El día del cumpleaños de Louis había llegado.
Harry lo despertó con centenares de besos en su rostro que le provocaban cosquillas.
-Feliz cumpleaños mi amor. -Murmuró por milésima vez dejando un beso en sus labios.-
-Gracias... -Fue lo único que pudo susurrar con las mejillas teñidas de un color carmín.-
(...)
Louis nunca se había imaginado que, al ser un príncipe heredero al trono, necesitaba hacer rituales y ofrendas a los dioses incluso el día de su cumpleaños.
-¿Es necesario? -Pregunto encendiendo las velas frente a Artemisa.-
-Si amor, es simplemente protocolo. -Respondió Harry a su lado.- Es todo lo que tienes que hacer. Luego, en la noche, soplaras las velas y listo. -Louis asintió, dejando de lado el pequeño fósforo que había usado para encender las velas.-
-Me sigue pareciendo extraño. -Louis frunció el ceño.- Aún no he visto a nadie, ¿Dónde están los reyes, Gemma y Set?
-No lo sé. Mis padres dijeron que iban a ver unos asuntos en la calle del comercio, y Gemma y Set no me dijeron nada de que se iban a ir. -Harry se encogió de hombros.- No importa, es mejor, tenemos un tiempito para nosotros solos.
-En realidad no estamos solos. -Respondió Louis con diversión posando una mano en su vientre que se encontraba levemente hinchado, casi imperceptible a simple vista.-
-Tienes razón, pero mi pequeño solcito aún no es consciente de nada. -Dijo el rizado posando de igual manera su mano en el vientre del castaño.-
Louis siempre pensaba que todo era un sueño. Un bello sueño que uno tiene después de una buena taza de leche tibia y un beso de buenas noches en la frente.
No podía creer que en tan sólo un año su vida había cambiado radicalmente. De un momento a otro paso de ser un joven de 17 años que pasaba su día a día encerrado en sus aposentos simplemente dibujando o disfrutando de la soledad a ser el príncipe heredero al trono y, que además, llevaba en su interior un hijo o hija del futuro rey.
Todo parecía tan irreal.
-Oye, ¿En que piensas tanto? -Harry lo saco de sus pensamientos con un beso en su mejilla.-
-En nada...
(...)
En la noche, tal y como Anne había dicho, en la sala del trono celebrando el cumpleaños de Louis sólo se encontraban pocas personas.
Tan sólo se encontraban 15 personas en el lugar contando a las 4 ciervas que trabajaban allí y que se encargaban de atender a los invitados.
A Louis le habían hecho diferentes tipos de regalos. Desde pulseras, anillos y demás joyas hasta un pequeño gatito bebé. Cortesía de Alexander.
-¡No lo puedo creer! -Chillo Louis tomando el pequeño animal entre sus brazos.- Alex eres el mejor.
El castaño se puso de pie y abrazo por los hombros al rubio.
-Me alegro que te haya gustado. -Alexander sonrió de manera infantil.-
-Mira. -Louis volteo con la cría en sus manos y se la enseño a Harry.- Me lo regaló Alexander, ¿No es hermoso?
-Ese gato tiene cara de enojado. -Harry miraba fijamente al animal con el ceño fruncido.- A ver... -Murmuró estirando sus brazos esperando que Louis le diera el gatito.-
Cuidadosamente y con cariño Louis dejo al gato en las manos de Harry.
El príncipe lo miró durante unos segundos y luego lo posó a la altura de sus ojos.
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"The Kings" {L.S} [M-PREG]
FanfictionHistoria originalmente mía, no se permiten adaptaciones sin mi consentimiento... Saludos a la people de Zona Larry :D