11 (un día con Hide)

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Me alisté casi corriendo con mi uniforme, otro día en el que la alarma no funcionaba. Creo que debería cambiarla, si sigo así, en algún momento me despedirán y no quiero eso, en verdad que trabajar como repartidor de pizzas es genial, tiene sus beneficios, salvo que últimamente me toca ir a trabajar los sábados en la mañana, y eso no me importaría si no fuese por el hecho de que tengo que estar allí a las seis en punto ¿Es que ni el trabajo se puede compadecer de mi y mis horas de descanso?.

Empaco en mi maletín algunos libros que Kaneki dejó, no los regalaré pero si los prestare, pues al parecer a Nishiro-Senpai también le gusta esa escritora que tanto adoraba Kaneki.

Han pasado 30 días específicamente desde que Kaneki desapareció como por arte de magia de mi vida, y lo admito, no es nada fácil estar sin él, pero me las estoy arreglado un poco yo sólo, además, me prometí que lo esperaría y eso haré de la mejor manera, con los brazos abiertos y una cálida bienvenida.

Salgo y camino rumbo a la pizzería, el cielo esta despejado por primera vez en meses, tanto así que tuve que salir con una gorra para tratar de que no se quemase mi cara. Al llegar a mi destino, los "gemelos" me saludan animadamente, cada uno a su modo, Kohaku que es excesivamente alto, simplemente sonríe un poco y mueve su mano de un lado al otro, mientras el exageradamente pequeño Haruka mueven sus manos, cabeza y pies animadamente mientras grita mi nombre a todo pulmón, es como ver las dos caras de la moneda, no se parecen ni en lo mas mínimo pero se hacen llamar los gemelos.

—Hola chicos. —Marqué mi llegada en el aparato extraño insertando mi tarjeta.

—Vamos Hide, no seas así de seco. —Quejó Haruka inflado sus mejillas y haciendo un puchero, no tiene ni idea de lo tierno y cómico que se ve cuando lo hace.

—Y tu deja de quejarte, Hide no puede echarle agua a sus palabras. —Respondió Kohaku dándole un suave golpe en su cabeza.

—Calmense tortolitos. —Dije provocando que ambos me mirasen con ganas de asesinarme, lo normal cuando sacan el tema de que se gustan mutuamente —Que hasta donde se, no es verdad—.

Y así, después de haberme echado al suelo por las cosquillas que me habían hecho ese par, salí a cumplir con mis entregas ya encargadas; No eran muchas así que al cabo de unas cuantas horas termine, dejando la entrega más lejana al final.

—Toc, Toc, Toquiti, Toc. —Dije rápido tras la puerta de la CCG o las palomas, como le quieran llamar.

Rápidamente me abrió la puerta una o un albino(a) con partes del cuerpo cocidas con hilo rojo, nos quedamos mirándonos el uno al otro, y aun así no se si es chico o chica. Tranquilamente paso con una sonrisa junto con las cajas de pizza. Las dejo en la mesa principal de ese lugar tan elegante y noto como la o el albino(a) toma toda una caja para él o ella sola, si no fuera porque no puedo comerme las pizzas que tengo aquí, estaría igual echado comiendome una caja de estas por completo.

—¡Oye Hide! —Me llamó el castaño de ojos cafés, el más joven de por aquí aparte de mí; A pesar de ser uno de los que mejor me caen, con él siempre me siento avergonzado, pues lo que pasa es que... Nunca recuerdo su nombre...—. ¿Podrías cubrirme en la computadora? Es que tengo que hacerle un chequeo a estos papeles —Los alzó. Pobre, tiene mucho trabajo en la oficina.

—¡Claro! ¡No hay problema! —Me senté frente al ordenador, revisé los archivo, nada me pareció del otro mundo, hasta que llegue a uno de los últimos que me inquieto mucho.

Ghoul clase SS.

Nombre: -------.

¿Y si fuera Amor?Where stories live. Discover now