12. Conversaciones.

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—Lo siento, tuve un inconveniente.

Levanto la mirada antes de asentir distraídamente mientras observo con detenimiento como toma asiento. Nos observa a ambos y creo escuchar a Nick gruñir, ruedo los ojos.

Se arma un incómodo y tenso silencio en el que solo nos observa muy fijamente, suelta un poco su corbata color verde antes de aclarar su garganta.

—Ustedes se parecen demasiado —Frunce las cejas—, me hubiera gustado que trajeran a los mellizos.

—Oh claro, traerlos y decirles; miren chicos, éste es su padre, el que los abandonó cuando tenían 1 año y el que ahora de la nada se los quiere llevar. —Escupe Nick con sarcasmo.

—Nicholas...

Frunzo mis cejas antes de inclinarme un poco sobre la mesa ante su tono amenazante.

—No nos hables como si quisieras reprendernos, no somos niños.

—Sé que no son niños, pero me gustaría un poco de respeto. Sé que no lo merezco, pero seguro que su abuela los educó correctamente.

—Hizo algo que al parecer tú no quisiste hacer.

—Tú no sabes nada Nicholas. No sabes nada en absoluto, créeme, te reirás de toda la mierda que sucedió en aquellos días.

—Apuesto que me causará todo menos risa. —Terminó por decirle.

Cierro los ojos respirando fuertemente, los miro a ambos. Prácticamente son iguales y ni siquiera lo había notado, ojos grises y cabello castaño medio, ni tan oscuro, pero tampoco es muy claro. Aunque ambos parecen tener ese mal temperamento que nos identifica, suspiro con resignación captando la atención de los dos presentes.

—Ya, paren. Creo que ya es hora de dejar de lanzarnos malas excusas y malos recuerdos, no digo que nos olvidemos... sólo que evitemos el tema. Estamos aquí para hablar, no para lanzarnos mierda.

Me enderezo ante la mirada de ambos, los miro, Nick asiente lentamente. Gabriel suspira ante mis palabras para dejar su mirada en mí.

—Cometí errores de los cuales me arrepiento, pero Lillian y yo cometimos nuestro más grande error; abandonarlos. Ella se culpó por mucho tiempo, los buscamos por todos lados, pero fue duro y muy difícil dar con ustedes y al parecer mi madre había hecho un buen trabajo cuando le dije que se escondiera con ustedes.

>> Los busqué por mucho tiempo hasta que di con ustedes en aquel hospital, sabía que eran ustedes, nunca podría olvidarlos. Su madre murió hace dos años, no los conoció y eso es algo de lo que jamás me perdonaré. Pero... quiero empezar de nuevo, sé que ya es demasiado tarde, pero quiero intentarlo, los quiero devuelta.

Mentiría si digo que saber que mi madre murió no me dolió. Porque a pesar de que no compartí casi nada con ella y los recuerdos son tan nulos me duele, porqué, después de todo, ella seguía siendo mi madre. Suelta un suspiro, no le quiero tener lástima y dudo mucho que quiera que le tengamos lástima, pero no puedo evitarlo.

—No puedes pretender venir y querer fingir jugar a la familia con nosotros, no somos unos muñequitos que manejas o manejarás a tu antojo.

—Eso lo sé, Nicholas. Están dolidos y lastimados, lo entiendo. Pueden tomar todo el tiempo que quieran para pensar en mi propuesta.

Asiento y Nick me mira horrorizado, refunfuña en voz baja desviando su mirada a su celular, ignorándonos.

—Necesitamos tiempo, para pensar, para reflexionar y tomar una decisión, sólo no te apresures y vayas a movilizar los trámites de custodia.

Destrozos del alma© [ IL#1 ]Where stories live. Discover now