4.- "Recuerdos y complicaciones"

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La primera vez que HoWon habló con DongWoo fue cuando ambos tenían 16 y 18 años, eran compañeros de universidad, estudiaban danza y por esa misma razón congeniaron durante la primera clase.

DongWoo era demasiado cálido y HoWon algo cerrado, pero eso no fue impedimento para que se hicieran mucho más cercanos.

Tanto que HoWon terminó enamorado del mayor con dientes de dinosaurio, y este último del chico de muecas graciosas.

Jang tomó la iniciativa y le dijo a su menor lo que sentía, a lo que él simplemente sonrió y, rodeando sus brazos en la cintura ajena, estampó sus labios en los contrarios, susurrando antes un "Me gustas mucho también, hyung".

Ese día se volvieron novios, su relación se fortaleció como nunca, ambos tenían ya 24 y 22 años cuando se graduaron como bailarines, abriendo así su propia academia de danza.

Todo fue feliz por mucho tiempo, se mudaron juntos y adoptaron un lindo labrador al que llamaron Bobby.

Pero no todo es color de rosa ¿verdad?

Cuando Jang cumplió 27 años comenzó a ser algo torpe, se tropezaba seguido y a veces botaba las cosas por no cogerlas a tiempo, también chocaba con las paredes y su coordinación fallaba al bailar.

Su pareja le sugirió que fuera al médico, y lo hizo, pero grande fue su sorpresa al descubrir lo que padecía.

Le diagnosticaron una enfermedad neurológica gravísima, una que poco a poco acabaría con su existencia.

Degeneración espinocerebral*.

HoWon no pudo creerlo al enterarse, pidió a su novio que buscara la opinión de otros expertos, negándose a la realidad que enfrentaba.

DongWoo no hizo más que abrazarlo, emitiendo una amarga sonrisa en tanto sus manos acariciaban con ternura el corto cabello negro que estaba en la nuca de Lee.

"Todo estará bien, mi amor" Había dicho Jang en ese entonces.

Y HoWon le creyó, como pudo, aún negándose al sufrimiento que tendría que pasar.

Por unos meses todo estuvo bien, DongWoo siguió dando clases en la academia, pero poco a poco eso fue volviéndose imposible. Sus movimientos torpes y lentos generaron burlas entre algunos estudiantes y reclamos por parte de los padres de estos.

Durante una de las juntas de padres –a las que por obvias razones a DongWoo no se le permitió asistir– estos mismos se quejaron. Fueron tantos reclamos a la vez que Lee explotó, gritando:

"¡Él tiene degeneración espinocerebral!" Vociferó. "El profesor Jang no puede coordinar sus movimientos bien, esa es la razón de que... de que..."

No pudo continuar.

Todos los padres callaron por unos minutos, y HoWon esperó que sus gritos no se hubieran escuchado en la oficina de al lado en la que su novio ordenaba como podía el papeleo, con sus dedos apenas captando las órdenes de su cerebro.

La enfermedad estaba avanzando.

Lee esperó que los apoderados comprendieran, que tuvieran un poco de empatía hacia ellos.

Jamás se esperó las palabras que le dijo la Señora Kang.

"¿Está enfermo?" Preguntó, con los ojos poco a poco entrecerrándose y su boca adquiriendo una mueca de disgusto. "¿Cómo es posible que un descapacitado le esté dando clases de baile a mi hijo? ¡Esto es inaudito!"

Los demás progenitores de los pupilos problemáticos comenzaron a apoyarla, diciendo que retirarían a sus hijos de la academia, repitiendo una y otra vez sus palabras, que DongWoo era un enfermo, un descapacitado.

Lee no lo soportó más.

"¡Fuera de aquí!" Volvió a gritar, y a empujones logró sacar a todos de la pequeña sala de reuniones, con sus ojos apenas aguantando las lágrimas.

Se apoyó en la puerta y suspiró, tratando de apaciguar el nudo de su garganta. El aire que atravesó el camino desde sus pulmones hasta el exterior se vio entrecortado por los sollozos que poco a poco comenzaban a ahogarlo.

"No se preocupe, profesor Lee" Le dijo la madre de YiXing, uno de sus alumnos extranjeros. Ellos habían llegado desde China en busca de mejores oportunidades para sus vidas. Ella era madre soltera, por lo que apenas y arañaba la vida para manterse a sí misma y a Lay, como solían decirle. El pequeño era tan apasionado por el baile que HoWon aceptó recibirlo con una beca que pagaba casi el cien por ciento de la mensualidad, él sabía que el chico tenía un gran futuro. "Todo va a estar bien"

Los demás padres que quedaron allí, se acercaron también, palmeando los hombros de HoWon y diciéndole que entre todos ayudarían a DongWoo.

Lo que HoWon jamás supo, es que DongWoo sí había escuchado lo que pensaban los problemáticos padres, justo cuando iba a entregarle a Lee las encuestas que los apoderados debían llenar para saber qué pensaban de la academia y si veían el progreso de sus niños.

Se los topó cuando salían del edificio, Jang iba sosteniéndose de la pared para no perder el equilibrio. La Señora Kang se percató de su presencia y le dijo:

"Profesor Jang, usted es un incompetente, no debería realizar más clases. Viendo lo enfermo que está, probablemente usted esté muerto antes de que mi hijo aprenda a bailar"

DongWoo se quedó estático mientras los veía salir por fin al exterior, y se permitió llorar unos cuantos minutos antes de por fin aparecer en la sala de reuniones donde se encontraba su novio.

"Bue-buenas tar-des" Saludó DongWoo cuando hubo ingresado, su capacidad para hablar viéndose ya afectada. Aun así, recibió una sonrisa de parte de los padres. "Hoya, te traje la-las... encuestas"

HoWon se acercó y recibió lo que traía en sus manos el bajito. Posteriormente lo dejó encima de una mesa que había a su lado y lo abrazó.

"Todo estará bien, cariño" Le dijo.

Y Jang, correspondiendo torpemente, decidió creerlo, también.







*La degeneración espinocerebral es una enfermedad en la cual las neuronas del cerebelo (la zona del cerebro que controla la coordinación muscular y el equilibrio) se deterioran y mueren. Una persona con esta enfermedad por lo general termina con la necesidad de utilizar una silla de ruedas, y, finalmente, es posible que necesite ayuda para realizar las tareas diarias.
El destino inevitable de esta enfermedad es la muerte.

El hospital || Infinite.Where stories live. Discover now