Discusiones entre... ¿Pareja?

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Lo  que menos quería era tener que ver al capitán.  Su cara aún enrojecía al recordar la escena que había montado con la hermana del Redfield  mayor y sinceramente  sentía una vergüenza inmensa que le invadía por completo ¿De  qué manera iba a verle a los ojos? Y lo peor era que ni siquiera sabía que pensaba el azabache  de eso ¿estaría molesto por verle encima de su querida hermana? ¿ habría mal pensado las cosas?

Suspiro nuevamente, sacudiendo su cabeza de manera ligera y volviendo a fijar su vista en su objetivo. Había preferido ir al campo de tiro y entrenar  más tarde por su cuenta, aunque estaba casi seguro que el mayor no estaría feliz con lo que estaba haciendo, pues nunca dejaba que nadie faltase a sus entrenamientos y menos el que era considerado su "mano derecha" en  el campo de batalla. Pero seguro que tampoco es como si Chris fuese a estar feliz de verle luego de aquella escena y la verdad era que Piers tampoco quería tener  que hacerlo  y recordar que el día anterior el azabache  estuvo de coqueto con la chica Valentine.

- Arg- gruño y seguido de esto un disparo que fue directo a cabeza del "sujeto de prueba"

Ni enojado podía fallar, era un experto como francotirador  y ni el azabache  metido en sus pensamientos  ni su rubia amiga le iban a hacer fallar , por muy enojado que estuviese.

**

No sentía que pudiese hablar con su hermana en ese momento. Le dolía verla y recordar que prácticamente le había quitado al soldado, aunque claro que este nunca fue suyo y aquel pensamiento le hería mas que cualquier cosa.

Claire. Tengo entrenamiento.  Te veré luego hermanita – No le dejó hablar,  sólo salió del lugar y se dirigió a donde debía ir.

Sus pisadas eran firmes, como las de un líder que debe darse a temer y respetar. Aunque siempre era respetado por su reputación en las batallas y como las había librado. Los chicos en el campo guardaron silencio y saludaron a su superior, pero la vista de este iba y venía entre los soldados sólo par a darse cuenta que entre ellos  no estaba el único soldado a quien esperaba ver. Mantuvo su compostura a pesar de ello  y se dirigió a todos los presentes:

Creo que faltan algunos. Por tanto – hizo una leve pausa, mirando a los soldados  con seriedad y luego continuó – pasaré lista y si saben algo de los que faltaron mas les  vale decirme, no quiero saber que les están  cubriendo ya que si no ¡el que cubre y el que faltó recibirán castigo!  Los entrenamientos  son importantes y eso lo saben.

Quizás alguno de los soldados sabría sobre el soldado oji miel.
Comenzó nombrando uno tras otro y se detuvo en un nombre:

Andy...— no hubo respuesta - ¡Andy!
Capitán. Ahí viene – uno de los soldados señaló al frente hacia donde corría un agitado Andy y pronto se detenía a unos cuantos pasos de su superior, quien le miraba con una ceja  ligeramente arqueada y una expresión sería.

Perdón capitán. Y-yo... estaba en el baño – murmuró bajo haciendo a sus compañeros  reír.

Silencio – la voz seria y potente  del mayor les hizo quedarse callados en segundos. Ya estaba por preguntar algo cuando el joven Andy se adelantó y volvió a hablar:

También vi a Piers. Dijo que no vendría.

Donde – no estaba preguntando, estaba exigiendo saber la ubicación del soldado, se le notaba enojado y todos los presentes se dieron cuenta, más sin embargo no dijeron nada, suponían que era porque el capitán  Chris  siempre pedía puntualidad  en sus entrenamientos  y no le gustaba que faltarán. Lo lamentaban por el joven castaño  y su más que asegurado castigo que le llegaría pronto.

En el campo de tiro.
— ¡Quiero cincuenta de cada uno! – ninguno se atrevió a quejarse, aunque ganas no les faltaban porque sabían a que se refería el capitán. Era todo una rutina pesada, pero no querían  hacer enojar más al azabache  y sólo comenzaron con su calentamiento mientras este se iba a paso apurado; seguro que a ver al oji miel.

**

Un disparo más. Perfecto igual que el resto que había intentado. Lamentablemente su enojo no disminuía nada, se sentía frustrado y no sabía que le tenía así, tal vez le hacía falta golpear algo o... a alguien y seguido  de ese pensamiento un rostro apareció en su mente; Chris Redfield.

—Maldito Chris — comenzó murmurando mientras recargaba su rifle de entrenamiento con cierto enfado aún sin levantarse del piso —y su maldita sonrisa y su maldito  cuerpo bien entrenado, también  sus malditos brazos y su...

¡Piers! – Oh oh... aquella voz no sonaba nada feliz. Busco entonces con la mirada y le vio caminando a pasó firme en su dirección. Parecía molesto por alguna razón... ¡ah! Ya recordaba cuál era la razón. Más pronto que tarde se levantó de su posición en el pasto y trato de ir en dirección contraria al mayor. Casi corriendo, parecía una persecución de pareja. Como aquellas que se pelean y uno va tras otro, pero no eran ni pareja ni estaban peleados, sólo algo heridos por sus sentimientos  "correspondidos " y los mal entendidos que estuvieron pasando esos últimos días entre ambos.

— ¡Ni se te ocurra Nivans! ¡ven acá en este instante!

¡No quiero, déjame en paz! – quien les viese pensaría que estaban discutiendo sobre su relación  y que seguramente Chris había hecho enojar al pequeño y si,  en parte era su culpa pero eso él no lo sabía. De todos modos, el oji miel no estaba pensando con claridad, ya que solo quería huir de ahí y del azabache.

— ¡Nivans!

Claro que alguien les estaba viendo. Claire aún no se iba de la oficina de su hermano y la ventana en esta daba directo al campo de tiro donde ambos chicos se perseguían. Piers caminaba a pasó veloz hacia el interior del edificio y Chris le seguía detrás gritándole que se detuviese.  Aquello la hizo mirar  confusa la escena no sabía que había pasado entre esos dos para parecer perros y gatos dado que el día de la comida en su casa se les veía tan... tan juntos.

—¿deberé intervenir o hablar primero con Piers? – suponía que la mejor opción era primero ir donde el pequeño castaño y preguntarle directamente que pasaba con él  y su hermano y luego si podía trataría de saber que ocurría en la cabecita  del idiota y enojón  de Chris. Porque apostaba que el principal culpable era nada más y nada menos que Chris Redfield. — ¿Qué hiciste ahora hermano? – un suspiro largo y prolongado escapó de  los rosados labios de la chica quién optó por dirigirse  hacia la salida y tratar de acercarse a donde sea que esos dos se dirigían en medio de su discusión.

NOTA:
Pues volví. Tarde pero lo hice ¿No?
Perdón jajaja

Ojala disfruten este capítulo algo corto pero con amor de  parte de su superior ¿Creo? XD

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