"The Kings" {L.S} [M-PREG]

Capítulo 30

Un año después las cosas habían cambiado para mejor.

Louis y Harry se encontraban en su mejor momento en cuanto a relación se trataba.

Cumpliendo su segundo aniversario de casados y con un precioso hijo bien educado su vida parecía resuelta.

No necesitaban nada mas, la compañía que se ofrecían los tres era suficiente para querer mantenerse así toda su vida.

El reino se mantenía siempre de la misma forma, Grecia seguía siendo el reino más poderoso y todos estaban orgullosos de eso.

No se permitía el ingreso de nadie al palacio sin una profunda revisión previa.

En cuanto Otis comenzó a caminar y a desplazarse curiosamente por todas partes, la seguridad se reforzó por orden de los reyes.

Anne y Des hacían todo lo posible para poder pasar más tiempo con su nieto, pero parecía que cada vez era más difícil poder hacerlo.

Entonces comenzaron a considerar una posibilidad.

(...)

Louis se encontraba casi completamente dormido, su cabeza reposaba tranquilamente en el pecho del príncipe mientras esté le acariciaba con delicadeza el cabello.

Si le hubiesen dado unos minutos más Louis definitivamente se hubiese dormido, sin embargo, su pequeña burbuja de paz se vio interrumpida cuando Otis entro a los gritos a los aposentos.

Automáticamente los sentidos de ambos se pusieron alerta.

-¿Qué sucede Otis? -Pregunto Harry enderezandose rápidamente.-

-Hidee no quiere llevarme a pasear. -Hidee era una de las nodrizas de Otis.-

-¿Te dijo porque? -Pregunto Louis frunciendo el ceño.-

-Dijo que se sentía mal. -Respondió débilmente, aun no lograba articular del todo bien las palabras.-

-Bueno... -Harry se puso.- ¿Quieres ir a pasear conmigo?

-Solo si papi viene. -Otis se tallo un ojo, signo de que tenia sueño.-

-Está bien, vamos. -Louis acepto solo por el hecho de que si no lo hacía, Otis comenzaría con un berrinche que terminaría con él dormido durante un par de horas y luego, en la noche, despierto hasta la madrugada.-

(...)

Cuando volvían de regreso Harry decidió que era buena idea pasar por la calle del comercio y comprar unos regalos para su hijo y su esposo.

El príncipe divisó a lo lejos el puesto de joyas en el que le compro la pulsera a Louis hace tiempo.

Aunque había pasado tiempo de eso sus pulseras seguían intactas y a día de hoy seguían usándolas.

Harry pensó que seria buena idea ir a ver su mercancía, después de todo, valían la pena y realmente eran de buena calidad.

-¿Ves ese hombre? -Pregunto mientras se iban acercando. Louis asintió.- Bueno, es el creador de estas maravillosas pulseras. -Dijo levantando su mano y enseñándole su pulsera a Louis.-

-Hace un gran trabajo. -Louis fijo su vista en la pulsera que él mismo llevaba.-

Una vez que estuvieron cerca Harry comenzó a buscar algo para regalarle a su esposo.

La pulsera quedo a la vista del hombre, quien sonrió de lado.

-¿Cómo olvidar al príncipe y su maravillosa elección respecto a las pulseras de zafiros y esmeraldas? -Fue su forma de saludar.- ¿Cómo ha estado príncipe? Desde aquella vez no volví a verlo.