29

9.5K 906 473
                                    



Al despertar, lo primero con lo que me encontré fue con unos hermosos y brillosos ojos negros, no tarde en percatarme que eran los de JiMin.

—Buenos días— saludó con una pequeña sonrisa al verme despertarme.

—Buenos días— pronuncié sin despegar mi mirada de él, me sentía de alguna forma atrapado por su mirada —¿Hace mucho despertaste? — pregunté curioso.

—Si— dijo algo dudoso.

—... ¿Por qué no me despertaste? —

—Te veías muy cansado, y con todo ese desahogo de ayer, creí que sería mejor dejarte dormir— comentó —¿Estás bien? —.

—Sí, y también estoy muy cómodo— comenté con una pequeña sonrisa notando que estaba entre sus brazos.

—Yo también— pronunció mientras llevaba una de sus manos hasta mi cabello a acariciarlo —Siempre te protegeré, te prometo que algo como lo de Song no volverá a ocurrir jamás—

Permanecí en silencio sin saber que decir, sólo observaba sus ojos.

—Mira esto— pronuncié de repente y JiMin me observó con atención, al cabo de unos segundos se escuchó el gaznar tan familiar, de un patito en mi mano.

—¿Patipato? — pronunció JiMin sorprendido.

—Si— dije sonriendo feliz mientras el rubio acariciaba la cabeza del pequeño amarillo —¿No sientes como estuviese la familia completa de nuevo? —

—Si— dijo mientras me observaba a los ojos, también sonriente.

—Iré a llevarle a Patipato a mi hermano, ya regreso— dije luego de unos minutos acariciando al pequeño con JiMin.

—Te espero— pronunció y yo le sonreí.

Luego de haberle llevado Patipato a mi hermano y que este se pusiese muy feliz, mientras corría a enseñárselo a el caballo naranjo, regresé a la habitación de JiMin, y una vez allí regresé a acostarme a su lado mientras permanecía oculto en su cuello, mientras respiraba su aroma que tanto me gustaba.

—A veces pienso en lo pequeño e indefenso que eres, a pesar de tu personalidad— comentó de repente el rubio, mientras aun acariciaba mi cabello.

—...Yo no soy pequeño— balbuceé.

—Le eres, muy pequeño—

—Si yo soy pequeño, tu eres teñido— dije divertido.

—Sabes que no soy teñido—

—Sabes que no soy pequeño—

—Lo eres—

—Y tú eres oxigenado— dije haciendo un puchero.

—Quieres que te castigué ¿no? — lo oí mientras su cuerpo comenzaba a sentirse frio.

—¿De nuevo intentarás matarme con tus habilidades? — solté.

—Sabes que aquellos eran accidentes—

—Uhm— pronuncié mientras me separaba de él, pero me abrazó fuertemente evitando que me escapase.

—Aquellos eran accidentes, estando cerca de ti me era imposible controlarme— dijo firme.

—¿Ahora puedes hacerlo? —

—Sí—

—¿Y porque antes no? —

—Porque era algo nuevo a lo que nunca me había enfrentado—

La posada [JIKOOK] EDITADO.Where stories live. Discover now