Let Me Die - YoonMin

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''Y todo el tiempo creí que te encontraría, el tiempo ha traído tu corazón hasta mí.''

Era jueves, habían pasado dos días de que volvió a su casa, pero todavía seguía sin recordar nada de las veinticuatro horas del lunes. Había estado observando la caja roja que Jimin había dejado con ansias por saber que había dentro, no la tocó, trataba de evadirla pero siempre le llamaba la atención. No sabía qué era, y tenía unas inmensas ganas de averiguar que contenía.

Caminó hacia su escritorio de madera, y agarró la cajita, examinó toda la parte exterior de la misma, era pequeña, tenía detalles en dorado, parecía que era de alguna joyería.

La abrió, y una palabra resaltó en la misma, se quedó maravillado. Era un colgante que poseía la palabra "Ángel" sobre ella. Al minuto que lo sostuvo sobre su mano, la volvió a meter a donde pertenecía.

«¿Por qué me dio esto?»

«Yoongi, no caigas en su juego. Te está usando. Nunca lo olvides.»

«No le importas, él te ve como un niño a un juguete nuevo.»

Era de noche, por lo tanto, volvió a la cama. A la mañana del día siguiente le entregaría la caja a Jimin para que se la dé a su novio, o alguno de todos los chicos y chicas que estaban locos por él. Yoongi no quería tener nada que tuviera que ver con Jimin, pero cada vez que intentaba alejarlo de su mente, el color de sus ojos se quedaba marcado en su cabeza como una imagen intacta.

{…}

Ninguna clase le coincidió con Jimin hasta que llegó Química. Él estaba rodeado de sus amigos, y su novio quien tenía a sus clones haciéndole la tarea a último minutos. No se atrevió a caminar hacia donde él, y por lo tanto, siguió su camino a su lugar de siempre con Hoseok a su lado.

La hora pasó muy rápido y cuando, no se lo imaginó, todos salían del aula con la única tarea: Salir del Instituto y no verlo hasta la semana que viene. Jungkook besó a su novio, quien le manoseó el trasero, y salió.

Yoongi le pidió a Hoseok que le esperara en la puerta por si Jungkook volvía, y le hacía algo. Siquiera, lo tendría a el para que lo ayudara.

Dejó la cajita en el pupitre de Jimin, y se dio media vuelta sin decirle ninguna palabra como lo tenía planeado, el miedo –que no supo de donde vino– se apoderó de Yoongi en el momento en que en vez de salir por la puerta, dobló en los primeros asientos para ir donde Jimin.

Él lo detuvo tomándolo del brazo, y sus cuerpos se chocaron. Yoongi se separó de él al instante.

- Creo que te confundiste de casa, eso no debía ser para mí — Dijo Yoongi tirando su brazo del agarre de Jimin.

- No, te lo llevé a ti porque quería que lo tuvieras.

- No me vas a comprar... Puedes dárselo a Jungkook o a todos los chicos y chicas que tienes atrás pero, a mí no me das cosas como esas porque no estoy loco por ti — Acomodó su libro que llevaba en mano, y vio como Jimin agachaba la cabeza para mirarle a los ojos.

- Quiero que lo tengas tú, ¿Si?

Yoongi negó con la cabeza, y se separó de él un paso.

- No quiero tenerlo entre mis manos, ¿lo entiendes?

Jimin rió, y se acercó un paso, terminando en la misma distancia que antes. Acomodó un mechón de la cabellera rubia de Yoongi, y el corrió su rostro para que no lo tocara.

- Si, lo entiendo — Sonrió — Pero, esto va en tu cuello.

Yoongi levantó la vista para observarle, se perdió en sus ojos. Eran muy lindos, pero no, el no iba a caer como muchos lo hicieron. Cada cosa que él decía era mentira, él siempre iba a ser la razón por la que se cortó la primera vez. Por la que su mente empezó a hacerle la contra, nunca nada iba a cambiar eso...

- Quédatelo, no lo quiero — Dijo, y se dio media vuelta alejándose de él, antes de salir por la puerta se detuvo. Jimin estaba con la boca boquiabierta — Tampoco deseo tenerlo sobre mi cuello, créeme.

Al decir esto último, salió del salón y se encontró con Hoseok, quien miró hacia dentro. Ambas sabían que Jimin sentía "algo" por Yoongi, pero el estaba con Jin y lo quería... Subieron al auto de Seokjin cuando escucharon que alguien gritó el nombre de Yoongi, sacó la cara por la ventanilla y se encontró que Jimin se había quedado parado en la calle mirando como el auto se iba.