Tenias que ser tu (EMISON)

Capitulo 3.

Capítulo 3

El sol comenzaba a colarse por las persianas de la ventana que por una razón desconocidas las chicas decidieron dejar abierta, era un poco temprano y más para las 5 que decidieron dormir muy tarde a la madrugada.

Spencer y Aria fueron las primeras en despertar, pero se les fue imposible no despertar a Hanna al encontrarse con el cuadro más raro y a la vez lindo que jamás vieron en esas dos que le mostraban ese mismo momento, encontrar a Emily y Alison abrazadas mientras dormían era algo que sucede cada... bueno que no sucede nunca.

-Hanna, Hanna despierta -la sacudida Aria.

-deja dormir aria -dijo Hanna pegándole con una almohada.

-pero mira, es que no vas a querer perderte esto -le insistía

- ¡¿Qué?¡ -Grito y Aria le tapó la boca y le señalo. -Pásame el teléfono... -le pidió.

- ¿Qué? ¿Para que? -Preguntaba Spencer.

-Para llamar al presidente y decirle que alargue las vacaciones... -decía riendo -Para tomarles fotos... ¿ustedes creen que esto pasara de nuevo?

-Como es que se odian, pero transmiten amor sin siquiera hacer nada más que dormir... -Preguntaba Aria.

- "lo esencial es invisible a los ojos" -susurro Spencer.

- ¿Eh? -dijo Hanna confundida.

-Que lo más importante para el ser humano cuando aprende es ver lo importante en lo que no vemos sino en lo que sentimos o percibimos en el sentimiento de los demás.

-Spencer cuando será el día que no sepas algo... -Decía Hanna.

-Pero es verdad, las miras y esas dos se detestan, pero no se dan cuenta que con una mirada que se dan se dicen de todo... y no cosas malas. -Decía Aria.

-A ustedes les han contado porque de un momento a otro dejaron de hablarse bien ¿No? -preguntaba Spencer y las demás negaban.

-Yo quiero saber, y Alison jamás suelta lo que paso -Dijo Hanna tirándose a la cama de nuevo.

- ¿Quieren café? -preguntaba Spencer saliendo de la cama.

-Yo si. -Dijo Hanna siguiéndola, y al parecer Aria también le apetecía; salió tras las chicas hacia la cocina.

-

Alison fue la primera en despertar entre ella y Emily, un respiro profundo para saber completamente que el aroma que la acompañaba era el de Emily, siempre usaba una loción para dormir así que lo tenía más que conocido por la mayor cantidad de veces que todas acostumbraban a dormir juntas en la casa de cualquiera de ellas.

Volvió a respirar e inconscientemente una sonrisa se dibujó en su rostro, se atrevió a abrir sus ojos por completo y darse cuenta de la manera en la que estaba con la morena, y otra sonrisa se mostró en su rostro. ¿Por qué negarse a si misma que le gustaba estar así? ¿Por qué no aceptar que lo que realmente pasaba era que quería a Emily?

Emily era sin dudas una de las mejores personas que conoció en su vida, le encantaba cada gesto que hacía por los demás, la manera que se preocupaba porque todos estén bien, y que, aunque ella sea quien peor la traten en cada momento difícil que tienen, la morena hace lo posible de olvidar un poco lo que paso aquel día para ser un apoyo para la rubia, entonces ¿Cómo no la iba a querer?, después que Alison fue capaz de hacerla sentir lo peor aquel día en la sala de cambios después de su clase de gimnasia... después de dejarla en ridículo frente a ella, de romper su corazón cuando Emily con ella solo mostraba sinceridad y amor, como era posible que no se atreviera a mostrar que la quería en serio.

Simple, Miedo.

Se sentó, se acomodó y siguió mirando, desvió su mirada a la ventana y pensaba en tantas cosas y se veía y sentía tan estúpida.

-Hola. -escucho la voz de Emily.

-Dios, me asustaste. -dijo Alison. -Hola.

- ¿Somos las únicas aquí? -decía Em. - ¿Dónde están las demás?

-me he despertado apenas, no soy adivina para saber dónde está todo el mundo.

-No puedes ser amable al menos en la mañana... es muy temprano para discutir.

-Es...

-Buen día -entro Hanna corriendo. -Em, Ali... Spencer ha preparado desayuno.

-Perfecto porque muero de hambre. -Dijo Em colocándose de pie para ir al baño -bajo en un momento.

-

Todas en la mesa animadas hablando, y Hanna tenía una sonrisa maliciosa.

- ¿Ustedes creen en los milagros? -preguntaba Hanna sacando su móvil.

-Ahora que pasa Hanna -Pregunto Ali tomando de su jugo.

-Esta mañana ocurrió uno -Dijo Aria sabiendo a lo que Hanna iba.

-Y yo fui testigo. -Decía Spencer.

-Ya cuenten. -Dijo Em recogiendo los platos de todas.

-Mejor que contar... es mostrar. -Dijo colocando su teléfono en la mesa con la foto de Alison y Emily abrazadas.

-Sabes que odio que me tomen fotos dormida Hanna -Se quejó Emily.

-Aquí lo que importa es como dormías... -decía riendo Spencer.

-Bien que les encanta estar pegadas. -Decía Hanna abrazando a Aria que la tenía al lado. -Mostrémosle como estaban... -El timbre fue el que interrumpió lo que sea que harían ese par de locas y la que decidió atender fue Ali, quería alejarse de la locura.

-Señora Fields. Hola. -Le saludo Ali con una sonrisa, que al instante se desvaneció cuando vio en la madre de Emily que algo no estaba bien. - ¿Se encuentra bien? -pregunto y la otra negó, temía que al hablar explotara en llanto.

- ¿Emily? -se atrevió a decir.

-Está en la cocina, ¿quiere entrar y esperarla?

-Gracias. -Entro junto a Ali y siguieron a la sala.

-

-En serio un día de estos deberías robarle un beso -Escuchó Alison a Hanna.

-Emily... tu mamá está en la sala -Dijo Alison. -No está bien así que ve rápido.

-Gracias -Dijo y salió de la cocina.

-Emily. -fue todo lo que dijo su mamá.

-Mama. ¿Qué pasa? – inquirió Em.

-Es tu papá. -dijo ahora sollozando.