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Me levanté sintiendo mi cuerpo muy pesado, estornudaba y los mocos se me caían, además me sentía caliente y sudoroso.

Puta mierda, me había enfermado, era Jeon JungKook, el puto amo del universo ¿Cómo podía enfermarme?, no tenía lógica.

Me bañé con agua fría para bajar la temperatura, y luego me vestí con mi uniforme; no faltaría al colegio, esto no era nada, en cualquier momento me sentiría mejor.

Fui hasta la cocina, desayuné algo preparado por mí, ya que seguía intentando evitar a Jin, y, antes de cruzarme con nadie, me largué al instituto.

..

—Hola, DaHyun, Tzuyu— saludé simpáticamente a unas compañeras, una vez me las encontré en la entrada del instituto. Estos dos seres, habían sido los elegidos como nuevos súbditos. Desde ahora, me tocaba manipular sus mentes, y luego simplemente romperlas, para poder servirme.

—Hola, JungKook— me saludaron acercándose.

—¿Qué ocurre? — les pregunté notando su mirada preocupada.

—Te ves enfermo— comentó Tzuyu —La clase de habilidad es muy agotadora, mejor ve a la enfermería—

—Estoy bien, estoy bien, gracias, pero quiero ver como es la clase de habilidad, en mi antiguo instituto no había— conté con una falsa amabilidad.

—Puedes mejor quedarte en las gradas, el profesor es muy estricto, también extraño— comentó DaHyun.

—Eso haré— le dije sonriéndole —Ya, vayamos allí— propuse y ellas asintieron siguiéndome.

Llegamos hasta el campo, rodeado por una pista de atletismo, y me senté en las gradas a observar lo que harían. Estaban todos los de mi grado, o sea, primero, pero el profesor no llegaba, hasta que un hombre treintañero, con lentes para el sol y ropa casual, la cual, no se veía como la de un profesor, llegó al montón de alumnos que se quejaban por la espera.

—50 vueltas— ordenó sin prestarles atención —¿Acaso son sordos?, muevan el culo, flojos— exclamó.

Vi como todo el grupo de retrasados se ponía a correr si siquiera abrir la boca, de cómo les hablo ese profesor.

Por favor, que intente hablarme así a mí.

De repente, ese profesor volteó hacia mí, y comenzó a caminar en mi dirección. Lo observé acercarse, y sentí que se venía la guerra.

—¿Qué pasa?, ¿eres sordo?, gordo retrasado, a correr— dijo subiendo sus gafas y viéndome con una mueca.

—¿Gordo retrasado?... ¿me llamaste gordo retrasado? — susurré mientras un tic me aparecía en el ojo, apretaba la mandíbula y lo miraba amenazador.

—¿Qué?, ¿estás sordo? — soltó despectivo

—¡Te mataré! — gruñí mientras me paraba, y le saltaba encima —¡Gorda retrasada tu madre, hijo de puta! — exclamé arañándole la cara.

—¡Mi cara no, maldito bastardo! — exclamó mientras jalaba mi cabello intentando apartarme de él.

—¡Haré que te arrepientas del día que elegiste ser profesor, maldita mierda! — exclamé mientras le daba un rodillazo en la entrepierna. Al ver como se retorcía me levanté.

—Jamás te metas con Jeon JungKook, maldito fracasado— al momento que le dije mi nombre, él me observó sorprendido por un momento, no sé en qué pensaba, yo sólo observé despreciativo.

La posada [JIKOOK] EDITADO.Where stories live. Discover now