Recuerdos

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¿Cómo puedes hablar de amor si estás llena de odio?

¿Cómo puedes hablar de amor si estás llena de odio?

¿Cómo puedes hablar de amor si estás llena de odio?

Simón despertó empapado de sudor, soltó un suspiro mientras frotaba su cara, era la tercera vez este mes que tenía el mismo sueño. Miró la hora en su teléfono, eran las 4:35am. Suspiró nuevamente sabiendo que no recuperaría el sueño. Se levantó de la cama cuidando de no hacer ningún ruido que pudiera despertar a Nico o Pedro y fue a la cocina a servirse un poco de agua.

Simón recuerda haber leído que los sueños repetitivos son causados por el subconsciente cada vez que esté trata de decir algo. Pero éste no era un sueño, era un recuerdo. Su última conversación con Ambar, la última vez que vio a la rubia seis meses atrás. Si cerraba los ojos todavía podía ver las lágrimas en sus ojos cuando le rogó que confiará en ella, le dijo que lo necesitaba y que no podía seguir sin él.

Todos los días se preguntaba si había sido el causante de la desaparición de la rubia, si él hubiera decidido arriesgarse y confiar en ella una vez más, ¿Qué tanto hubiera cambiado todo?

Era sorprendente cómo todos habían continuado con sus vidas como si ella nunca hubiera existido, había veces en las que pensaba que la rubia había sido producto de su imaginación, pero algo siempre terminaba recordándole que ella era real; alguien que usaba el mismo perfume, que tenía una sonrisa similar o qué pedía su batido favorito. Esos pequeños detalles que parecían siempre volver para atormentarlo.

Consideró por un momento llamar a Luna, la mexicana había sido uno de sus pilares durante esos últimos meses y sabía que a ella no le importaría la hora, pero lo descartó rápidamente al recordar que la morena había tenido un día pesado ayer en los tribunales con el caso de Sharon.

Todavía no podía creer que Luna en realidad era Sol Benson, era sorprendente lo pequeño que era el mundo. La morena recordó todo su pasado en la final del Rodafest en Cancún.

Sharon al descubrir que Luna y el señor Alfredo se habían reunido huyó, todos pensaron que Ambar había desaparecido con su madrina, pero cuando Sharon fue atrapada unas semanas atrás en Francia y extraditada a Argentina todos se llevaron una sorpresa al descubrir que Ambar nunca había estado con ella y la mujer confesó no saber nada de su paradero.

Al escuchar esto el señor Alfredo contrató un investigador privado encargado de buscar a la rubia, pero hasta ahora no había tenido resultados. Luna le contó lo mucho que el señor Alfredo se había encariñado con Ambar, y según ella, para él la rubia era una nieta más. Simón se froto la frente mientras sentía un dolor de cabeza venir.

¿Dónde estás, Ambar Smith?

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La alarma la despertó como todas las mañanas a las 6 am, la rubia se estiró mientras salía de la cama.

Con pereza comenzó arreglarse para ir al colegio, era la última semana de clases en su último año. Después de esta semana tenía el verano para pensar en su futuro; la idea realmente no la atraía, todavía no estaba segura de que carrera debería tomar y las inscripciones de la universidad comenzaban dentro de poco, no podía perder mucho tiempo.

-Ambar, él desayuno ya está listo- gritó su mamá, sacándola de sus pensamientos, tomó su bolso rápidamente y bajó las escaleras.

Al entrar a la cocina encontró un plato de tostadas francesas esperándola con un vaso de jugo. Su estómago sonó por el hambre.

-Buenos días- Saludo la rubia mientras se sentaba en la mesa.

-Buenos días, mi amor. ¿Cómo dormiste?- le contestó su madre con una sonrisa mientras apagaba la hornilla de cocina y se sentaba en la silla de su frente.

Ambar todavía no se acostumbraba al hecho de tener a alguien quién la tratara tan bien. En estos seis meses no podía recordar ni una sola vez en la que está mujer, su madre biológica, la hubiera tratado mal, quizás se debía al hecho de que ella buscaba recuperar todo el tiempo perdido. Todavía no había podido abrirse del todo con ella y estaba al tanto que esté hecho le dolía pero nunca la había presionado, y Ambar no podía evitar sentirse agradecida por eso.

-Todo bien, llegue tan cansada del trabajo que apenas me bañé, me quedé dormida-le contestó la rubia mientras untaba un poco de mermelada en su tostada.

-Qué bueno, ¿Hoy te toca turno en la tarde, verdad?-le preguntó su mamá mientras se servía un poco de jugo.

-Si, el gerente de la tienda decidió cambiarme al turno de la tarde al ver que la tienda estaba casi vacía en la noche- le contestó después de una mordida, la verdad era un alivio para ella, siempre se sentía asustada al salir del trabajo a las 12 de la noche. La zona en la que trabaja es bastante segura y transitada a esa hora pero nunca estaba de más un poco de precaución.

-Es un alivio, nunca podía estar tranquila hasta que llegabas a casa, por cierto ya te prepare el almuerzo- le contestó mientras se levantaba y traía el empaque con su almuerzo.

-Gracias, ya me voy, no quiero llegar tarde- le contestó mientras se levantaba apurada y tomaba el empaque, su mamá aprovecho y le dio un abrazo, Ambar al sentir los brazos de su mamá rodearla se tensó automáticamente, para luego de unos momentos pudo relajarse y devolver el gesto. Siempre se tensaba cuando recibía estos gestos sin importar el número de veces que los recibiera, afortunadamente con el tiempo había mejorado y ahora era capaz de relajarse y devolver el gesto.

-Chao mamá, té veo luego-le dijo Ambar al terminar el abrazo. Su mamá le acarició la mejilla y se despidió de ella.

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Holaaaaa, esta es una historia que lleva tiempo en mi cabeza. Después de que Ambar le ruega a Simón, todo es distinto, en esta versión ella no hace planes con Sharon o se une con los Sliders.

Catch me (If you can) (Terminada)Where stories live. Discover now