Capitolo quattordici

2.1K 167 43
                                    

Hoy nuevamente Juvia sería juzgada ante los del consejo mágico, pero algo no iba bien, algo estaba raro, pero ¿Qué podría ser?

—Joven Lockser ¿Sabe por qué está aquí nuevamente?— preguntó la misma persona que la había juzgado anteriormente.

—Juvia no lo sabe— contestó algo temerosa.

—Se han encontrado nuevas pruebas— hizo una breve pausa —las cuales apuntan que usted es culpable— dijo con semblante serio.

La maga de agua solo lo veía con los ojos abiertos como platos —¡Debe ser un error! ¡Juvia no ha hecho nada de lo que se le acusa!— dijo con desesperación.

—Lo sentimos mucho señorita— dijo observando a la joven —pero ha sido declarada culpable— dijo mientras los demás consejeros afirmaban con la cabeza.

La joven solo bajo la mirada mientras apretaba sus puños haciendo que sus nudillos se pusieran más blancos de los que ya eran.

—Juvia... Juvia es inocente— lágrimas llenas de impotencia salían de sus bellos ojos azules —Juvia no... ella no hizo nada malo— más lágrimas fluian sin cesar.

La joven no pudo más y cayó de rodillas en aquel suelo frío, cubriendo su rostro con ambas manos mientras las lágrimas caían sin deternese llegando a mojar el vestido que usaba en esos momentos.

—Llevensela— dijo con frialdad el juez.

Rápidamente dos guardias le tomaron por los brazos, levantando a la joven del suelo para acto seguido caminar con ella hasta la gran puerta de aquella sala.

La joven parecía un fantasma, como sí su alma hubiese abandonado su cuerpo físico, con la mirada al suelo, sus ojos sin brillo, opacos e hinchados, todo había acabado, no sería libre, ya no había esperanza.

Todos en el gremio no daban crédito a lo que sus ojos veían, pues una rana del consejo les mostraba mediante una lacrima, imágenes del pelirosa ayudando a escapar a la maga de agua, a mitad de la noche, todos guardaban silencio hasta que las puertas del gremio se abren dejando ver al pelirosa.

Todos le miraban fijamente, unos no creían lo que aquella lacrima mostraba, mientras otros solo le veían decepcionados y molestos.

—¡Natsu! ¡¿Por qué ayudaste a escapar a Juvia?!— gritó un peliescarlata golpeando la mesa donde se encontraba.

—¿Pero que estupidez dices?— respondió con otra pregunta el pelirosa.

—Natsu— le llamo una rubia —Está rana del consejo, nos acaba de mostrar como le ayudaste a escapar— dijo parandose cerca de él.

—Eso es una estupidez, la última vez que ví a Juvia fue hace 5 días— dijo mientras cerraba sus puños cada vez más fuerte.

Todos lo miraban, nadie decía nada, solo veían al pelirosa apretar los puños y dientes cada vez más, su furia y frustración se estaban haciendo presentes.

—Natsu hay pruebas— dijo la rubia cruzada de brazos.

—¡Metanse sus estúpidas pruebas por donde les quepan!— gritó realmente enfurecido dejando a más de uno con la boca abierta —Yo me largo— dijo dirigiéndose a la puerta del gremio.

Pero la rana impidió que esté siguiera su camino, colocando unas esposas anti-magia, el mago le miraba con sumo enojo y coraje.

—Lo siento señor, pero usted me debe acompañar— le dijo la rana mirándolo fijamente.

—Yo no iré a ningún lado— le respondió mientras volvía a emprender camino a la salida.

—No quería tener que hacer esto, pero no me deja opción— dijo sacando una especia de lacrima pequeña —Tendrá que venir aunque no quiera, joven Dragneel— dicho esto la arrojó hacía el mago.

Quien rápidamente cayó en un estado de inconsciencia, pues esta lacrima no era nada más ni nada menos que un sedante que se activa al ser lanzada, generando una leve descarga eléctrica en el individuo inyectando así el sedante.

—Disculpen el alboroto— dijo caminando hasta donde se hallaba el mago inconsciente —Yo me retiro— dicho ésto tomo al mago como costal en su hombro.

—¿A dónde le llevan?— preguntó un pelinegro.

—Lo llevaré a ERA, donde será interrogado sobre el paradero de la joven Lockser— dijo volteando a ver al pelinegro —Y permanecerá ahí hasta que haya confesado—

Dijo para finalmente salir del gremio con el pelirosa en su hombro; mientras en una pequeña celda de ERA se podía ver a una joven de cabello azul marino, charlando con el que en esos momentos es el guardia de su fría prisión, ambos hablando tranquilamente.

Por otro lado, a las afuera del bosque de Magnolia se podía ver una pequeña cabaña, hecha de madera, y dentro de ésta se podría apreciar a un mago de fuego durmiendo en una cama de aquel lugar.

El mago de fuego abría lentamente sus ojos, observando todo a su alrededor, hasta que su vista se posó en un sujeto, sentado no muy lejos de donde él estaba.

—Veo que ya has despertado— le dijo aquel sujeto cerrando un libro que se encontraba leyendo.

—¿Dónde...? ¿Dónde estoy?— preguntó el pelirosa.

—Estamos en las afueras del bosque de Magnolia— respondió con tranquilidad.

—¿Qué hago aquí? Y ¿Quién eres tú?— volvió a preguntar el DS.

—Te lo podría decir, pero no tiene caso, ya que vas a morir— acto seguido de su mano empezó a emanar una energía de color blanco.

Mientras esté apuntaba en dirección al mago de fuego, para después de esto salir disparada a donde esté se encontraba.

Hasta la vista, Natsu-san— dijo para volver a lanzar el mismo ataque, llegando de lleno hasta el pelirosa —Éste es el día en el que sabrán que soy el mejor mago del continente— se acercó y le miró una vez más, para después irse de aquella cabaña que yacía en ruinas.

—Eres un... maldito...— dijo demasiado débil para después caer inconsciente.

De las profundidades del bosque se veía a una silueta caminar, hasta donde estaba el mago de fuego inconsciente, para después con algo de esfuerzo levantarlo y con su brazo rodear su cuello.

—Tranquilo, todo estará bien— dijo aquella persona al aire —Los dos estarán bien— volvió a decir.

Emprendiendo camina hacía un rumbo desconocido, alguien desconocido con el pelirosa al borde de la muerte.

Mientras en ERA una joven de cabello color azul, hablaba con un hombre ya de edad algo avanzada. Pero entre la plática alegre, la joven hizo una mueca de dolor llevando una de sus manos, hasta la altura de donde se encuentra el corazón.

—¿Qué pasa Juvia?— le preguntó aquel hombre con tono d preocupación.

—Juvia... Juvia tuvo un mal presentimiento— respondió con angustia —Ojalá solo sean imaginaciones de Juvia—
















































Bien he me aquí, dado que no lograron las 30 estrellitas en el capítulo anterior hoy solo habra un capítulo unu

Pero bueno como solo faltó un poquito mañana les daré doble capítulo ^^

En fin espero que les guste el capítulo de hoy, la verdad me quebre la cabeza pensando como escribirlo, porque ya sabía que iba a venir pero no sabía de que forma expresarlo aquí xD

Pero aquí esta :3 así que espero les guste y lo disfruten ^w^

La Derrota del más Fuerte «Navia» [EDITANDO]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora