10. Una fiesta loca.

638 44 0
                                    

No tenía ni idea de cómo todo se había ido a la mierda en un segundo, un segundo que se sintió como 1 hora. Levanté la mirada hacia Nick que presionaba una bolsa de hielo en su nariz que ya había dejado de sangrar, ahora mi hermano, Gabriel y yo nos encontrábamos en nuestra sala que no era para nada espaciosa.

Gracias a Dios Magui había llegado a tiempo para llevarse a los chicos a pasear por ahí, Bridget dijo que no mencionaría nada si así yo no lo quería a lo cual también le agradecí. Enfoqué mi vista en el suelo mientras recordaba como Nick se le había lanzado a los golpes a Gabriel, el cual, esquivó todos y cada uno de ellos haciendo que mi hermano ganara un golpe de su parte en la nariz.

—Lo siento, no quería romper tu nariz... —Comenzó mirando a Nick, éste lo ignoró.

—Déjalo —Lo miré con recelo— ¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres de nosotros? —Prácticamente escupí las preguntas.

Él nos miró a ambos antes de suspirar y aclarar su garganta, sus ojos grises, casi azules se enfocaron en mí.

—Quería conocerlos.

Nick río con esa voz ronca que utilizaba cuando hablaba sarcásticamente o cuando realmente estaba molesto. Presionó la bolsa de hielos en su nariz para luego reír otra vez hacia él.

—Qué casualidad que ahora si quieres conocernos, ¿No? —Finge pensar—, lástima que nosotros no queramos saber nada de una basura como tú.

—Quiero hacerme cargo de ustedes —Habló con seguridad y firmeza—, quiero enmendar los errores que cometimos su madre y yo hace 13 años. Tengo las posibilidades económicas para hacerlo ahora, tengo los medios y quiero ayudarlos a tener una vida mejor, una vida en la que no se preocupen por nada más que por estudiar y ser adolescentes normales como lo merecen.

Ambos nos quedamos en silencio ante esas palabras, una vida mejor. Río y ellos me observan, lo miro de manera burlona.

—¿Quién mierda te crees para venir a decirnos que quieres 'Darnos una vida mejor' después de casi 14 años de habernos abandonado? ¿Cómo te atreves a presentarte a mi puerta y golpear a mi hermano? ¡¿Cómo mierda te atreves a venir a destruir nuestra vida que con mucho esfuerzo hemos creado para nuestros hermanos?! ¡No me vengas con estupideces! —Grito sintiendo las lágrimas en mis ojos.

Niego cerrando los ojos y luego abriéndolos cuando Nick habla con mucha rudeza ante él.

—No queremos tu asqueroso dinero y bien puedes metértelo por donde te entre. Hemos vivido bien toda nuestra jodida vida sin que siquiera te preocuparas por nosotros. No lo necesitamos, no te necesitamos.

Él nos observa antes de aspirar fuertemente.

—No lo entienden, no quiero hacer esto. Pero no tendré otra opción que hacerlo —Coloca un dedo en sus labios—, ambos son mayores de edad. Por lo tanto, no puedo hacer nada para tenerlos a ustedes, pero los mellizos apenas cumplirán 15 años y como mi madre ha muerto y ella ha tenido la custodia. Ahora yo me haré cargo de la custodia de ellos.

Abro los ojos tartamudeando sin poder procesar palabra alguna, no lo creo. No puede hacernos esto, mis hermanitos. No nos lo pueden quitar, eso acabaría conmigo.

Lo observo con cautela para luego dirigir mi mirada a Nick que me observa con horror, mi cerebro se desconecta y lo último que sé es que estoy encima de él arañándolo y diciendo cosas incoherentes mientras, él, intenta no tocarme o hacerme daño alguno, pero no sabe que con lo que ha dicho ya me ha dañado lo suficiente.

Siento un jalón en mi cintura que trata de separarme del cuerpo de este señor que hace llamarse mi padre, lo golpeó con tanta fuerza que no sé de dónde ha salido.

Destrozos del alma© [ IL#1 ]Where stories live. Discover now