Embarazada de mi jefe (Terminada)

Capitulo 45

Sigo acostada en la cama. Christian me trata como una enferma, como hizo cuando estaba embarazada de mi pequeño Ted. Christian es demasiado sobreprotector, debo convencerle de que no hace falta tener doctoras en casa, estoy bien, y lo que necesito es intimidad, que me haga suya, y por supuesto los cariños de mi hijo, eso es lo que necesito, no vigilancia y seguridad.

Me levanto de la cama, ya sé que a Christian no le gustaría, pero lo necesito, quiero ir a ver a mi pequeño.

Mi Teddy sigue dormido, lo cojo en brazos y de pronto, estando en el pasillo, escucho una conversacion entre Gail y Taylor.

— Para nada se puede enterar de esto Anastasia, Christian estaba muy afectado. — Dice Gail preocupada.

¿Qué está diciendo?, ¿qué le pasa a mi Christian?, ¿de que no me puedo enterar?

Continuo escuchando para averiguar que es lo que me están ocultando, tengo derecho a saberlo, y odio que me mantengan al margen porque consideran que no me convienen las preocupaciones en mi estado.

— Lo sé Gail, pero está dormida, Christian ha pedido que no se hable del tema. — Contesta Taylor también preocupado.

— No puedo evitarlo Taylor, la pequeña Clarita está muerta, iba a venir aquí a Escala, no me hago a la idea. — Escucho los llantos de Gail.

Sujeto a mi hijo con fuerzas, me arrodillo en el suelo y trato de no gritar. ¿Cómo es posible?, ¿Clarita está muerta?, dios mio, mi niña, no puede ser...

Me levanto del suelo como puedo, me encierro en mi cuarto, dejo a mi hijo sobre la cama y me derrumbo. Esto no puede estar pasando, sabía que no tenía que haber dejado que Christian se la entregará a esa mujer, sabía que no era lo mejor para ella, siento demasiado dolor en mi corazón, es como si me hubiesen arrancado parte de mi, ella era como mi hija, no la he llevado en mi vientre, pero para mi lo era.

No puedo evitar llorar con todas mis fuerzas, y al hacerlo, Gail y Taylor entran en el cuarto nada más escuchar mis gritos.

— Dios mio Señorita, ¿qué la pasa?, enseguida llamo a Christian. — Dice Taylor muy nervioso.

Gail se agacha a mi altura y me acaricia la espalda tratando de tranquilizarme.

— Por favor Señorita, hable, ¿qué sucede?, ¿se encuentra bien?, ¿llamo a las doctoras?. — Me interroga Gail muy preocupada.

No saben que el único dolor que tengo es un dolor intenso en mi corazón por la perdida de mi pequeña, mi niña, ¿por qué has tenido que pasar por esto?

— No llames a nadie Gail, lo sé todo, sé lo de Clarita. — Digo y de nuevo lloro desconsoladamente.

Taylor llega enseguida.

— Señorita por dios, ¿qué ocurre?. — Vuelve a preguntar Taylor nervioso.

— Lo sabe Taylor. — Gail abraza a Taylor y se derrumba en sus brazos.

Clarita era de la familia, todos la habiamos cogido mucho cariño, y ahora ya no está, y aún no me hago a la idea. Me costó superar que se fuera, la alejarán de mi, pero nunca perdí la esperanza por volver a verla, cosa que en este instante acabo de perder, pues ya nunca más volveré a oir su dulce voz, ni podré volver a abrazarla, ni si quiera verla...

Solo pensar en ella, provoca que no pueda calmarme. Taylor me trae una tila, pero la tiro al suelo, estoy muy alterada, hasta la doctora ha venido preocupada.

Hecho a todos de la habitación, y marco a Christian.

— Lo sé todo Christian. — Contesto con la voz apenas audible en cuanto me contesta.

El teléfono se cae de mis manos y me tiro al suelo. No puedo más, no sé si voy a poder con esto, es demasiado doloroso.

Sé que Christian aún no ha colgado, pero no tengo fuerzas para volver a coger el teléfono. Christian me ha ocultado la perdida de nuestra pequeña y ni sé por cuanto tiempo, estoy harta de enterarme la ultima de todo, estoy cansada de la seguridad y la vigilancia, quiero que todo vuelva a la normalidad, quiero que Christian se tome los embarazos como lo haría cualquier hombre, no de esta forma, no quiero sentirme más como una enferma.

Frustrada, me levanto del suelo, cojo a mi Ted y bajo a la sala principal, donde Gail y Taylor se dedican a hablar, y como siempre cuando estoy presente, se hace el silencio.

— ¿Qué pasa?, ¿acaso Christian me está ocultando algo más?. — Grito muy enfadada. Sé que me arrepentiré de gritarles, ellos no tienen la culpa, solo siguen las ordenes del exagerado de Christian Grey.

— Lo siento Señorita, no es eso. — Contesta Taylor.

— En ese caso, Gail te voy a pedir un favor, quiero que te quedes con Ted, necesito salir un momento de Escala. — La entrego a mi niño.

— Eso no puede ser, ¿a donde quiere ir?, yo iré por usted. — Dice Taylor poniendose la chaqueta.

— Basta, quiero salir, sin seguridad, dejarme en paz. — Salgo corriendo antes de que puedan decirme nada o bloquear las salidas.

Ignoro los gritos de Taylor y Gail y consigo salir de Escala, lo necesitaba.

Me pongo la capucha de mi chaqueta, ya que está lloviendo y no sé a donde me dirijo, pero me alejo de Escala.

Después de horas caminando sin parar de llorar, acabo frente a un colegio, ya es tarde y no hay niños, pero no puedo evitar pensar en Clarita, me hubiese gustado llevarla al colegio de mi mano, y ahora ya nunca lo podré hacer.

Vuelvo a derrumbarme, me siento en un banco y comienzo a notar un dolor en mi vientre. Oh no, mi otra niña, espero que esté bien.

Trato de levantarme pero no puedo, el dolor se intensifica, estoy asustada, no sé lo que está pasando, esto no creo que sea normal.

Logro coger mi móvil, observo que tengo el móvil lleno de llamadas perdidas, mensajes...recuerdo lo exagerados que están todos conmigo y decido no llamar. Si Christian se entera de esto, las doctoras se quedarán en Escala y pondrá más seguridad, no es buena idea decirle nada, lo mejor será solucionar esto sola.

El dolor se intensifica, así que marco el número de la ambulancia. Tengo que ser fuerte, no puedo avisar a nadie, me seguíran tratando como a una enferma, y no lo estoy, ¿verdad?

Buenas noches, aquí traigo un nuevo capitulo.

Besoos