La posada [JIKOOK] EDITADO.

08

Mientras desayunaba, observaba a todos esos imbéciles, que se miraban entre ellos, cómplices.

—¿Y, JungKook?, ¿te sientes bien? — preguntó Jin, mientras desayunábamos.

—Claro, como recién nacido— dije sarcástico, mientras comía mis cereales. Sabía que me encontraba ojeroso, y me veía cansado, pero no había tenía energía ni para maquillarme.

—Ah, sí, genial— soltó mi primo, parecía contener las ganas de saltarme a la cara y obligarme a hablar.

Jeon JungKook no abrirá la boca, ni que les fuese a contar de mi traumático recuerdo y mis problemas de identidad.

—¿No pudiste dormir? — me preguntó Suga. Yo observé al de cabello menta y sonreí.

—Si lo hice, y por la mañana se me ocurrió maquillarme ojeras, para verme más interesante— solté sarcástico, sonriéndole de forma estúpida; presentí que Suga quiso volver a hacerme una llave al cuello.

—Pero, te ves cansado también— habló NamJoon.

—Va a juego con las ojeras— dije; reí levemente al ver como se desesperaban.

—JungKook hablando enserio, ¿hay algo que te preocupa? — habló HoSeok, mirándome fijamente.

—¿Ah? ¿Sólo eso querían preguntar? — solté, haciéndome el estúpido —Hombre, me lo hubiesen preguntado desde el inicio, en vez de hacerme perder tiempo— comenté negando con la cabeza —Próximamente habrá un concierto de G-D, me imaginó que nadie me comprará la entrada excesivamente costosa, y he estado pensando en vender un riñón, he estado analizando cómo sería mi vida sin uno, asusta un poco que la operación vaya a matarme, pero lo que sea por mi G-D—

—Recuerdo que habías ¿pateado a alguien por las escaleras? porque había hablado mal de G-Dragon ¿no? — soltó NamJoon pensativo —Eso causó una de tus expulsiones—.

—Lo ves, él es life, necesito ir a su concierto, mi vida depende de eso— dije comenzando a desesperarme —Jin, págame la entrada—

—Ni loco— soltó volviendo a desayunar —Tampoco puedes vender ningún órgano—

—¿Y a mi hermano?, seguro el caballo pedófilo me da una buena suma— solté mirando al caballo naranjo.

—JungKook— regañó Jin y reí levemente.

Observé como todos continuaban desayunando y regresaban a actuar como de costumbre. Volví mi vista a mis cereales, comencé a revolverlos de forma aburrida, ya sabía que no volverían a decir estupideces ni preocuparse por mí. No necesitaba nada de eso, yo estaba bien, o bueno, lo que me estaba jodiendo era algo que ocurrió cuando tenía 6 años, sólo debía dejarlo estar.

De repente llevé mi mirada hacia quien estaba sentado frente a mí, allí estaba JiMin, este me observaba tan fija y penetrantemente que por un momento me asusté que se hubiese dado cuenta que había estado actuando.

—Ya me voy— dije levantándome, tratando de ignorar la mirada del oxigenado.

Luego de cambiarme y agarrar mi mochila, prácticamente salí corriendo.

..

No había demorado demasiado en llegar hasta lo del profesor Kang. Frente a su puerta toqué repetitivas veces el timbre, hasta que, con cara muy irritada, abrió.

—Hola, profesor— saludé, mientras pasaba de él e iba a arrojarme sobre el sofá.

—Creí que nunca volverías, muy bueno para ser verdad— soltó cerrando la puerta.