Let Me Die - YoonMin

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''Recuerdo la noche en la que conocí, te lo dije, te lo dije, yo te odiaba y sentiste el peso del mundo caer sobre tus hombros''

Era la noche del día siguiente, estaba mirando una película cuando recibió una llamada de Hoseok, preguntando si podía ir a su casa para pasar el rato, y como tan solo eran las ocho de la noche, dijo que sí.

Su padre no estaría hasta la media noche, y hasta entonces podría hacer lo que quisiera. Le avisó que Jin quería ir, y Yoongi aceptó con gusto el hecho de que él apareciera.

Aparecerían en una hora, en ese tiempo… Yoongi se daría un baño, y arreglaría un poco su habitación.

Quince minutos después, salió con una toalla alrededor de su cintura, y con el pelo despeinado.

Entró a su pieza tarareando una canción, y fue hacia el ropero para tomar su ropa interior, y una remera con un pantalón de mezquilla.

Tiró todo en la cama sin mirar hacia esta, y al darse media vuelta, levantó la vista y soltó un grito ahogado. Llevó la mano a su corazón que inició a palpitar con rapidez al saber que no solo Yoongi permanecía en el cuarto.

Alzó una ceja, y luego, respiró profundamente intentando entender que sucedía.

Él estaba ahí sentado en la cama con todo la ropa de Yoongi en su regazo, y con una sonrisa estúpida en medio de su cara.

- Ok, esto se te ha vuelto una costumbre…

Él miró hacia los lados, y su sonrisa se amplió.

- ¿Qué cosa?

- Entrar sin preguntar a mi casa, Park.

Soltó una risa leve, y dejó la vestimenta de Yoongi sobre su cama, y separó de la misma caminando hacia Yoongi. Lo acorraló contra el armario y su mirada bajó a todo su cuerpo que estaba cubierto por una toalla.

Yoongi, incomodado, bajó la cabeza.

-  ¿Podrías irte? No puedes estar aquí. — Pidió Yoongi en un susurro.

Jimin lo tomó del mentón.

- No soy como Jungkook, no te haré daño.

- Nunca me has tocado un pelo, y lo sé pero, el daño psicólogo es mayor. — Dijo mirándole directamente a los ojos. Yoongi, estaba teniendo un valor extremo para hablar con él.

Al saber que Jimin no lo golpearía, era más valiente. Cuando Jungkook lo insultaba, no había palabras para que el pudiera defenderse, de una u otra manera lo golpearía, y lo podrían dejar tan mal que, capaz nunca pudiera recuperarse.

Se acomodó la toalla, esta se estaba desatando del pequeño nudo que le había hecho.

Jimin se acercó más a el, juntando sus anatomías.

Yoongi quería alejarlo lo más rápido posible.

No soportaba tanta cercanía.

No soportaba que se mezclaran sus respiraciones.

No soportaba a la persona que tenía enfrente. Y tal vez, nunca lo haría.

- ¿Jungkook te mando a qué vinieras aquí a humillarme? — Yoongi resopló molesto sabiendo que eso seguro era verdad.

- No, vine por mi cuenta… Jungkook no me manda, perrito. — Lo digo en tono de burla, el ánimo de Yoongi explotó.

«Maldito imbécil.»

- ¡¿Por qué no te vas a la mierda?! — Le empujó en el pecho, y trató de tirarlo al piso pero no pudo hacerlo. — ¡Eres un estúpido! ¡Vete con tu maldito novio!