Capitulo 2

2.3K 89 1
                                    

Stole the snow- suena en mi teléfono despertándome una vez mas de mis maravillosos sueños con mi príncipe azul, que realmente es inexistente, ya que mi ultimo príncipe me salió rana, ya que es un gran capullo, y un dia decidió ponerme los cuernos con la niñera de su hermana.

Una vez bien despierta decido que es hora de darme una ducha, me dirijo a mi vestidor donde ya encuentro toda mi ropa que había colocado mi mamá y mi tía días antes de que yo viniera. Cojo un short vaquero, una camiseta blanca de piñas y unas converse blancas, y me dirijo a la ducha.  Una vez duchada y vestida bajo a la planta inferior a buscar a mi madre para ir a cenar con mi tia.

- ¡ mamá!  Ya estoy lista, ¿donde estas?
- Estoy aqui cielo- me dice mi madre desde el salón, donde estaba arreglando un taco de papeles encima de la mesa

- ¿que haces mama? - pregunto con miedo por lo que me pueda contestar ya que mi madre a veces se pasa de graciosa, a fin de cuentas ella tiene 38 años y es joven aún para hacer tonterías, como habéis podido comprobar mi madre me tubo con 21 años y a mi hermano con 27, un año después...  En fin,  un año después nuestra vida dió un giro y todo fue a peor.
- Estoy terminando de arreglar todo para mañana poder poner el gimnasio en marcha. ¿estas feliz Aria?

No, mama, no estoy feliz, como podría estarlo, me has despegado de todo aquello que me importaba,  pienso para mis adentros

- claro que si mamá, siempre que tu y Leo seáis felices yo también lo seré .

- Bien vamos princesa, tenemos una cena pendiente. Y usted señorita mañana empieza su nuevo instituto

- duaaj, ¿enserio mama?  ¿no puedo ayudarte con el gimnasio?

- oh, claro que podrás, por la tarde.

- venga ya, esto debe de ser una broma.

- ¿Me ves cara de que te esté contando un chiste?

-bueno mama, esta bien, ahora vámonos antes de que me arrepienta y me duerma otra vez.

Salimos de la casa corriendo, ya que si, gracias a esta señorita que se olvidó de su vida, de su alma, de su bebe o también llamado teléfono en casa hubo que volver a por él.

Iba mirando por la ventanilla hacia todos lados, aquí la gente se ve tan feliz, tan enérgica, nada parecido a los abuelitos que vivían en mi antiguo pueblo.

Ante mis ojos aparece una gran mansión, que al parecer debe de ser de mi tía, ya que a los segundos sale gritando por la puerta, de verdad, estas hermanas son iguales.

- ¡¡Ariia pequeeñaa!! - dice mi tía y al instante una lágrima amenaza con salir de mi ojo.
- Tia, no me llames así - paso de largo a saludar a mi hermano pequeño con un montón de besos por toda la cara
- su padre la llamaba así - explica mi madre por mi actitud.
- ¡¡ Aria para,  paraa!!, ¡¡mamaaa, Ariia me esta chupaando!!.

De repente oigo una risa ronca en mi espalda, me giro lentamente y ahí está, mi irritante primo Nick.

- Hombre Nick, tan feo e irritante como siempre.- en verdad mi primo era un dios griego esculpido milímetro a milímetro con con unas manos de oro, pero lo que tenia de guapo lo tenia de mujeriego e insoportable.

- Aria, tan chistosa como siempre, anda ven y dale un abrazo a tu hermoso primo. - ah, se me olvidaba, también es egocéntrico.

Después de nuestro abrazo y de saludar al tío Rick pasamos al comedor a cenar. La cena transcurre tranquila y en familia, mis tíos nos cuentan experiencias de cuando se mudaron y rápido llega la despedida.

- Adiós tía, adiós tío, Nick.

- Adiós bonitos- responde mi tía.

Nos montamos en el coche camino a casa, después de eso solo recuerdo subir las escaleras adormilada y cambiarme para después dormir, mañana será otro día.

Hasta siempre AriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora