Adiós... cachorrito (?)

1.4K 178 36
                                    

**

Las pisadas  apresuradas resonaban en los vacíos pasillos de la base. A esa hr , los novatos y  algunos soldados de élite  ya estaban en sus casas o en los edificios que se les asignaba para dormir. Por lo que apenas y había gente ahí,  además  de los soldados que entrenaban con el capitán Redfield.

La pelirroja giro en  una esquina y sus pasos de ralentizaron conforme  escuchaba con más claridad las voces que provenían de algún pasillo.

Deben estar por aquí… —murmuró para ella misma. Las voces se hacían cada vez más claras y se oían molestas, muy molestas para su intranquilidad.
**

He pedido  que te detengas,  soldado – su potente voz le hizo sentir escalofríos , sabía que estaba molesto y aquello aunque seguía sin darle importancia le hizo apresurar  aún más sus piernas obligándolas  casi a correr.

Déjame en paz, Chris.

O te detienes  ahora o afrontarás un severo castigo. Lo digo enserio – dicho eso le vio detenerse.  A su espalda su rifle de francotirador y sus puños apretados tan fuertemente  que llegó  a pensar que quizá tomaría el arma y le dispararía por el enojo que cargaba  ¿Qué había hecho ahora para que el menor estuviese así  de enfadado? Él  es quien debería estar molesto, fue rechazado sin una razón y luego le ve encima de su hermana menor y por último su soldado decide ponerse rebelde y faltar al entrenamiento  ¿Qué se supone que piense?

Con calma el castaño giro para quedar de frente con el azabache, ambos con sus ceños fruncidos y su boca formando una línea recta.

Lo diré una vez más,  Chris así  que escucha con atención . De- ja- me  en paz – dijo y repitió lentamente con clara amenaza en su voz y con sus ojos miel centelleando en algo que el mayor no pudo  descifrar.  Pero luego de esas palabras su ceño se frunció aún  más. Podía soportar mucho pero aquello estaba cruzando sus límites. 

No, tu escúchame. Sigues siendo un soldado y yo tu superior, quiero  respeto y si no puedes entender eso... – se miraron a los ojos, tan cerca y casi respirando el aire del contrario con sus bocas a centímetros pero sin borrar sus expresiones  de clara molestia y entonces lo dijo – No sé  que haces aquí…

Ninguno  estaba pensando con claridad  uno estaba celoso y el otro igual aunque un poco  ofendido por la actitud del menor para con él.
**

La chica mientras tanto escuchaba atenta, quería  intervenir y parar aquella tensa discusión, pero en ese momento no era asunto suyo, claro que… dada la “sensibilidad “ de su hermano mayor para decir las cosas estuvo a nada de salir de su “escondite” y callarlo con un golpe por decir semejante tontería ¿Cómo esperaba resolver algo de esa forma con el soldado?

Estúpido Chris ¿Cómo se te ocurre decir eso? – susurró con enojo y casi haciendo un berrinche. Aunque dicho show duró  poco, pues para su  sorpresa y sorpresa del azabache, el menor río. Fue una risa más sarcástica que dulce.

Bien. Pues me largo. No quiero seguir perteneciendo a tu equipo ni a la BSAA.

Cuando se asomó, logro  ver el rostro de sorpresa  e incredulidad que surcaba  las facciones  del Redfield  mayor mientras el castaño tomaba el rifle que cargaba a su espalda y lo colocaba en el suelo para poco después  darse la vuelta de nuevo y continuar su camino con pasos pesados y sus puños aún apretados a los costados de su cuerpo.

Pasó caminando tan rápido que ni siquiera miró en  dirección a la pelirroja y eso que prácticamente pasó al lado suyo.

¿Q- que pasó? – soltó la chica en un susurro apenas audible.

No se suponía que aquello debía ocurrir. Nunca. Debía ir donde el soldado y convencerlo de volver pero  dado su enojo, sería  poco probable que accediera y el principal autor de su enojo estaba a unos pasos de distancia; recogiendo el rifle que el soldado dejó y soltando maldiciones al aire.

Esto ahora era asunto suyo con su hermano mayor y su torpe experiencia en el amor. Fue entonces que salió de su improvisado "escondite" y con su aura oscura rodeandola, pronunció lentamente el nombre del azabache:

Chris.
**

El enfurruñado soldado salía echando humos de la base. No se había topado con nadie en su trayecto y agradecía aquello, aun si parecía ser que ese día iba mal, decidió tratar s relajarse un poco , pero su suerte no era tan buena, pues estando a un par de metros de abandonar la base; una rubia cabellera se atravesó en su  camino. Una sonrisa radiante, unos jeans  ajustados y una blusa de mangas cortas algo escotada y ajustada, dejando ver la perfecta y envidiable silueta de la chica.

-¡oh¡ Piers ¿has visto a Chris? – Su sonrisa se extendió mientras ponía su mano en su cadera y su colocaba un mechón de cabello rubio detrás de su oreja.

Se suponía que iríamos a comer juntos luego del entrenamiento” soltó  un bajo susurro que pretendía ser solo para ella pero que sin embargo fue escuchado por el joven soldado a quién  le brillaron los ojos miel en una mezcla de enojo y tristeza.

Con que tan fácil suelta confesiones” pensó entonces. Negando levemente ante la pregunta  de la chica.

No le he visto. Con permiso — olvidaría todo el asunto. Chris podía salir con quien quisiera, después  de todo el había huido a su confesión,  así que el azabache  tenía derecho de ir y ligar  con alguien más si así lo deseaba. Incluso si ese “alguien” era aquella chica rubia.

**
—¡Tú vas arreglar las cosas, Chris! — la chica estaba de brazos cruzados, su mirada fiera y sus labios presionados formando una fina línea.

—¿Yo? ¿Que se supone que haga?

Iras mañana a verle y mas te vale arreglar esto o... te olvidas que somos hermanos.

Ya había explicado una y mil veces a su testarudo hermano mayor que entre ella y el soldado no había nada de nada, pues como supuso; este había mal pensado las cosas y ahora tenía que solucionar su estúpido error.

NOTA
Volví con nuevo capítulo. El próximo prometo será mas largo. Se los debo y estamos cerca de una posible reconciliación.

¡Hey! "cachorrito"Where stories live. Discover now