4

35 8 2
                                    

El profesor entró por la puerta de forma rápida y segura, sabiendo a la perfección lo que nos quería enseñar en esa clase

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


El profesor entró por la puerta de forma rápida y segura, sabiendo a la perfección lo que nos quería enseñar en esa clase.

- abrid el libro por la página 153- dictó alegremente.- hoy hablaremos... ¡de los experimentos con propulsión a partir de líquidos!

Amaba los experimentos y todo lo que tuviera relación con el mundo científico.
Mi profesor se llamaba Davis, y no era especialmente joven, aunque tenía el espíritu de un alegre niño.
Abrí el libro por la página indicada y en lo primero que se fijaron mis ojos fue en un dibujo que explicaba como los líquidos a presión podían levantar cosas bastante pesadas.La lección estaba unida por nombres muy extraños, pero no me preocupaba, ya que mi profesor te encajaba la lección en la mente con chistes y palabras similares a las que tenías que estudiar. Davis era un gran profesor, e incluso mi padre estaba de acuerdo.
Cuando la clase terminó, el profesor me frenó dándome una palmadita en el hombro izquierdo.

- Brianda, el profesor de biología...

- ¿el Sr. Mitchell?

- sí.- suspiró - Brianda, está preocupado por tí, dice que en su última clase estuviste bastante distraída.

Yo intenté hecharle valor para preguntar por qué el Sr. Mitchell le había encargado a él la tarea de hablar conmigo.

-Y...¿por qué me lo dice usted?

- porque sé que tu y yo no tenemos ningún problema, y porque eres una gran alumna, y me extraña que estés distraída. ¿qué te pasa? ¿hay problemas en casa?

Yo torcí un poco la boca.

- no. Todo está igual. Es solo... Que, las cosas están cambiando... Muy rápido. Pronto iré a la universidad y... No sé qué voy a hacer.

Él rió.

- estarás bien.- me dijo.

Sonó de nuevo el timbre. Empezaba el descanso intermedio.

- vé- me dijo.

Yo me despedí de él con una sonrisa.
Salí a las pistas del instituto, y miré hacia el parking. Mi bonito coche gris recién lavado resaltaba por su brillo. Entonces fue cuando me acordé de que tenía mi bloc de dibujo en la mochila, asique decidí encerrarme en mi coche y ponerme a dibujar hasta que acabara el descanso.
Pero, como no, en el momento en el que respaldé mi cuerpo en el asiento de cuero, volví a mi dimensión.

«El cielo no estaba tan nublado como los dos días anteriores, posé mi mirada en las escasas nubes, y ví cuatro amarillos soles que hacían resplandecer los pocos edificios que quedaban en pie. Mientras tanto, en el lado sombrío estaba todo como siempre: Oscuro.
Intenté visualizar a Lorraine, estaba sentada en una roca a la entrada de una de las múltiples cuevas que había en ese lugar.
La diferencia de fronteras de ese mundo era espectacular: por un lado, estaba el lado claro, con sus alucinantes coches, sus calles futuristas y sus enormes edificios verdosos como la esmeralda; unos edificios que ahora estaban en ruinas. 
Luego, por otro lado, estaba el lado negro, oscuro y rocoso, lleno de cuevas y en el que solo había un alto castillo color gris, también con un aire modernista.

La reina de la oscuridad estaba sentada junto a otro hombre aún más joven que Lyle. Este chico tenía el pelo corto, rubio y desordenado; y unos ojos pequeños y negros, con unas largas pestañas.

- Lorraine, siento decirte que Lyle no ha vuelto aún, y las tropas de tierra no han logrado encontrarle.- dijo el muchacho.

- Nestor, querido, eres joven y guapo. No quisieras que tu vida acabara hoy.- respondió la mujer llevándose una mano a la frente y hechando un suspiro.

Él negó con la cabeza, y se quedó quieto, esperando una respuesta de su señora.
Lorraine, mientras tanto, le miró, esperando que continuara su búsqueda, sin obtener resultado.

- ¡vamos!- le gritó.

Yo dirijí la mirada al lado claro, buscando a la joven chica de pelo casi blanco, que ardía por vengar a su gente. La encontré escondida en una ruina, sentada en una especie de bordillo, hablando con un chico... ¡un chico con una armadura negra! ¿la chica que tanto me había inspirado sin ni siquiera conocerla estaba hablando con alguien del otro lado?
Al chico solo se le veía la espalda, y una larga melena cobriza que le llegaba a la altura de los... Espera. ¿ese muchacho era Lyle? ¿qué hacía él lejos del clan sombrío? Seguía con su armadura negra y sus alucinantes botas puestas. Mientras tanto, ella seguía llevando su armadura plateada y sus maiots de cuero blanco, con su larga trenza de espiga recogida entre su cuello y su hombro izquierdo.

- tu plan es muy complicado, Vitality.  Lorraine no dejará caer la dimensión así como así. Además, necesitamos más gente.- dijo Lyle

Ella asentía con una expresión triste.

- lo sé. Pero conozco mi mundo, y conozco a su gente, y sé que cuando se vean obligados a luchar, lo harán solos o con nosotros.- dijo convencida.

Él soltó una carcajada en forma de suspiro sarcástico.

- ya deberían haberse visto obligados. Incluso debieron preocuparse antes de que pasara, cuando las cosas en esta dimensión empezaron a torcerse.

Acto seguido, Lyle se levantó, y Vitality detrás suya. Él se plantó en frente de la chica y la acarició sus hombros, ocultos debajo de la plateada y brillante armadura.

- debo irme. Lorraine estará a punto de matar a alguien.

- yo creo que no le queda más gente a la que matar.- dijo ella.

Él soltó los hombros de la muchacha y le dió la espalda, mientras marchaba escondiéndose entre las ruinas que daban de frente al clan sombrío.
Yo sentí curiosidad por saber qué le diría Lyle a Lorraine, y mi vista se dirijió a la zona oscura, cuya reina se quemaba en el fuego de la furia al ver que ninguno de sus súbditos lograba encontrar a ese caballero, que, por algún motivo, tan importante era para ella.

Al cabo de unos quince minutos, el chico logró pasar de un lado a otro, y la terrible mujer de pelo negro, nada más verle, le cojió de un brazo y tiró de él hasta la puerta del enorme y moderno castillo que hacía resaltar su reino.

- ¿dónde has estado?- preguntó a gritos.

Lyle soltó una risotada nerviosa.

- Lo-Lorraine... He...- se aclaró la garganta- he estado aquí mismo.

Ella rió.

- mientes. Las tropas de tierra se han pateado todo el reino en busca tuya, y no has aparecido hasta ahora.- ella agitó la cabeza- Lyle... ¡sabes que salir de aquí está prohibido!

- ¡no he salido de aquí!

Ella se dió la vuelta y se marchó.

- no me importa, mientras no vuelvas a salir- dijo mientras caminaba- sabes que eres importante, y te arriesgas a que te maten o a poner en peligro nuestro plan.

Lyle la siguió y la agarró de la mano.

- Lorraine, sé lo que hago. Te prometo que no he salido de aquí.- dijo con voz melosa.

Ella lo miró a los ojos y acarició su rostro con el dedo índice y el dedo corazón.

- confío en tí. Pero... NO VUELVAS A SALIR.- dijo casi en un susurro.

Poco después se abrieron los portones del castillo y Lorraine entró en él, a la vez que las puertas se volvían a cerrar a sus espaldas. 
Mientras tanto, en la lejanía, Vitality se llevó la mano al corazón, soltando un suspiro de alivio.»

MENTAL: THE WORLD ©    #2doPuestocienciaficciónUpAwardsWhere stories live. Discover now