108.- Propuesta

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Me senté al lado de Tara y observamos como Rosita y Sasha les enseñaban a algunos habitantes de Alexandria como defenderse cuerpo a cuerpo.

— ¿Quién diría que algún día trabajarían juntas? —Tara rió.

—Estoy pensando lo mismo desde que las estoy observando.

— ¿Entrenaras? —Señale el improvisado escenario.

—Creo ¿tu? —Asentí.

—Es hora de volver a mover estos músculos —Ambas reímos.

Me levante y camine hasta quedar a un lado de Rosita que me observo con una sonrisa en el rostro.

— ¿Entrenamos? —Pregunto.

Ambas nos pusimos en posición de pelea mientras tratábamos de aguantarnos las ganas de reírnos.

— ¿Te cansaste de enseñar con tu mejor amiga? —Hice un discreto ademan a Sasha.

—Eres una idiota —Reí.

—Ahora tenemos público —Señale a todas las personas que se iban acumulando alrededor.

—Entonces démosle un show.

Ambas comenzamos a pelear, claramente tratábamos de no golpearnos. Tire una patada en las piernas de Rosita y ella termino cayendo.

— ¡Eso dolió! —Reí mientras estiraba una mano.

—Peleas son peleas querida amiga —Sonreí con inocencia y ella rodo los ojos.

Rosita se levantó y se sacudió la suciedad de los pantalones, levanto su mirada pero se fijó en la persona detrás de mí.

— ¿Qué te parece una pelea entre nosotros? —La voz de Rick sonó más profunda y me mordí el labio.

—Si quieres perder, me parece bien —Lo mire y él rió.

— ¿Eso te hará sonreír? —Se acercó a paso lento.

—Tal vez —Rick tenía una sonrisa pegada en el rostro.

—Entonces si te hace sonreír, me dejare perder.

—No creo que sea necesario que te dejes perder —Mordí mi labio.

— ¡Demasiada tensión sexual! —Abraham grito—, ¡queremos más pelea!

Ambos rodamos los ojos y nos posicionamos para pelear. Rick me miraba con una sonrisa en el rostro, sus golpes nunca llegaban a ningún lado y solía murmurar unos ''te amo'' entre medio de la pelea. Oía como la gente gritaba alentándonos.

— ¡Patéale el maldito trasero ________! —Mi pelirrojo amigo gritaba desde su lugar.

— ¡Gracias por el apoyo! —Rick le respondió y reí.

— ¡Patéale el trasero Rick! —Abraham volvió a gritar.

—Eres un maldito traicionero Ford.

Mi vista se volvió a concentrar en Rick que me dio una mirada rápida antes de emplear la misma técnica que yo había hecho con Rosita. Un golpe en las piernas me hizo caerme pero mi cuerpo no alcanzo a tocar el suelo.

—Pensé que me dejarías ganar, que poco caballero sr. Grimes —Lo mire a los ojos y este sonrió.

—Pensé en darte otra sonrisa.

—No podemos hacerlo aquí Rick —Grimes se sonrojo.

—Eres una sucia.

Reí mientras mordía mi labio, Rick dejo un rápido beso en mis labios para luego concentrarse en observarme.

—Sabes que te amo ¿verdad? —Asentí—, es por eso que me gustaría que nuestra vida se uniera mucho más allá.

— ¿De qué hablas?

—Cásate conmigo —Sonrió mientras mis ojos se llenaban de lágrimas—, casémonos y seamos más felices de lo que ya somos.

Asentí mientras lo abrazaba, Rick me estabilizo y correspondió mi abrazo con fuerza.

— ¡Tendremos boda muchachos! ¡__________ dijo que si! —Abraham comenzó a gritar.

— ¿Todos lo sabían? —Murmuré contra su oído.

—Digamos que Rosita acepto entrenar con Sasha para que no sospecharas.

—Te amo —Musité.

—Yo te amo más —Respondió—, te dije que te haría sonreír.

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Rick Grimes »One-Shots ↪EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora