos que el avión está por despegar— Les aviso Yakov y ambos asentaron

—¿Y Viktor?—

—Vendrá después dijo que tenía que hacer algo—

Yurio apretó sus labios, ese sentimiento lo recorría entero de pies a cabeza haciendo que Miles de teorías aparecieran en su mente perturbandolo aún más y subió enseguida dejando a Georgy confundido.

—Problemas de parejas—

—Pero Viktor se fue antes...—

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Cuando Viktor recibió ese mensaje apretó sus nudillos y bajo la mirada comenzando a reír nervioso.

—¿Yurio... Yuuri... Juntos?— Cada palabra la decía con dolor, como si una estaca de gran filo se encajara en su solitario corazón.

El estaba en Manchester llevaba 2 días ya que quiso irse antes, amaba ser turista y comprar mil y un cosas de cada lugar o país que visitaba. Caminaba por las solitarias y largas calles de dichoso sitio pero su corazón parecía volver a esa oscuridad en la que antes estaba. Se sentía solo y el único que podía llenarlo de luz era Yuuri Katsuki pero ahora simplemente no podía creerse que ambos Yuri's temrinaran juntos gracias a él. ¿deberia sentirse culpable? O ¿bien? De qué haya sido el creador de dos nuevos vínculos de amor.

—Señor Nikiforov ha vuelto— Esa voz femenina proveniente de un hogar algo descuidado lo hizo despertar y voltear brindando una falsa y forzada sonrisa a la fémina.

—Señora Dynéx me alegra ver que aún esté aquí— Murmuró

—Y a nosotros nos alegra verlo nuevamente merodeando, pase, pase le preparé un té de manzana con canela— La señora era de tercera edad y aún así seguía siendo amable después de la vida pesada que tuvo. Entro agachándose un poco mirando a su alrededor, le parecía hogareño y de buen gusto. Un color negrizo y grisáceo—¿Y viene al banquete?—

—Sí—

—¿Y ese muchacho adorable?—

—Esta con alguien más...—

—Oh, lo siento mucho y porque no trata de enamorarlo—

Esas palabras lo motivaron, aunque sea un 15%. Las viejitas nunca se equivocaban y daban los mejores consejos, mejor que un padre o una madre.

—¿Enamorarlo....?—

Yuri Plisetsky ha enviado un mensaje:

Yuuri lo siento fui algo brusco pero no controlo...

Yuuri Katsuki:

Tus celos