SOLO ELLA.

19 | Un tema del que hablar

DIECINUEVE.

MADYSON GREY.

—Venga, Mady, alegra esa cara —pidió Evan mientras bailaba.

Sonreí suavemente. Sus manos estaban en mi cintura alta y su cuerpo se mantenía a una distancia prudente mientras marcaba el ritmo de la música que resonaba a gran volumen por todo el salón.

Miré a nuestro alrededor. Habían bastantes parejas bailando cómo nosotros pero más pegados, obviamente eran pareja. Pasé mi mirada más allá encontrándome con algunas caras conocidas de la servidumbre o de la manada deleitándose con el espectáculo.

—Mady, tengo que hablar contigo —habló claro y asentí con la cabeza.

—Te escucho.

—Verás, en realidad, no he venido exactamente a visitarte por nada —lo miré de reojo pero seguí viendo nuestro alrededor.

No estaba disfrutando del concurso cómo debería porque estaba pendiente de cuándo Colton iba a aparecer por la entrada para llevarme con él y gritarme enfadado.

—¿Ah, no? —no le tomé mucha importancia.

—Quería hablar de tu madre y de tu tío —contestó y me giré a verle sorprendida.

—¿Qué? —pregunté moviendome torpemente.

—Mady, declaré en contra tuyo en el juicio de la muerte del Príncipe Erick —soltó y fruncí el ceño mientras dejaba de moverme pero él me obligó a hacerlo— Déjame explicártelo.

—¿Pero de qué mierda hablas? —gruñí— ¿Por qué?

—Todo tiene su justificación pero... —alzó la vista y seguí su mirada para encontrarmelo mirando hacia la terraza en dónde debería de estar Colton, Dylan y la chica que hacía de juez— Ven conmigo y te lo explicaré.

—No iré contigo a ningún sitio —espeté molesta— Evan ¿Te estás escuchando? Dices que quieres hablar de mi madre y mi tío, y luego me dices que testificaste en mi contra en el juicio —negué con la cabeza.

—No, Mady, solo escúchame —ordenó y me alejé de él.

—Y una mierda,

Me dí la vuelta para irme pero me cogió con fuerza de la muñeca y tiró de mí por toda la pista de baile. Intenté soltarme.

—Madyson, joder, te he pedido que me escuchases —gruñó.

—Suéltame —hice fuerza justo cuando salimos del pasillos y lo miré mal— ¿Qué quieres, Evan?

—Que me escuches pero ahora no nos da tiempo —miró hacia la entrada de la puerta— Ven, por favor.

Miré su gesto preocupado y me dí por vencida. Evan había sido mi amigo siempre y aunque testificó en mi contra, no cambia mi amor por él.

—No saldré de Silver —advertí y asintió.

—Sube a mi espalda —pidió y asentí— Agarrate.

Hice lo que me pidió y comenzó a correr hacia las escaleras para comenzar a subir las escaleras a una velocidad sobrenatural. Cuando me quise dar cuenta, estábamos en la terraza del último piso.

—Te escucho —me mantuve a una distancia prudente.

—Testifiqué en tu contra por tu bien —empezó a hablar— Si quedas bajo sospecha, estarías encerrada aunque pensé que iba a ser con Alec y no con el Alpha Colton —me miró serio— La reina Deborah te quiere matar.