SOLO ELLA.

17 | Dudas y egoísmo.

DIECISIETE.

MADYSON GREY

Me encogí de hombros y entré en el salón de su brazo mientras Emily y Travis nos siguieron. Comencé a saludar a la gente con ánimo y a presentar a Evan. Todos parecían encantados con mi supuesto primo.

—Ahí se acerca tu noviecito, mejor me voy o me delataré —comentó y besó mi mejilla para después coger a una chica por sorpresa y sacarla a bailar.

—¿Estás contenta? —oí la voz grave de Colton susurrarme y me giré a verle.

Quería llevar todo bien con él ahora para que después no se enfadase cuando participara en el concurso.

—Lo estoy y aún más, ahora que estás aquí —me apoyé en su pecho y le miré con una sonrisa.

En ese momento, un flash nos iluminó y me sorprendí al encontrar a una chica jóven con una cámara. Miró a Colton con miedo y después se retiró enseguida. Pobrecilla. Sabía que Colton podía llegar a intimidar, yo había estado así los primeros días que lo conocí pero después pude ver que Colton, en realidad, era un amor. Y si ponías de tu parte, él también.

—Qué tierna —acarició mi mejilla y subió hasta tocar el fino antifaz— ¿Te lo dió Emily?

—No, fue un cachorro de la manada —contesté y ladeó la cabeza, con la mandíbula tensa.

—¿Un cachorro? —cuestionó y cogió uno de los mechones de mi cabello que estaba recogido en un moño. Asentí con la cabeza— No deberías de usarlo —gruñó— Si alguien le da una antifaz a otra persona, dando igual si es mujer o hombre, significa que la está marcando como posible cortejo —explicó y levanté las cejas sorprendida— Supongo que el cachorro lo hizo para molestar y solo no te digo que te lo quites porque te ves hermosa con él y sé que te gusta.

—No lo sabía —me excusé y asintió.

—Lo sé, mi Luna —se acercó y unió nuestro labios en un pequeño beso— Tenía muchas ganas de darte un beso, por más corto que sea.

Sonreí suavemente. Miré el traje que llevaba, era gris oscuro y se le ajustaba al cuerpo, resaltando los músculos de su cuerpo. Al parecer, Colton había empezado a hacer ejercicio o algo porque su cuerpo estás más musculoso. Él llevaba un antifaz más grueso de color plateado.

—Yo siempre aceptaré tus besos —susurré y me puse sobre la punta de mis pies para besar la comisura de su boca.

—¿Has pensado sobre lo nuestro? —preguntó en un susurro.

—Sí, pero ¿de verdad crees que este el mejor lugar dónde hablar de eso? —pregunté divertida y sonrió.

—Tienes razón —contestó— Ya hablaremos después de esto, de momento —alzó la vista, separó un poco nuestros cuerpos para tomar una de mis manos— Tenemos que ir arriba para colocarnos para que empiece el concurso.

Y el momento feliz se acabó. No quería estropear la felicidad que había ahora mismo entre los dos haciéndolo enfadar por participar en el concurso pero de verdad que quería participar. No le veía nada de malo y no creo que se vaya a cabrear mucho si bailo en el concurso. Solo era un baile ¿no?

—Claro, ve yendo tú que tengo una emergencia de... chicas —hablé bajo y asintió— Ahora te busco.

—Te esperaré —me sonrió y después de besar mi cabeza, se dió la vuelta para caminar.

Miré mi reloj y ví que faltaban quince minutos para medianoche. Suspiré y busqué a Evan por la pista de baile, encontrándolo sonriéndole a una chica que enseguida fue intercedida por un chico que miró mal a mi amigo y lo empujó. Evan alzó las manos y se dió la vuelta para salir de ahí. Me miró y sonrió ampliamente.

—¿Qué tal la caza? —cuestioné cruzándome de de brazos.

—¡Son verdaderamente celosos aquí! —negó con la cabeza— ¿Preparada para el baile? Ya nos he apuntado.

—Claro —respondí un poco dudosa.

—No te vengas a arrepentir, Mady —puso su mano en mi hombro— Por una vez en tu vida, sé egoísta.

—Las cosas con él están bien ahora, no quiero joder esto —ladeé la cabeza.

—Solo es un baile —bufó— Seguro que no se enfada tanto.

—Rezaré para que eso sea así.