Miedos

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-¿Que está haciendo usted acá?-Pregunto Ambar tan pronto como vio a su ex entrenadora detenerse frente a ella; al comienzo pensó que había sido una alucinación pero conforme la mujer se acercaba a la barra, Ambar se dio cuenta de Juliana realmente estaba en el café.

La rubia evito a la pelinegra tanto como pudo en su visita al Roller pero probablemente eso no había sido suficientemente para la entrenadora del equipo de patinaje y ahora venía a prohibirle la entrada al Roller después del incidente de Martin y Simón.

-Vine a hablar contigo, si es posible-Contestó tranquilamente la entrenadora del Roller. Juliana no había cambiado nada. Su presencia era tan imponente como Ambar recordaba. La rubia considero por un momento contestarle con algo entre las líneas  "ni aunque quisiera" y "ni que fuera la última persona en el planeta" pero la imagen de su madre apareció en su mente recordándole lo decepcionada que estaría si era maleducada con la pelinegra.

-Lo siento pero estoy trabajando-Finalmente contestó la rubia mirándola a los ojos. Juliana abrió su boca pero la cerró nuevamente al ver a Mariana, una compañera de trabajo, acercándose a donde se encontraban ellas.

-Ambar puedes ir, yo puedo cubrirte-Dijo Mariana sonriendo. Ambar nunca maldijo su suerte tanto como en ese momento, ella estaba segura de que Mariana solo trataba de ayudarla, después de todo ella siempre fue amable con la rubia durante su entrenamiento en el café.

Juliana le sonrió a Mariana y luego miró a Ambar con una mueca de satisfacción. Ambar suspiro mientras se quitaba el mantel. Salió de la barra del café con Juliana siguiendo sus pasos.

-¿En que puedo ayudarle?-Preguntó Ambar cuándo finalmente salieron del café. Juliana la miró detenidamente por unos segundos en los que la rubia sintió que estaba enfrentando su juicio final.

-Necesito que vuelvas al equipo del Roller-Habló finalmente la peli negra. La rubia la miró creyendo que escuchó mal por unos segundos, sin poder procesar lo que salió de la boca de Juliana.

-¿Que dijo?-Fue lo que salió de la boca de Ambar. Juliana rodó los ojos antes de contestarle.

-Luna se lesionó unos días atrás y no puede volver patinar por unos meses, necesitamos un reemplazo tan bueno como ella-Explicó la entrenadora del Roller evaluándola con la mirada.

-No-Fue la respuesta de Ambar. Ni loca pensaba volver al Roller, además tenía meses sin patinar. Juliana no lucía muy sorprendida de su respuesta, es más parecía incluso esperarla.

-Supongo que entonces no me equivoque contigo-Contesto la peli negra con tranquilidad.

-¿De que está hablando?-Pregunto Ambar mientras se cruzaba de brazos. Por algún motivo le molestaba la tranquilidad que mostraba mientras que ella sentía un nudo en su estómago.

-Al decir que no tienes tanto talento como crees-Respondió tranquilamente mientras la miraba a los ojos. Ambar sintió como la indignación recorría su cuerpo. ¿Cómo esta mujer se atrevía a ofenderla si estaba pidiendo su ayuda?

-En ese caso claramente no soy a quién necesita-Contesto Ambar decidiendo que no iba a caer en el juego que Juliana estaba creando. Ambar dio media vuelta dispuesta a volver al café y dejar esa conversación atrás donde pertenecía.

-No se que pasó esos meses atrás, Ambar-dijo la entrenadora de Roller haciendo que la rubia se detuviera -Pero si se que debes dejar de huir- Concluyó Juliana. Ambar sintió el nudo en su estómago crecer al escuchar las palabras de la pelinegra y recordó la voz de Simón diciéndole "no vas a poder esconderte toda la vida"

-No estoy huyendo Juliana- Contestó Ambar dando media vuelta para mirar nuevamente a Juliana, le molesto lo débil que sonó su voz. Juliana soltó una leve risa y se acercó lentamente a ella.

-Yo también huí una vez. Los fantasmas siempre te alcanzan, Ambar. Nada bueno termina de eso- Dijo Juliana mirándola a los ojos, puso la mano que no sostenía su bastón en su hombro apretándolo levemente luego dejó caer su mano y continuó caminando dejando a Ambar sola con sus pensamientos.

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-Entonces ¿ya estás en el equipo del Roller?- Fue el saludo de Matteo cuando Ambar contestó su celular. Ambar soltó un suspiro sabiendo que era cuestión de tiempo antes de que italiano interviniera.

-Matteo...-Comenzó Ambar sintiéndose cansada de todo. Fue interrumpida por Matteo.

-Juliana nos dijo que hablo contigo, que solo queda esperar por tu decisión. Así que te esperamos el lunes a la misma hora  ¿verdad?-La voz de Matteo sonaba tan segura, el estaba tan confiado de que ella volvería al Roller.

-Matteo no voy volver al equipo del Roller- Contestó Ambar tratando de sonar segura de su decisión a pesar de no sentirse así.

-Ambar, evitar a Simón no va a servir de nada-Ambar contuvo la respiración al oír el nombre de Simón -Yo estaré ahí para protegerte del mexicano si es necesario- La rubia sintió como parte de su corazón se derretía al oír las palabras del italiano.

-Gracias pero no será necesario, yo me puedo cuidar sola y eso lo sabes-Contestó Ambar confiada de si misma.

-¿Entonces...?-Pregunto Matteo.

-Matteo hace mucho tiempo que no patino, ¿qué pasa si en realidad he perdido la técnica? Además tendría que volver a convivir con los chicos, quizás no me odien pero tampoco estoy en su lista de favoritos-

-Sabes lo que creo, que estoy oyendo excusas. Excusas para justificar tu miedo, Ambar. ¿A que le tienes miedo?-Matteo definitivamente no había pedido el toque, con unas cuantas frases dio directo al clavo.

La rubia recordaba como era cuando estaba en el equipo del Roller: fría y solitaria. No estaba segura de poder evitar volver a caer en viejos hábitos.

-Matteo...-

-No te obligaré a hablar de ello si no quieres, pero sé lo fuerte que eres-La interrumpió Matteo al oír los nervios en su voz -Y yo estaré ahí contigo en cada decisión que tomes-Los ojos de Ambar estaban llenos de lágrimas y la rubia agradeció que el italiano no pudiera verla.

-Gracias, Matteo-Fue lo único que salió de los labios de la rubia. El italiano soltó una leve risa.

-Prego, bellezza-Respondió en su idioma de origen.

Catch me (If you can) (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora