10.- "¿Sería mejor si...?"

105 13 5
                                    

HoWon y MyungSoo se habían conocido hace muchos años. Sus padres eran amigos, y aunque vivían en distintas ciudades nunca tuvieron una mala relación.

Tal como sus progenitores, se volvieron amigos. Y no fue hasta que Hoya se mudó para ir a la universidad que su amistad se afianzó más.

MyungSoo se había vuelto médico, un neurólogo, y Hoya bailarín; por sus trabajos no pudieron pasar mucho tiempo juntos.

Hasta qué pasó.

DongWoo cayó enfermo, y HoWon no pudo pensar en nadie más para que tratara al amor de su vida.

"Claro que lo haré" Respondió MyungSoo, luego de leer el diagnóstico de Jang. "No voy a dejarte en esto, Hoya"

Y Lee se lo agradeció entre lágrimas.

•••

"Vamos, bebé, tenemos que ir a tú revisión hoy" Hablaba HoWon, tratando de despertar a DongWoo, quien no era alguien de mañanas.

El mayor y apenas había soltado un gruñido, acomodándose entre las mantas para seguir durmiendo. Hoya no se lo permitió, por supuesto, sino que lo destapó completamente, a lo que el mayor lenta y cortadamente se encogió, estirando sus manos temblorosas para alcanzar las frazadas.

"N-no quie-ro" Habló, haciendo un mohín.

"¿Ah no?" Preguntó el menor, tomándolo en sus brazos para llevarlo hasta el baño, dejándolo sentado en la taza. "Entonces no comeremos sushi hoy, cariño"

Y los ojos de DongWoo se abrieron, colocando una expresión de horror en su rostro.

"Es-o es chan-taje" Protestó, cruzando sus brazos y frunciendo el ceño.

"Entonces iremos a tu revisión ¿de acuerdo?"

DongWoo negó, con una expresión triste, agachando su cabeza. Intentó decir algo, abriendo su boca para hablar, pero no lo hizo, porque sabía que se demoraría demasiado en decir una oración completa, así que simplemente apuntó hacia su velador, en donde, dentro del cajón, estaba su diario.

HoWon se acercó hasta el mueble y sacó el cuaderno de pasta verde de su interior, mirando luego a su pareja.

"La últi-ma pági-na... léela"

El más alto asintió y buscó la hoja que decía DongWoo, enfocando su vista en la letra poco prolija y descuidada del mayor.

Su corazón se estrujó, hace un par de años no era así, era pulcra y muy hermosa.

Todo era por la maldita enfermedad.

HoWon se obligó a desechar esos pensamientos y se dedicó a leer lo que decía el diario de Jang.

"No entiendo por qué tengo que seguir yendo al médico, jamás muestro mejoría, y no es como si pudiera curarme, tampoco.

¿Por qué tengo que ir si a fin de cuentas terminaré muriendo?

Esto es estúpido, solo causo problemas, no sé porqué Hoya sigue conmigo, solo sufriremos los dos, porque no hay caso conmigo.

Lo mejor sería que muriera ¿verdad?"

Y a HoWon se le partió el corazón, porque jamás creyó que su siempre animado Dino pensara así de él mismo.

¿Dónde había quedado su felicidad? ¿Aquella sonrisa que iluminaba sus días?

Y Lee lo supo.

Desde que Jang había sido diagnosticado que el brillo de sus ojos se había perdido.

Y, lastimosamente, no podía hacer nada para remediarlo.








Hey, Munnies.

Volví con esta historia, lamento la demora, pero tengo que tratar esta historia con pinzas para poder escribirla):

Ojalá sus días hayan estado preciosos.

Oh, y no sé si ya lo dije aquí, pero agreguen mi vlog a su biblioteca, ahí avisaré de las actualizaciones y nuevas historias.

Eso. uwu

Les amo un montón, Munnies.~ 💕💕💕💕

Cambio y fuera~~

El hospital || Infinite.Where stories live. Discover now