24

8.2K 838 362
                                    


Habíamos pasado horas jugando, cuando repentinamente golpearon la puerta.

—Ve a abrir tú— me quejé.

—Soy tu hijo adoptivo, ve tú—

—Usando lo de hijo adoptivo ¿eh? Diría que me engulleses, pero, realmente, hacer levantar mi cómodo trasero me molesta— dije levantándome y yendo hasta la maldita puerta, donde seguían golpeando.

—¡Oye, si rompes, la pagas! — exclamó BamBam y así ya no se escuchó más golpeteos molestos.

—¿Quien? — solté, abriendo la puerta.

—Yo— respondió una voz molesta.

—Hm, tú— solté con molestia al ver a JiMin.

—Nos vamos— dijo autoritario, y yo no tarde en echarme a reír.

—Clar...— no terminé de hablar que, el muy hijo de puta, repentinamente me sujetó, y me cargó sobre su hombro, como una bolsa de papas —¡Bájame! —.

—Cállate— soltó y comenzó a caminar rápidamente hasta salir del edificio y entrarnos en un automóvil —Vamos— pronunció presionando un botón, y el vehículo comenzó a moverse. Era de imaginarse que Parker tendría chofer.

—Explicarás esta mierda o ¿esperas a que salt...? —

—Que-te-calles— dijo sentado junto a la otra ventana.

—No me mandas, no me call...— JiMin moviéndose rápidamente, se posicionó junto a mí, y puso su mano en mi boca.

—Cállate— dijo más suavemente.

Yo volteé hacia la ventana, sacando su mano de mi boca y permanecí en silencio. Ya no me quedaban ganas de hablar.

..

Luego de un largo viaje silencioso, llegamos hasta la mansión Parker, que rápidamente, luego de bajar, entré.

—¿Lo mandaste a buscarme? — le pregunté a Jin, al ir a buscarlo a la cocina.

—¿Quien? — preguntó alzando una ceja.

—JiMin—

—¿Fue? — soltó sorprendido —Yo no mande a nadie, sólo comenté que te quedarías con tu amigo, algunos días—

—Fue a buscarme— me quejé y Jin suspiró.

—Entiéndelo, estaba preocupado—

—No quiero entender a los traidores, y tampoco creo en su preocupación— gruñí, y me fui de allí a mi habitación.

..

Nos encontrábamos en la mesa cenando, cuando...

—Podrías explicarnos sobre tu trabajo, JungKook— pidió Jin.

—Yo aún sigo sin creerlo— soltó Zico.

—¿Realmente lo haces? — cuestionó Suga.

—Si— afirmé, rodando los ojos.

—¿En dónde? —preguntó NamJoon.

—Un restaurante— respondí inexpresivo.

—¿De? — preguntó el caballo naranjo.

—Mesero— seguí igual de inexpresivo.

—¿Con la autorización de? — preguntó Jin.

—... Mi madre— mentí —Ya dejen este interrogatorio o los mandaré a cagar— les amenacé al notar como el rubio llevó la mirada hasta mi al nombrar a mi madre.

La posada [JIKOOK] EDITADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora