Has tardado, cachorrito~

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Las manos le sudaban con cada paso que daba. Era como estar caminando hacia su sentencia de muerte o algo así, aunque sinceramente no estaba muy lejos de ser cierto.

Los pasillos a esa hr estaban algo vacíos y lo único que escuchaba era el sonido de sus botas al sonar contra el piso pulido. Hacía minutos que el capitán Redfield le había mandado a llamar con uno de los soldados y parecía ser que le necesitaba pronto.

Toc toc~

Escucho un "adelante" desde el otro lado y sus músculos se tensaron al instante.

"diablos Piers" —se decía una y otra vez, frotando sus manos sobre su pantalón para limpiar el sudor y es que ¡Joder! Si recordaba el beso del día anterior, algo en sus adentros se removía y comenzaban a temblarle las piernas. Era en esos momentos donde odiaba al azabache y maldecía en su mente por haberse dejado llevar.

Así que bueno, de manera lenta abrió la puerta y se asomó solo un poco para toparse con la imagen del capitán completamente distraída en papeles, folders y para rematar en la computadora igual.

—¿C-capitán? — ¡Maldición! Pensó luego de su torpe y suave llamado. Aunque de todos modos funcionó, ya que el mayor dejo lo que estaba haciendo y volvió su mirada al castaño parado en el marco de la puerta. El menor se aclaró la garganta y hablo de nuevo —¿Me mandó a llamar?

—Así es —dijo con tono serio y luego agregó — Cierra la puerta y siéntate.

¿Por qué estaba tan serio? ¿Había hecho algo malo? No que él recordara. Llegó a las instalaciones, se cambió de ropa y fue a sus entrenamientos con los novatos...no, no había hecho algo malo.

—Piers...—la voz potente del mayor captó su atención de nuevo. No entendía por que escucharle le erizaba toda la piel ¡No era normal! — ¿Sabes que hr es? — señalo hacia el reloj colgado en la pared detrás de él y de nuevo su vista seria estaba sobre el pequeño castaño quién no entendía un carajo de nada y le observaba con sus ojos miel llenos de confusión - Hace dos hrs debiste estar aquí, Nivans.

—¿Eh? —¿Qué decir? Estaba tratando de entender hacia donde iba el azabache con todo eso —¿De que va...?

—Que anoche te dije que debías llegar temprano a mi oficina y ya han pasado dos hrs — la cabeza del menor giró un poco hacia la derecha y su vista confusa se dirigía a su capitán y luego hacia el reloj detrás del mayor — No me mire así soldado o haré algo que quizá no le guste —¿Estaba amenazándole? Pues parecía que sí, le señalaba con el dedo índice y le miraba con el ceño fruncido y los labios apretados ¿Y a que se refería con hacer algo que no le gustaría? —Al diablo... —susurro de pronto, asustando al menor quién se encogió en su sitio al verle levantarse de su lugar detrás del escritorio y darle la vuelta al mismo para quedar de frente al soldado Nivans.

—¿C-capitán? —Piers era uno de los soldados mas valientes que alguien pudiese conocer, pero...si su capitán se le ponía enfrente y se inclinaba un poco hacia su cara; era normal que el valiente soldado titubease y enrojeciera enseguida ante tal acto.

Aquella situación le recordaba la noche anterior, los besos del mayor, su agitado corazón y sus revueltos pensamientos en ese momento. Odiaba que el azabache provocase todo eso en su ser y le confundiese de tal manera que con solo estar a centímetros de su rostro hiciera latir de aquella loca manera a su corazón.

—Me gusta soldado, lo he dicho antes. Quiero oír tu respuesta — fue solo eso, un leve susurro sobre sus labios y antes de poder hablar, preguntar o siquiera opinar algo, simplemente fue atacado de nuevo por los cálidos y a la vez fríos labios de su superior. Estaba en un dilema ahora. O rechazaba a su capitán para poder pensar con claridad o... seguía con ese juego de besos y olvidaba como pensar y cometía una locura.

Si, su cabeza le jugo en contra al igual que su agitado corazón. Se dejo llevar y sin darse cuenta, ya estaba siendo levantado de su sitio y pronto los brazos del mayor comenzaban a aprisionarle.

Fuera de la oficina:

La pelirroja se dirigía con pasos firmes hasta la oficina de Chris. Aunque no perteneciera a la base de la BSAA, le dejaban entrar sin hacerle pasar por revisión ni nada al ser conocida por ser la "hermanita" del legendario Chris Redfield, por tanto nadie le decía nada mientras caminaba por los pasillos del lugar.

Levantó su mano para tocar, cuando un ruido proveniente desde la oficina captó su atención, haciéndole pegar la oreja a la puerta y tratar de distinguir que ocurría ahí dentro.

"capitán" — ¿Ese era Piers? Aquel ruido era mas como un suspiro, un muy fuerte suspiro... intento ocultar su risa cubriendo su rostro con su mano y luego grito a través de la puerta:

—¡Si siguen así, alguien se dará cuenta!— escucho de nuevo ruidos, papeles volando quizás, maldiciones de parte de su hermano y reproches de parte de su adorable "cuñado", por que eso era ahora ¿No? —Descuiden, les espero afuera...

¿Cómo podría llamarse buena hermana si no arruinaba aquel momento entre su hermano y su cuñado? Es que no podía aguantar la risa al imaginarse sus caras cuando grito a través de la puerta... ahora estaba ahí, riendo en voz baja y sujetando su estómago con sus manos.

**

NOTA:
Tarde...¡Naaa! Bueno si xD, es que estas fechas me han tenido ocupando todo mi tiempo, perdón y además, se me olvido publicarlo, pensé que ya lo había subido xD ¡Juro que ya lo tenía!

Pero ya vine a consentirles con este capítulo derramando miel y con Claire enseñando como arruinar un momento íntimo xD
Amenlaaaa~

¡Hey! "cachorrito"Where stories live. Discover now