Rick Grimes »One-Shots ↪EN EDICIÓN

138.- brave

BASADO EN UN MUNDO NO APOCALÍPTICO

(*    *     *)

  ❝Cuesta comprender que nos pasamos media vida 
persiguiendo cosas que nos hacen daño❞  

Sabía que ella llevaba una relación con alguien más, es más, estaba casada hace tres años con uno de mis compañeros de trabajo, pero desde que la vi por primera vez en la fiesta de navidad que realizamos en la casa de Shane no había podido apartar la mirada de ella.

Claro, ese día habíamos tenido algo furtivo en el baño de la casa de mi amigo y ese encuentro lo llevó a otro, otro y otros más hasta ahora. Sabía que no era correcto, lo sabía desde el principio pero estar con ella era como una adicción.

Ahora ella estaba esperando que su esposo terminara de trabajar, ambos tendrían una salida como lo hacían todos los miércoles; de alguna manera él lo hacía para recompensar la ausencia que dejaba durante los otros días. Ella levantó brevemente la mirada del libro que estaba leyendo para dirigirme la mirada, le sonreí mientras ella me correspondía.

—Eh amigo, contrólate —Shane rió mirándome—, su esposo se encuentra justo ahí.

—Lo sé, es solo que... —dudé durante un momento—, ella es tan preciosa.

— ¿Solo eso? Yo creo que estabas pensando en cómo arruinar su salida.

Rodé los ojos y la volví a mirar, ella se había levantado y llevaba en sus manos una copia de un libro de mitología griega. Volvió su vista a mí y sonrió mostrándome el libro, era uno que yo le había regalado tiempo atrás cuando me había contado sobre sus investigaciones para la universidad.

—Si me acerco... ¿crees que él dudará? —pregunté algo inseguro a mi amigo. Shane suspiró y se levantó.

—Diez minutos.

— ¿Qué?

—Ese es el tiempo que te doy mientras lo distraigo. Ahora ve —Shane me empujó y comencé a caminar rápidamente —. ¡Eh Rogers!

Cuando pasé a su lado toqué levemente su mano, ella se estremeció ante el tacto.

—Sígueme —susurré.

Ambos entramos a una sala que se encontraba vacía, la apoyé levemente en la puerta para besarla, un gemido se escapó de sus labios cuando toqué su brazo, me separé levemente y volví a tocar donde le había dolido.

— ¿Qué sucede? —miré su rostro pero ella había bajado la mirada como si estuviera avergonzada.

—No pasa nada —sonrió levemente, paso una mano por mi rostro.

—Hey, sé que te sucede algo...

Ella se volvió a alejar.

—No pasa nada Rick, estoy bien. Nos vemos mañana —dejo un casto beso en mis labios y se marchó dejándome solo.

(*   *   *)

—Estoy seguro que le sucede algo, Shane...

—Tal vez solo tuvo un mal día amigo.

—Le toqué el brazo y gimió —Shane alzó una ceja, estaba a punto de molestarme—, como si le doliera.

—Oh...

Mordí mi labio antes de decir lo que estaba dudando hace días.

— ¿Y si la golpea?

Shane levantó la mirada y se quedó en silencio.