Extra

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Jisung estaba nervioso, muy nervioso y aún faltaban unas dos horas para que Chenle regresara de la Universidad. Observó el reloj por sexta vez en los últimos minutos, aún preocupado de perderse en las nubes y no poder ir a buscar a su novio.

Su madre le sonrió, dándole el apoyo necesario. No había sido fácil hablarlo con los padres, pero ahí estaban a punto de pedirle un gran paso a su novio. "Chenle lo vale" pensaba para darse ánimos una y otra vez.

Indicó con su mano el lugar donde debía ir la mesa de luz, sabía que a Chenle le gustaba dormir a la izquierda o eso le decía cuando se quedaban en su casa, así que debía estar de ese lado. De esa forma sería más fácil apagar la alarma, su novio era el primero en levantarse sin falta, ni una sola vez en toda su relación había podido despertar antes. Ni siquiera cuando quiso sorprenderlo en su último cumpleaños cuando  durmieron juntos en la casa de su padre. Por suerte su madre había ocultado los regalos que le tenía preparado, aunque fue un desastre cuando no podían encontrarlos y su madre no contesta las incesantes llamadas.

Volvió a suspirar y acomodó su cabello con estrés. Solo debía pedirle a su novio mudarse juntos, rogaba a los cielos que Chenle diga que si. Ya había llevado todas sus cosas al departamento por el que había estado ahorrando en secreto. Teniendo a sus padres como confidentes y a sus amigos como cómplices.

Chenle no tenía ni idea de lo que estaba por suceder y todo lo que tenía preparado. Chenle no tenía ni idea de lo mucho que Jisung estaba transpirando en ese momento.

—Va a estar bien Jisung. Ni que fueras a pedirle matrimonio— Jisung mordió su labio. Su idea principal era ese, pero en ese país sería difícil. Primero debía ahorrar mucho más para poder pagar los pasajes de avión, tal vez también pagar por unas vacaciones y hacer la boda y la luna de miel en el mismo lugar. Debía buscar el lugar perfecto para eso.

—Lo sé Mark. Solo espero que diga que si—

—No tendrá otra opción, toda su ropa está aquí— todos rieron con complicidad. Las pertenencias de Chenle estaban, en su mayoría, ahora en el lugar que pronto esperaba llamar hogar.

—¿Estás seguro que hoy sale a las cinco y media?— Volvió a preguntar, en momentos como estos dudaba hasta de saber qué día era. No podía evitar que sus piernas temblaran. La última vez que se había sentido así de nervioso, Chenle lo guiaba con notas por toda la escuela.

—Jisung. Es tu novio, tú sabes sus horarios mejor que nadie— En esos momentos dudaba de su capacidad de respirar.

—Hoy es Martes ¿Verdad?— Una afirmación general se escuchó en todo el departamento. Ya estaban hartos de las preguntas de Jisung. El chico prefirió sentarse en el sofá que ya estaba acomodado, así no sería de mucha ayuda, necesitaba calmarse por el bien de todos.

Cuando por fin pudo hacerlo, luego de tomar muchos vasos de agua para calmar su respiración y poder levantar cualquier caja, la mudanza ya había terminado y era hora de ir a buscar a su novio a la universidad.

En ese momento quería vomitar de los nervios, lo estaban comiendo por dentro y sintió como la bilis subía a su garganta. Trago fuerte una vez más y se dirigió hasta su coche, listo para ir a buscarlo. No sin antes mandarle un mensaje a Chenle de que él iría a buscarlo esa tarde, no debía dejar que se tomara un autobús y fuera a la casa de sus padres.

“Debes calmarte Park Jisung, todo saldrá bien. Si actúas raro se dará cuenta de todo y descubrirá la sorpresa”

Se repetía mientras apagaba el motor de su coche, mientras abría la puerta, mientras Salía del coche y tomaba fuertes bocanadas en el capot, esperando a que Chenle saliera del edificio.

Cualquier preocupación se esfumó cuando lo observó salir con su ropa toda desecha de tantas horas estudiando, su bolso colgando de una manga y esa sonrisa que le mostraba lo feliz que era de verlo esperarlo fuera. No dudo en recibirlo en un abrazo, frente a todos, sin secretos la universidad entera conocía a la pareja que se saludaba en la entrada. Con un suave beso, tal vez un poco más largo de lo que debería.

—¿Por qué estás tan cariñoso?— Chenle rió cuando Jisung le abrió la puerta de su coche para que entrara.

“Calmate Jisung o se dará cuenta”

—Nada en especial— Solto indiferente.

Jisung condujo en silencio por el camino que siempre recorrían para ir a la casa de Chenle. Con la diferencia, de que doblo unas cuadras antes y entro por un camino desconocido para el mayor entre los dos. El cual lo observó curioso.

—¿A dónde vamos Jisung?— Preguntó curioso. No recordaba nunca haber ido hacia ese lado de la ciudad. Comenzaba a asustarse —¿Mi amor? ¿ A dónde me llevas?— Al pasar por un semáforo en rojo, el coche freno.

Jisung lo observó a los ojos, tomando una de sus manos. Envolviendola con la suya, al fin le dijo lo que venía dando vueltas en su cabeza todo el mes, desde el día que recibió la llave del departamento.

—Vamos a casa. A nuestra casa—

Su novio tardó en procesar la información, hasta que arrancó el coche. Chenle pego un grito que lo hizo girarse a mirarlo.

—¿A qué te refieres? ¿Me estás pidiendo que vivamos juntos?—

El menor freno su automóvil frente a un edificio con departamentos, mostrándole dos llaves, una para cada uno. Chenle arrebato la suya y la observó, ambos llaveros tenían las iniciales. Chenle rió, eran las iniciales del collar de su primer aniversario como amigos y ahora colgaban de las llaves de la casa donde vivirían juntos.

—No puedes decir que no. Ya están todas tus casas dentro de nuestro departamento— Jisung bromeó. Intentando romper el extenso silencio.

—Aun así nunca te diría que no— Lo miró a los ojos —Te amo—

—Te amo mucho más—

Y sellaron ese acuerdo de vivir juntos con un beso, sentados en lo que ahora sería el medio de transporte de los dos. Frente a la puerta de la casa, de la casa de los dos.

Espero aún recuerden el fic! Aaah!! Había prometido un extra y aquí está. Espero les guste esta pequeña historia de cómo terminaron viviendo juntos.

Primer amor |Chensung|Where stories live. Discover now