¡Hey! "cachorrito"

¿Quien es "cachorrito"?

Chris se había sentado a la mesa junto con su hermana, pues no era como que quisiera una pequeña pelea con las 2 chicas que hacía minutos le estaban asfixiando y que Claire notó; querían sentarse al lado de su hermano. Lástima que no supiese antes de invitarlas que ambas sentían algo por Chris.

El mayor de los Redfield pensó que el ambiente sería incómodo, pero afortunadamente Leon lo había hecho mas relajado al hablar de anécdotas graciosas que incluían a su hermana Claire y a la protegida de ambos; Sherry.

El celular de Chris había comenzado a sonar, pero al estar en vibración, este no se había dado cuenta, en cambio Claire que se hallaba a su lado y vio el teléfono de su hermano en la mesa, lo notó, pues el nombre en la pantalla llamó su atención.

—¿Quien es cachorrito, Chris? — una tos inesperada atacó al Redfield mayor, quién trató de recomponerse y miró a su hermana, luego al teléfono en la mesa y sin darse cuenta sus mejillas se colorearon de un tono rojizo. Pronto la llamada finalizó y el Chris no había sido capaz de responder ¿Y como? Si todos en la mesa parecían ansiosos por saber que era tan grave como para provocar que el azabache casi muriese. Le miraban curiosos y poco disimulados, excepto Leon, en realidad el quería echarse a reír por la cara de su amigo.

"¡Diablos! Sabía que no debí de haber guardado el número de Piers así" — a estas alturas donde ya todos los presentes escucharon lo que dijo su hermana, poco servía ponerse a reclamarle a su yo del pasado, pero ¿Que mas podía hacer? Ni siquiera tenía en mente que decirles a los demás, aunque le pasaba por la cabeza mandarles a freír espárragos y decirles que se metieran en sus propios asuntos y dejaran los suyos en paz.

—¡Ah! "Cachorrito" así le decía Jake a Piers, creó que aún lo hace - la voz inocente de Sherry captó la atención de todos, ella no lo decía con el fin de molestar. Había recordado que así se dirigía Jake al joven soldado y no pensó que aquello fuese a provocar un sonrojo mayor en el azabache.

—¿Piers? — la burla era clara en la voz de Leon, quien miraba a su amigo con una sonrisa divertida y una mirada que decía algo como "abusador de menores"— Ya, sabía que eran cercanos, pero no tanto...

—¿Enserio es Piers? — esta vez fue Jill quién hablo, estaba curiosa, bastante y seguro que era por saber que tan cercanos eran ambos.

—No...yo — nuevamente una llamada entrante de "cachorrito" fue la que le interrumpió su nada elaborada excusa que pensaba decir. Era claro que no podía dejarle esperando, así que cogió el móvil bajo la atenta mirada de sus amigos, se levantó de su sitio y contestó casi en un susurro para evitar ser escuchado por los demás —¿Si?

En esos momentos donde el moreno sentía las miradas de los invitados sobre su espalda; Chris deseaba que la tierra se lo tragara y de paso a Jake por darle ese apodo a su soldado.

"Estúpido Jake... estúpido Piers y su bonita cara. Estúpido apodo y estúpidos todos los que vinieron a esta reunión" — El azabache gruñia bajo, escuchando la voz al otro lado de la línea y luego relajándose al escuchar el "dame la dirección bien Chris"

Le gustaba cuando su soldado le llamaba por su nombre, incluso cuando lo hacía solo para reprenderlo. Era... encantador.

—Ya mismo te la envío por mensaje...

»«

Volvió a la mesa luego de algunos minutos e ignoro las miradas aun curiosas de sus compañeros, quienes al parecer esperaban una respuesta sobre quién era el "cachorrito"

—No voy a decir nada. Déjenme comer — dicho esto y luego de un gruñido, los presentes volvieron a sus asuntos con bastante prisa para gracia de la hermana de Chris.

Afortunadamente para el mayor de los Redfield, nadie había tocado el tema de nuevo. Leon y Steve se habían encargado de continuar con las anécdotas, haciendo que Chris se relajara pensando que ya no le molestarían con el tema del "cachorrito".

El timbre sonó y el mayor de los Redfield tuvo que hacer un esfuerzo por no ahogarse una segunda vez con la comida. Seguro que ese era...

—¡Piers, Jake! Llegan tarde — desde la puerta se escuchó el reproche de la pelirroja que se había levantado de la mesa para ir a abrir.

—Lo sentimos, tuve que llamar a Chris para que me diera bien la dirección.

—Sherry no tuvo la amabilidad de decirme la dirección — ese mero fue Jake, quejándose mientras se adentraba a la casa sin pedir siquiera permiso.

—¿Tu fuiste quien llamo a Chris hace un momento? — el Redfield cerró lo ojos al escuchar la pregunta de su rubia amiga, Jill. Que oportuna era su amiga, sin duda alguna, muy oportuna.