IV

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—¡Lo tengo!— En la orilla del río se escucharon los gritos de emoción del menor de todos que había atrapado por primera vez un pez.

—wow Jisung, es enorme— Aunque las palabras fueron exageradas, era un espécimen del tamaño perfecto para cocinar su propia comida.

Había sido una muy buena idea el ir a pescar a la orilla del río que se encontraba a tan solo unos metros del lugar donde se alojaban, tenían como propuesta cocinar lo que sus manos atrapen y el menor parecía tener la habilidad de atrapar a los peces con tan solo su caña de pescar. Uno tras otros fueron llenando el balde con distintas clases de peces que podrían cocinar, la tarea parecía más fácil cuando lo habían pensado.
Los tres mayores intentaron por unos minutos prender el fuego por su cuenta sin conseguirlo totalmente, mientras que el la hora de la comida se aproximaban aún intentaban crear ese elemento esencial para la cocina.

—¡Me rindo!— Exclamó Jaemin de tan solo observar como el viento volvía a apagar las pocas llamas que habían podido crear.

—Tengo una idea— Los presentes observaron al muchacho expectantes de sus palabras—Llamemos a alguno de los hyungs—

—Mark, nos dijiste que no traigamos nuestros celulares— Chenle le recordó al mayor sobre su "fantástica" idea de vivir una tarde en la naturaleza.

—Somos un desastre— El pelirrojo se echó sobre la arena cansado y hambriento.

—Debería ir alguno a buscar algún teléfono y marcar a Yuta Hyung, seguro el sabe— Los seis restantes asintieron a la idea de Jeno.

—Iré yo— El menor se levantó y sacudió la arena que estaba en su ropa por haber estado sentado en ella por mucho tiempo. Ninguno se negó a su idea, el camino no era tan largo y no había muchas personas al rededor.

—Chenle ve con él— Jeno sonrió divertido al ver el rostro sorprendido del chino, ninguno entendía porque de repente los menores estaban incómodos entre sí desde la noche pasada. Lee decidido a ayudar a su pequeño amigo tenia un plan en su cabeza y el primer paso era que estén solos, también que no estuvieran presentes para poder hablar con los demás. Por otro lado Chenle quería morirse de la vergüenza que sentía, aún no se animaba a hablarle a su menor ¿Cómo mirarlo después del beso? No sabía que Jisung lo odiaba por aquello o que sentía realmente, su cabeza estaba confundida había actuado por instinto y fue lo primero que se le pasó por la cabeza en aquel entonces.

—El puede ir solo Jeno— Enfrentó al mayor, porque Chenle sabía las segundas intenciones del otro. El mayor quedó en silencio sin saber que decir en ese momento, miro al lado suyo y con sus ojos suplicó a Mark que lo ayudara siendo él el mayor.

—Ninguno de nosotros debería andar solo, ve con Jisung— Jeno sonrió victorioso por las palabras del mayor.

Sin muchos ánimos el chino siguió a su mejor amigo desde atrás, el camino fue silencioso y algo incómodo para ambos ¿Cómo romper la tensión en esa situación? Ambos metidos en sus mundos, pensando que decir, que hacer, como actuar después de aquello. Alguno debía tomar la iniciativa o intentar olvidarlo, pero ninguno podía hacerlo ¿Cómo olvidar el momento mágico? Era algo que simplemente no podían permitirse. Chenle llamo la atención del segundo con su dulce voz, tarareando la canción favorita de ambos. Jisung se dio la vuelta al escucharlo, encontrándose con la sonrisa particular de Chenle, esa por la que podría llegar a jurar que se estaba enamorando. Suspiró, al final no podía ignorar a su mejor amigo y siguió con el la canción.

—Zhong Jisung— Soltó de repente el extranjero. El menor rió sonoro, hace tiempo había dejado de jugar a eso. Hace tiempo habían intercambio sus apellidos a modo de broma— Suena bonito ¿No es así?—

—Suena mejor Park Chenle— Ambos rieron, extrañaron escuchar sus risas mezcladas a la del otro, cuando se convertían en un solo sonido.

—¿Quieres hablar sobre lo de anoche?— Dijo casi en un susurro, por obligación a decirlo y con la intención de no ser escuchado realmente. El otro quiso responder, pero al alzar su vista ya estaban en la casa.

Sin más que decir llamaron al mayor que conocían por ser uno de los amigos de Mark que iba a los últimos años en la escuela, aún no sabían cómo podían llevarse tan bien con esa diferencia de edades. Yuta les pregunto cómo lo habían hecho y se hecho a reír, los chicos habían estado haciendo todo mal, después de algunas bromas y unas inmensas ganas de querer matar a los demás por inútiles entendieron como debían hacer. Jisung apretó el botón de cortar la llamada una vez entendido todo para ir con los Hyung, pero un brazo detuvo su andar cuando se dirigió a la puerta del lugar.

—¿Que sucede?— Intento seguir hablando, intento respirar, intento que su latido volviera a la realidad. Pero la mirada fija de Chenle congelo todo su ser, se perdió en la laguna que ocultaban los ojos del otro. Sentía que el extranjero podía ver a través de sus ojos y leía sus pensamientos, tenía miedo, de pensar en algo indebido que el otro lo escuchara. Era ridículo pero esa sensación ahí estaba, quiso volver a hablar. Volvió a sentir la presión conocida sobre sus labios en un nuevo beso, esta vez siendo más largo el contacto.
Llevo su diestra hasta el cuello del mayor para atraerlo más a él y no despegar sus labios, movió sus labios dando a entender que quería esto, quería sentir esa calidez, esa magia que sentía cuando sus labios eran atrapados por los de Chenle. ¿Era un sueño? Se repetía una y otra vez el chino con sus labios temblando con miedos, juro sentir algo cálido sobre sus labios que pedían permiso. Con algo de duda abrió su boca dándole paso a la traviesa lengua de Jisung ¿Era posible sentir tantas cosas en un solo segundo? Se separaron con sus mejillas enrojecidas y con miradas confusas, se habían dejado llevar.

—Vamos que nos esperan— Chenle expreso evitando hablar, ahora, sobre un nuevo beso y mucho más significativo que el tonto contacto de labios de la noche atrás.

Ninguno volvió a repetir palabra durante el regreso hasta donde los demás estaban, solo se miraban de reojo y reían avergonzados cuando sus miradas se encontraban de casualidad. Era una mezcla entre duda, terror, fascinación, vergüenza, y algo parecido a un amor que crecía, algo que ya estaba antes ahí y ahora solo sabía crecer cada vez más dentro de ellos. Al regresar encontraron al resto con la comida en marcha y casi lista para ser servida, Chenle miró a Jeno y lo recordó, una vez le había dicho que todos los años se iba con su padre a un bosque y pasaban tres días a convivir con la naturaleza. Miro al chico de la sonrisa juguetona y se acercó a él.

—¿Que sucede pequeño?— Le Pregunto con falsa inocencia.

—Tu sabías prender fuego—

—Si, pero me había olvidado y después lo recordé— Sonrió como un niño pequeño que hace una travesura y no quiere ser reprochado.

—¿Que tramas?—

—Chenle, eres un gran amigo— Apoyo su mano en el hombro ajeno y miro a la dirección del dueño del gran porcentaje de sus pensamientos—Si yo no puedo conseguir el amor, haré que tú si—

—¿Yo? ¿Amor? ¿Por quien?— Rió nervioso, el no estaba interesado en ninguna persona ni mucho menos enamorado ¿O si?

—¿¡Te gusta él!?— Exclamó llamando la atención de todos y las miradas a ambos no tardaron en llegar.

—¡Jeno!—

—Me lo vas a agradecer— Dijo por lo bajo.

—¿Que cosa?— Los ojos del más grande se movieron señalando a unos ojos que los miraba, Jisung no apartaba su vista de los dos. Intentaba descubrir de quien estaban hablando, es decir, lo había besado dos veces, pero eso solo podía ser solo un juego o tal vez una práctica. Pero ahí estaban todas esas esperanzas.

Primer amor |Chensung|Onde histórias criam vida. Descubra agora