Primer amor |Chensung|

IX

—No pienso usar eso— Hablo el menor de los dos, observando cómo Chenle le sonreía mientras les mostraba dos zapatillas del mismo color.

—Me prometiste que compraríamos algo de pareja y nada te gusta— El extranjero hizo un puchero con sus labios, estirando el inferior hacia afuera. Dejo en su lugar las zapatillas y se dió la vuelta para suspirar. Sabía que si no llegaban esa noche compartiendo alguna de esas cosas tontas, Jeno se pondría triste y era lo menos que quería hacer. Sabía he el mayor veía en ellos el amor que él no podía conseguir, de alguna manera se lo quería pagar.

—Ya te lo dije, no necesitamos de estas cosas para demostrar que somos pareja— Al terminar aquella última palabra, Jisung se tornó rojo por la vergüenza y los nervios. "Pareja" era tan surrealista para ambos.

—Jeno quería vernos esta noche con algo de pareja— camino despacio hasta afuera de la zapatería para ver si encontraba otra cosa, ya había intentado con un abrigo, unas camisetas, unos pañuelos, hasta una miserable pulsera, nada convencía al menor de ambos. Arrastró sus pies cansado, se giró al notar que el otro no lo seguía.

—¡Encontré algo!— Apuntó hasta un puesto donde se encontraban gorras de muestra, Jisung lo sujeto de la mano y lo arrastró hasta aquel lugar. Con los ojos brillantes y una sonrisa amplia, lo dirigió hasta donde se mostraban dos gorras del mismo color. Una de ellas decía "King" y la otra "Queen". Se miraron unos segundos, dudosos.

—¡Yo soy el rey!— Exclamaron al mismo tiempo.

—Jovencitos ¿Necesitan ayuda?— Una mujer joven se les acerco al ver el alboroto que habían armado en un segundo, porque ninguno quería ser la reina del otro.

—El no quiere ser mi reina— Bufo el menor, como si estuviera hablando sobre un chocolate que el otro no quiere compartirle. La mujer los miró curiosa, no entendía sobre que estaba hablando.

—Q-que queríamos c-comprar unas gorras de, de p-areja— Su rostro estaba totalmente colorado, le daba vergüenza decirle a aquella señora lo que estaban buscando y más al saber que Jisung no ayudaba en la elección. El no sería la princesa, de eso estaba seguro.

—¿Para sus novias?— Ambos se miraron tímidos, Jisung fue el que rompió el silencio intenso que se había formado.

—Para nosotros dos—

—Oh. Ya entendí— Soltó una risa nerviosa, avergonzada por su error —Pueden comprar estas dos que son iguales, pero el dibujo cambia—

—No— Negó rápidamente el menor— Queremos las de pareja—

—Jisung— Tomo la mano del nombrado para calmar el capricho de su, ahora, novio. —Esas están bien—

—Si quieren, el de "Queen" la puede usar— Trato de solucionar el problema la vendedora. Se aclaró la garganta con incomodidad— Ya saben, el que va debajo— Ambos la miraron y se miraron buscando la respuesta a esa idea.

—¿El que va debajo?— se animó a preguntar Chenle.

—L-lo siento. Olviden eso—

—Esta bien, yo usaré el de Queen esta noche y para la próxima— Sonrió al mirar a su chico a los ojos— La usarás tu—

—Por ti, claro—

La tarde paso entre risas y pequeños besos robados, tímidos y torpes, explorando los primeros terrenos del amor. Cada vez que daban un paso juntos, daban un paso al misterio de compartir sus días con el otro, un amor joven y sincero, inmaduro y curioso, un amor que busca crecer de a poco, uno ciego y dispuesto al riesgo. La hora en la que sus amigos tenían planeado reunirse había llegado, el par de chicos llegaba hasta la puerta de la casa de Renjun. Jisung con su sonrisa orgullosa y su gorra con un resplandeciente "King" por delante, mientras que el chico que sostenía su mano agachaba su cabeza, tímido y su gorra al revés, nervioso de las reacciones de sus amigos cuando lean la palabra "Queen". Tocaron el timbre y la sonrisa de Jeno los recibió.

—¿Qué tal su cita?— El trío entro en la casa, hablando sobre su día y las anécdotas que creían que eran graciosas, aquellas que habían hecho que su primera cita fuera perfecta desde cualquier punto de vista.

—Entonces volvió a repetir "no pienso usarlo"— Todos rieron mientras terminaban de acomodar la gran sorpresa para el chico que cumplía años, el pelo naranja se había esforzado en prepararle una fiesta sorpresa y no quería que nada lo arruinara.

—¿Y entonces compraron o no algo de pareja?— Pregunto un poco decepcionado Jaeno, no les había visto compartiendo alguna prenda y eso hacía que su corazón doliera de alguna forma.

—Si. Mira— Le mostró a los chicos que colocaban los vasos sobre una mesa para los invitados que no tardarían en llegar. Las manos del mayor la sujetaron y la mostraron. La carcajada que soltó Jeno hizo que Chenle se le pusieran los pelos de punta, seguramente conocía que detrás de un "King" hay una "Queen".

—Entonces ¿Chenle?— Los ojos curiosos fueron hasta el donde se la quitó y reveló la palabra con letras blancas sobre su gorra negra. Las risas no tardaron en llegar, a la vez que unos gritos de felicidad de por fin hacerlo oficial.

—Será el mejor regalo para Donghyuk— Aseguró el chico de sonrisa amplia.

—Dejen a la pareja feliz en paz, debemos apresurarnos que los invitados empezarán a llegar— El dueño de casa indico los últimos detalles para que aquella fiesta sea perfecta.

Faltaban pocos minutos para que la hora en la que Renjun había citado a Donghyuk a su casa, estaban todos nervioso, el ambiente en el lugar estaba lleno de expectativas y nervios, esperando la llegada del cumpleañero. El timbre sonó a la vez que Renjun recibía un mensaje, sus labios articularon un "Es haechan" indicando así que cada persona tome su lugar acordado para la sorpresa.
El chino abrió la puerta de casa con una mano que temblaba exageradamente y la voz del pelirrojo no tardó en llegar.

—¿Porque tan oscuro?— La risa de ambos retumbó en las paredes, los demás esperaban la señal en silencio.

—Es que te tengo un regalo—

—¿Vas a besarme en lo oscuro?— Chenle reprimió una carcajada por las respuestas descaradas del otro. —Oye ¿Están tus padres? No voy a hacer nada si están ellos acá—

—Donghyuk, cierra la maldita boca—

—Ya sabes cómo cerrarla— Mark bufo, estaba detrás del sofá junto a ellos que esperaban las "palabras mágicas" para salir de ahí.

—Como no pare, me levanto y lo callo de un golpe— Susurro el mayor a su lado

—Hace unos días querías cerrarle la boca de otra forma— reprochó Jeno desde el otro lado. Ambos se miraron y parecían estar discutiendo con sus ojos.

—Ya hablamos sobre esto—

—Hagan silencio— Sentenció al final el chico en el medio de ellos —Solo esperen la señal— Entre la oscuridad y la espera de las tan deseadas palabras, los chicos ocultos estaban ansiosos por salir de sus escondites y así empezar con la fiesta.

—Donghyuk espera— Volvieron su atención al par de jóvenes que estaban aún en la puerta—Tengo que decirte algo— Esa era su señal, los invitados y los amigos del pelirrojo salieron de sus lugares para gritar todos juntos "Sorpresa" y desearle felicidades a Haechan quien llevaba sus manos a su boca, no esperaba que una fiesta estaba esperando para el.

—¿De quién fue la idea?— pregunto el cumpleañero con sus ojos aún emocionados, sin dejar a dudas que estaba feliz por la fiesta.

—De todos nosotros— Renjun contestó avergonzado, los sonidos de quejas no tardaron en llegar. El extranjero solo pudo sonreír por lo bajo.

—Renjun preparo todo, nosotros solo lo ayudamos— Le sonrió al chico. Mala idea. Se había olvidado de un detalle, su gorra estaba de frente y la palabra sobre ella resaltaba sobre su cabeza, reflejada en los ojos traviesos de Donghyuk. Entendió rápidamente aquella carcajada cuando los otros ojos viajaron hasta Jisung.

—Diablos. Le debo dinero a Jaemin—

La noche recién empezaba, al igual que su relación. Les esperaba días que recorrer, les esperaba mucho que aprender. Un amor dispuesto a recorrer el camino juntos, explorando paso a paso los dilemas que el destino y el futuro los esperaba.