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El viaje hacia casa fue largo y silencioso, mientras mi hermano dormía en mi regazo, yo me mantuve escuchando música con mis audífonos a todo volumen, tratando de olvidar todo, tratando por algunos momentos sentirme un chico humano sin habilidades, un chico normal.

..

Caminábamos por las calles vacías, mientras observábamos las estrellas.

—¿Mamá sigue en su luna de miel? — preguntó mi hermano.

—Eso creo; hace tanto que no sé de ella que, sólo siento como si nos evitase— dije mirando la luna.

—¿Irás a esa organización? ¿De Song? — preguntó, luego de un rato de silencio.

—Debo hacerlo, quiero respuestas— dije divisando nuestra casa a lo lejos.

—¿Es peligroso? —

—Tal vez, pero no debes preocuparte—

Cuando llegamos hasta nuestra casa, tomé mi llave e intenté abrir la puerta principal, pero muy extrañamente esta no se abría, por lo que decidimos intentar por la puerta trasera.

—Qué extraño, en esta tampoco funciona— dije intentando abrir la puerta, cuando me cansé de eso, agarré una roca y rompí el vidrió de la puerta, metí mi brazo, de esa forma saqué el seguro y entramos.

Ingresamos a nuestra casa, totalmente a oscuras, pero cuando nos dirigimos a la sala, notamos que esta estaba vacía.

—Deben estar remodelando o pintando— dije eso, para no decir lo que realmente pensaba

—¿Qué haremos ahora? —

—Ya estamos aquí— contesté mientras subía a la segunda planta, en esta, nuestras habitaciones tenían nuestras cosas, por lo que mandé a mi hermano a dormir mientras, me sentaba en mi balcón para mirar las estrellas.

—Todo esto es una mierda— susurré para luego abrazar mis rodillas; me sentía tan solo, y lo estaba, pero me sentía demasiado vulnerable como para querer la compañía de alguien.

Escondí mi cabeza en mis rodillas, tratando de apartar aquello que pensaba; el por qué, la casa estaba vacía. De un momento a otro comencé a sentir una presencia a mi lado, supuse que era mi hermano por lo que le resté importancia, sólo me mantuve en esa posición. Aunque, momentos después, él comenzó a acariciar mi cabello, tratando de relajarme. Al rato de que estuviese acariciando mi cabeza, yo llevé mi mano a la suya y entrelazando nuestros dedos, la sujeté con fuerza.

Algo allí era extraño, quizás que la mano que estaba sujetando no parecía la de TaeHyung, ni el perfume que el viento llevaba hasta mí, por lo que decidí llevar mi mirada hasta él, pero a quien vi que dejó boquiabierto.

—¿Qué haces aquí? — le pregunté soltando su mano.

—Tu primo me pidió que te siguiera y me asegurará que todo estuviese bien— respondió JiMin seriamente, sin despegar su vista del suelo.

—Debí imaginar que haría algo de eso— murmuré llevando mi vista hasta el suelo también.

—... ¿Qué sucede? — preguntó luego de un largo silencio.

Yo abracé fuertemente mis rodillas y volví a esconder mi cabeza en mis rodillas.

—La casa está vacía— dije luego de un suspiro entrecortado —Y, aunque le diga a TaeHyung posibilidades de lo que debe estar sucediendo, sólo estoy tratando de auto convencerme de que no es lo que en verdad pienso—

La posada [JIKOOK] EDITADO.Where stories live. Discover now