11| Miedo.

18.6K 1.3K 102
                                    

ONCE.

(También, dedicado a ti, Alice)

MADYSON GREY. 


Sus ojos mieles me miraban con adoración mientras acariciaba mi rostro con uno de sus dedos. Y no sé porqué, pero me sentí tranquila. Su simple toque me hacía relajarme, era como si mi loba anhelara su toque y ese hecho también me tranquilizara a mí. Era como si supiera que él no me haría daño.

Estaba segura. Colton no me iba a hacer daño, no a mí.

—No quiero hacerte daño, Colton —solté sincera y una muy pequeña sonrisa triste apareció en su rostro— Por eso mismo no creo que deba seguir contigo.

Su mueca cambió, de nuevo. Se volvió a cerrar en sí, poniendo esa fachada fría que me impedía ver cualquier sentimientos suyo. Sus caricias se detuvieron detuvo su mano en mis labios.

—Menos mal —soltó y fruncí el ceño.

Sí, esto era lo que quería pero sentí dolor al oír eso ¿No le importaba?

—¿Qué?

—Menos mal has dicho creo —delineó mis labios lentamente— No estás segura y eso me da esperanzas.

—No deberías de tenerlas —repliqué— Colton, no quiero hacerte daño y tampoco quiero confundirte y sé que lo estoy haciendo.

—Tú quieres quedarte —afirmó.

—Pero prefiero mi libertad —completé su frase.

Reflexionó, lo ví en su rostro. Él miraba mis labios pero Colton realmente estaba reflexionando sobre lo que estábamos hablando.

—Conmigo no tendrás libertad ni aunque yo quisiera —comentó— La sociedad, tu función como Luna... —miró mis ojos durante un instante— Nunca tendrías libertad y te haría daño porque no podrías tener lo que anhelas —lo escuché atenta ¿Él me iba a dejar?

—Colton —lo nombre con esperanza.

¿De verdad él me iba a dejar ir?

—Pero soy un maldito egoísta —soltó y mi pecho se presionó— Y no puedo dejarte ir —mis ojos se cristalizaron, él abrió un poco mis labios y después me miró a los ojos plenamente— Lo siento, Madyson, pero no puedo dejarte ir —la primera lágrima mía cayó y él la limpió pero siguieron cayendo— Por favor, no llores, Madyson. Me destrozas.

—Colton, por favor —pedí— Podrás reconstruir tu vida con otra mujer que sí te quiera y que sí pueda darte lo que tú quieres.

Él siguió limpiando mis lagrimas.

—Lo que estás diciendo no te ayuda en nada —comentó con voz suave— Solo me hace pensar en que tú también harás lo mismo y mi sangre hierve al solo pensar que miras a otro con amor —gruñó y cogió mi rostro con firmeza— No podría verte con otro —negó con la cabeza— De verdad, que lo siento. No puedo dejarte ir.

Acercó su rostro al mío, pero lo giré y miré a un lateral. No quería verlo.

—Vete —ordené sollozando. No dijo nada— Colton, vete —repetí.

—No puedo —negó con la cabeza— No puedo alejarme de ti ahora.

Lo intenté alejar.

—Quiero que te vayas —espeté presionando mis manos sobre su pecho. Se quedó quieto— ¡Vete!

SOLO ELLA.Where stories live. Discover now