𝙏𝙝𝙚 𝙅𝙚𝙖𝙡𝙤𝙪𝙨𝙮 𝙤𝙛 𝙔𝙪𝙧𝙞 𝙋𝙡𝙞𝙨𝙚𝙩𝙨𝙠𝙮.

10

— Sí, presiento que tú no serás — Minami tenía ese mismo gesto de molestia pero que estaba a nada de rendirse y tirar todos los planes que Viktor tenía en mente.

— ¿Porqué lo haz dicho? — sintió como era ofendido, la indignación era algo que Viktor sabía demostrar y ocultar

— Vamos, Yurio siempre fue más con agallas que tú, lo conquistó desde que fue Senior —

— ¿Y eso qué? —

— ¿Crees que el corazón de Yuuri puede ser ganado así de fácil? —

— Lo gane antes —

— Y lo perdiste ahora —

— Todo lo que ha sido mío ha regresado — Alzó su mentón con orgullo

— ¿Lo crees así?, ¿Crees que eternamente Yuuri será tuyo? Que raro porque justo ahora lo veo felizmente con Yurio... Y adivina qué... No contigo —

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Ambos Yuri's caminaban en dirección al restaurante pues no había día que su japonés no tuviera hambre y el extrañamente tenía el instinto de darle todo lo que el quisiera. Pero Yurio sintió su móvil vibrar en su bolsillo de su jearsey.

Al verlo sintió nuevamente esa oleada de celos recorrer cada rincón.

— ¿Yurio? —

Se notaba como apretaba con tanta fuerza sus nudillos y sus ojos parecían temblar pero al escucharlo volteo

— Nada, nada, vamos — Lo guardo, si estuviera sólo entonces podría asegurar que lanzaría lejos su móvil. Sonrió, al menos como pudo

— ¿Y...? ¿Alguna mala noticia? — Pregunto el japonés sonriendo ligeramente

Negó, pero, lo conocía y si hacía otra pregunta se ganaría un:

No es nada que te importe.

Y media hora después:

Perdóname

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Cuando habían terminado Yurio fue a buscar a Viktor, estaba lleno de furia y evidentemente no controlaba al cien sus celos. Al llegar a su habitación tocó eufórico hasta que le abrieron

— ¡Admite que jamás será tuyo! — Grito

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— ¿Será buena idea? — Pregunto Yuuri atraves de su móvil

— ¡Le encantará! — Grito esa voz femenina sonriendo

— ¿Y si no? —

— Vamos, eres su pareja y seguramente le gustará algo que venga de ti —

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— ¡Admítelo, maldito bastardo! — Nuevamente grito Yurio con rabia contenida

— Lo será — Sonrió con orgullo Viktor y lo tomó del mentón obligándolo a mirarlo

— No...— Dijo como pudo

— Así como tú algún a vez lo fuiste —

Yurio apretó sus nudillos, estaba por darle un fuerte golpe pero sintió como ¿Viktor estampaba sus labios contra los de él?