14. ¿Madre?

661 56 1
                                    

- Eren ¿Otra vez peleaste con esos chicos?

- Eren ¿Eres un hombre no? Entonces aguantante y protege a Mikasa.

Madre...

Perdoname

Soy un inútil

Nunca puedo hacer nada por mi cuenta

No pude proteger al hombre que amo

Perdoname por que una piltrafa como yo nació de alguien como tu.

- Eren, no permitiré que digas eso.

Sentí una bofetada que me hizo despertar

- ¿Eh?

Estaba....en la azotea...¿De mi casa?

- Eren

Me di la vuelta al reconocer esa voz.

Era ella......Mi Madre

- Madre.

- Eren, te has vuelto un hombre muy guapo.- dijo sonriendome

No pude evitar llorar, corrí a sus brazos y la abracé haciendo que soltara la sábana que tenía en sus manos.

- ¡Mamá! ¡Perdoname por favor!- lloré mientra la abrazaba con todas mis fuerzas.- Si hubiera podido salvarte....

- Eren, cálmate por favor.- decía pasando su mano sobre mi cabeza, su mano era tan cálida como la recordaba.- Aunque levantaras la viga, hubiéramos muerto los tres. Prefiero que ustedes sigan con vida a que ninguno sobreviviera. 

- Pero...si estoy aquí.- dije al darme cuenta y viendo que había recuperado mi cuerpo.- Es que estoy muerto ¿Cierto?

- No.- me dijo sacando un pañuelo de su bolsillo y limpiando mis lágrimas.- Sólo estás dormido, el Capitán Levi tiene un cuerpo muy fuerte como para sufrir por un veneno como ese, pero debe descansar para recuperar su energía.

Ella me sonrió y yo respondí de igual manera, ella aprobaba mi relación con Levi-san

- Eren, quiero pedirte perdon.- la miré confundido.- Yo me negué a que te unieras a la Legión, si me hubieras hecho caso, no podrías estar al lado del hombre que amas.

- Madre.- ambos nos miramos durante un rato, pidiéndonos  perdón por nuestros errores.

No sé cuánto tiempo nos quedamos así, su sonrisa sincera y su calidez ¿Cuantos años han pasado desde que la vi tan feliz?

- Ahora, debes cumplir tu deber, Eren.- tomó la sábana del piso y la tendió.- Eres un hombre ¿No?- me miró con firmeza.- Entonces ve y rescata al hombre que amas, quieranse con locura, aprecien cada segundo que pasan juntos, sean felices.

Asentí con emoción, el dolor había desaparecido, aunque ella ya no esté, siempre la recordaré con cariño. 

En ese momento, noté que tenía el uniforme de la Legión, al ver las sábanas recordé algo que hacía que mi madre riera divertida. Me acerqué y me paré frente a ella, levanté la sábana y le hice una cara graciosa, tal y como esperaba....ella comenzó a reír.

-------

El viento levantó las sábanas, ya no había nada a nuestro alrededor; sólo nosotros dos sonriendonos como nunca antes lo hicimos.

- Ya me voy, mamá.- le dije haciendo el saludo militar.

- Que te vaya bien.- dijo sonriendo antes de abrazarme.- Mi Pequeño Guerrero.

--------

Desperté en el mismo lugar donde había caído, la luz de las ventanas era muy poca y la puerta daba paso al frío de la noche.

Del Más Fuerte a la esperanza de la humanidadWhere stories live. Discover now