¿POR QUÉ TÚ? [Bendy x tu] Bendy And The Ink Machine

Cap. 18

NARRA _______:

Agh... Bendy es tan... ¿desesperante? Es... Me confunde...

Caminaba sin rumbo por los infinitos pasillos del estudio hasta que me topé con la oficina de Joey...

¿Por qué seguía intacta? Entre.

Mire por todas partes y tome una silla del suelo, la levante y la azote contra el escritorio una y otra vez hasta que ambos se destruyeron por completo solo para desahogar mi ira.

- ¡¿DÓNDE ESTAS MALDITO IMBECIL?! – grite arrojando los restos de madera contra la pared - ¡¿DÓNDE?! ¡QUIERO ESTRANGULARTE CON MIS PROPIAS MANOS HASTA QUE ME SUPLIQUES PERDON!

Duré un largo tiempo enfocada en destruir todo lo que había ahí, rugiendo llena de rabia hasta que vi algo en el suelo que llamo mi atención.

-Una... ¿fotografía? – la tomé entre mis manos y sacudí el polvo.

Eran ambos, Joey y Henry. Cerré los ojos intentando contener la increíble furia que estaba corriendo por mis venas en ese momento, pero no lo pude evitar.

- ¡OJALÁ Y SE MUERAN LOS DOS! – chille y me deje caer al suelo de rodillas – Ojalá... y... sufran... quiero que... que sufran... - agregue con la voz entrecortada. Observe de nuevo la fotografía, me dispuse a romperla, pero no lo hice, simplemente la doble por la mitad y la guarde en un bolsillo.

"La... lala... la la la..." escuche de pronto. Comencé a seguir la voz que cantaba, di vuelta en varias ocasiones y abrí millones de puertas sin resultado siguiendo la voz que no se detenía... hasta que me encontré con Sammy.

Comencé a espiarlo observándolo sin que me viera.

Se veía concentrado construyendo algo... Eso era... ¿una especie de altar?

Había un dibujo mío ahí, pero de mi como era antes. Había flores, muchas flores ¿de dónde las habría sacado? Eran hermosas. Me daban ganas de tomarlas.

El saco una grabadora.

- ______ es una diosa bondadosa...- dijo él. - No quiere ver sangre derramada como mi antigua deidad... yo... le entregare mi vida a ella. La adoro. Mi deseo más grande es complacerla con lo que pueda. Soy su discípulo. La amo y hare lo que sea por ella. - con eso termino la grabación y encendió una vela.

Me quede muda al escucharlo, retrocedí, pero eso hizo que hiciera ruido. El levanto la vista.

-¿_______?

-Sam...my...- solté de repente tartamudeando, el esbozo una sonrisa y lo sabía por qué aquella fea mascara no la utilizaba más, se acercó a tomar mi mano y la beso, se arrodillo ante mí y me entrego una de las flores que traía consigo. La tome cuidadosamente y la mire fascinada. - Woow... gracias...- era sencillamente hermosa.

-Es tal y como Henry la describió... - suspiro con un aire fascinado sin atreverse a levantar la vista para mirarme a los ojos.

- ¿Eh?

-Él dijo que usted amaba las flores.

-El...

-Joey, mi jefe, mi amigo... mi colega...

-Joey ¿eh? – recordé como el me llenaba de regalos cuando solo vivíamos ambos en el edificio, también me daba flores - ¡Oh! Ya... ya veo...- me sentí algo incomoda de verlo arrodillado ante mí. Cuando me disponía a decirle que se levantara lo escuche comenzar a llorar. Se desplomo en el suelo cubriéndose el rostro. - ¿Q... que te sucede? – le pregunte muy confundida.

-Yo... yo... ¡Yo debería morir! ¡Asesíneme! Es lo que merezco... - añadió comenzando a llorar y cubriéndose el rostro con sus sucias manos.

- ¿P... porque lo dices? - dije sentándome frente suyo.

-Yo... intenté asesinarla... yo la tuve cautiva... yo quise usarla como ofrenda... la convertí en un inútil humano... y eso... eso no tiene perdón... ninguna de mis acciones podrá remendar mi error... por favor sacrifíqueme. – termino diciendo entregándome un arma blanca.

-Te estas disculpando...- alcance a decir casi muda de la sorpresa ignorando el cuchillo - N...nadie había hecho eso antes conmigo...

-Por favor no me haga sufrir más sabiendo de mi asquerosa existencia en este mundo. Alguien como yo no merece pisar el mismo suelo que usted. Mi señora.

-Pero no puedo hacer eso...

- ¿Cómo...? ¡Usted es tan bondadosa! - dejo caer su cabeza en mi regazo llorando sin parar. - ¡Dejar vivir a este cuerpo corrompido! ¡Es un acto hermoso!

-Vaya... g... gracias... - respondí llevándome la mano a la nuca.

-Ofrézcame sus bendiciones... - lo tome por el mentón para que de una vez por todas me mirara a los ojos.

Podía leer ese éxtasis en su mirada, esa emoción, ese... amor en sus ojos al verme. Duramos varios minutos observándonos mutuamente sin decir una palabra hasta que irrumpí el silencio.

-Gracias por disculparte, te perdono, fueron solo errores que ya remendaste.

- ¡Como puede ser tan perfecta! - se cubrió los ojos con las manos. - Le agradezco tanto su existencia...- al escucharlo decir eso me incliné hacia él y lo atraje hacia mi abrazándolo fuertemente.

-Tu jamás merecerás morir...- le dije.

-M...me est...ta tocando...- al escucharlo decir eso sentí como perdía el control de su cuerpo, se hizo más pesado, su cabeza cayo apoyándose en mi hombro y su cuerpo unido al mío. Se había desmayado.

Lo arrastré hasta hacerlo recargarse debajo de su altar y me senté a su lado.

-Ojalá te hubiera visto antes, no hable contigo nunca antes de que muriera, Joey me asesino sin que hubiera podido conocer a nadie más. Te recuerdo, pero son recuerdos muy borrosos, ¿Dónde estabas? Joey... en ese entonces tenía como tu edad. Por tanto, tiempo estuvimos ambos solos en todo el estudio...- sentí lagrimas ya corriendo por mis mejillas y las limpié. - Y luego se deshizo de mi de esa manera tan cruel... por un momento pensé que todos los humanos serian así, pero tú eres diferente. - apoye mi cabeza en su hombro. - Gracias por decir eso...

Era obvio que no me escuchaba, pero me gustaba el solo hecho de sentir su presencia. El... se quedaría aquí para siempre... conmigo... él no me traicionaría, no nos traicionaría a nadie. Jamás se iría, lo necesito, no se lo permitiría, no le permitiría dejarme, él también me necesita.

-Sammy... - susurre a su oído – Tu jamás te iras de aquí ¿cierto?

No respondió. Pero no tiene alternativa.