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Los vínculos son indestructibles, por más que unas tijeras quisieran romperlo terminarían aún más unidos. La cena había comenzando con un espectáculo como apertura, los presentes se sentía bastante animados ante el ambiente. Les relajaba el simple hecho de que su esfuerzo valía completamente la pena.

— La música me aturde — se quejó Yurio mientras que inflaba sus mejillas un poco rodando los ojos.

— No seas tan amargado — le riño Yuuri mientras que intentaba animarlo, solía ser demasiado uraño. Adoraba ver a su novio cuando era como un niño berrinchudo.

— Solo por qué tú me lo dices voy a animarme un poco más. — ronroneo mientras que lo miraba y busco su mano para entrelazar sus dedos, aquellas miradas parecían derretir cualquier cosa; era amor y esos dos lo estaban sintiendo tanto.

— ¡Acabo de traer esto! — la voz de Chris les hizo voltear a la pareja y a los presentes. Yuuri al ver la botella de licor trago en seco.

— Oh no...— susurro el japonés mientras que intentaba no caer en esa tentación, no quería terminar haciendo el ridículo y preguntándoles a todos: ¿Que paso ayer? Sin duda alguna no se perdonaría.

— Vamos, solo uno — le ánimo Pichit y miró como comenzaban a servir los pequeños vasitos para tomarlo de fondo. — Además traes a Yurio para que te cuide y si no, ¡Te prometo que nosotros los cuidamos! — Yuuri miro un poco más confiado a Pichit pero miró como los patinadores comenzaban a reunirse en una misma mesa provocando los nervios en su interior.

Y la noche apenas comenzaba, la música parecía mover los ánimos mientras que algunos se retiraban a sus aposentos otros parecían disfrutar de la velada.

— ¡Vamos Yuuri! — ánimo Pichit y Jean, el japonés parecía llevar la cuenta de uno y los demás más de dos

— ¡Eso! — chillaron de emoción al verlo terminarse todo el vaso.

— ¡Te toca Viktor! — Mila le dió el vaso mirándolo, tenía a su lado a su pareja mientras que la rusa miraba directamente a este. Su mirada azulada parecía estar perdida en ese mar, le dió un pequeño codazo y este reaccionó para tomarse todo el contenido.

Su garganta ardía — Mierda — susurro mientras que una sonrisa se apareció por sus labios, ¡Debía olvidarse un poco de lo que tenía enfrente! Podría gozar, sus instintos lo harían divertirse pero tenía a esa pareja enfrente

— Tengo que ir al baño... Ah-Ahorita regreso — balbuceo Yuuri en el oído de Yurio, este se levantó pero lo volvió a sentar — No... No tardó — hablo para acercarse a depositar un suave beso en los labios de su novio, sin duda ahora los dos sabían a alcohol.

Se tambaleaba, sus sentidos apenas parecían no obedecerlo y su mirada era borrosa. Al llegar al baño no tardó en descargarse un poco, tuvo vómito pero se levantó, tenía su corbata amarrada a la cabeza; mataría a Pichit.
Escucho la puerta abrirse y cerrarse, lo ignoro. Tal vez era algún otro patinador en la misma situación que él, eran los únicos en el baño y eso no pareció causar conflicto hasta que escucho el seguro

Yuuri...— sintió unos labios sobre los suyos, apenas pudo mantenerse quieto para poder ver quién estaba besándolo de esa forma tan necesitada.

No correspondió, incluso, estaba cayendo sobre los brazos de morfeo en un mal momento. Intento alejar a esa persona tanto que cuando abrió sus ojos se topo con esos ojos azules, no...

— ¡Viktor! — chillo y lo intento quitar mientras que sus mejillas ardían. El alcohol le había arrebatado sus sentidos.

Lo siento... Te necesito, necesito de ti y no quiero soltarte. — Balbuceo arrastrando las palabras mientras que lo tomaba de la mano y lo empujaba contra una de las paredes besando lentamente su cuello

— Basta, déjame...— gruño y cuando pudo apartarlo lo miro, su mirada estaba completamente perdida.

— ¿P-Por qué? — Murmuró mientras que sus ojos parecían comenzar a cristalizarse — ¿Por qué él... Y no yo...? —

Yuuri sintió como su estado de ebriedad desaparecía para mirarlo, sintió un poco de lástima. Estaba terriblemente ebrio. Se acercó para ayudarlo a sentarse

— Estás peor... Peor que yo — tartamudeo mientras que hacía una pequeña mueca, tuvo que ver cómo Chris embriagaba completamente a Viktor y después lo dejaba sólo.

— Te quiero a ti, te amo, solo tú sabes quererme — susurro para tomarlo del cuello y acercarlo para depositar un pequeño beso en sus labios. Yuuri nuevamente se aparto, no caería en eso.

— Debo llevarte a tu habitación — le ayudo a levantarse, era lo suficientemente noble como para llevarlo y no dejarlo a su varado en un baño de hotel. Lo levanto para salir del baño, busco a Yurio con la mirada pero al no verlo soltó un pequeño gruñido.

Tendría que llevarlo solo, comenzó a caminar con un peso aún mayor que el de él, mientras caminaba intentaba no caerse o tirar a Viktor.

— Tiene que ayudarme, yo tampoco estoy en mis 5 sentidos... Viktor — lo intento llamar pero parecía caer dormido.

Te amo Yuuri — al escucharlo hizo una pequeña mueca, intento buscar sus llaves y al abrir la habitación de Viktor lo llevo hasta su cama para depositarlo lentamente. No quería dejarlo caer. Sintió como se aferró a él y le miró de reojo.

— Tengo que irme —

— Nunca te vayas... Por favor — lo estaba incomodando pero su cuerpo comenzaba a cobrarle lo que había gastado, soltó un pequeño suspiro y cuando se libero se levantó.

— Lo siento — estaba por tocar la perilla cuando sintió como lo jalaba para abrazarlo, lo estaba asfixiante tanto que sentir la cama le hizo abrir sus ojos para toparse con esos ojos cansados y llenos de melancolía.

¿Por qué sufría tanto?, No recordaba el por qué él había tomado esa decisión de dejarlo.
No recordaba en esos momentos pero si recordaba la forma en que Viktor lo hizo sentir un día.

Todo terminó y quería demasiado a Yurio, ¿Pero verdaderamente el era el culpable del por qué Viktor Nikoforov estaba así?

Lo intento consolar mientras lo abrazaba, intento darle calidad cerrando sus ojos. No iba a dejarlo esa noche.

Esperaba no arrepentirse y cometer un error.

𝙏𝙝𝙚 𝙅𝙚𝙖𝙡𝙤𝙪𝙨𝙮 𝙤𝙛 𝙔𝙪𝙧𝙞 𝙋𝙡𝙞𝙨𝙚𝙩𝙨𝙠𝙮.Where stories live. Discover now