Las dos caras de la moneda

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Jazmín todavía no podía entender como Ambar en cuestión de días había logrado recuperar todo lo que había perdido: su puesto en el equipo de patinaje, la amistad de los chicos, popularidad y a Simón.

El karma no debía existir porqué de ser así Ambar no habría recuperado todo mientras que ella ahora se encontraba sola. La rubia la había herido tanto y jugado con los sentimientos de Simón.

Jazmín sabía que merecía algo mejor ¿así qué por que todo lo bueno parecía pasarle a Ambar? Ella decidió que las cosas no se quedarían así, Ambar tenía que pagar por sus acciones.

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-Hey guapo ¿estás libre?- Preguntó Ambar mientras entraba a los lockers después de terminar el ensayo del equipo. Simón solo sonrió al oír el apodo de la rubia mientras se levantaba de silla y la estrechaba entre sus brazos.

Se sentía tan bien tenerla en sus brazos, poder mirar sus ojos cuando meses atrás solo podía conformase con recuerdos.

-En realidad voy a visitar a Luna. ¿Quieres venir conmigo?-Preguntó suavemente el mexicano sin soltarla. Al oír sus palabras el rostro de ella se tornó pensativo y se mantuvo en silencio por unos segundos.

-Sabes...no he puesto un pie en la mansión desde que me fui. Mi abuelo siempre ha querido que vaya allá pero nunca he encontrado la fuerza...demasiados fantasmas y malos recuerdos-Explicó Ambar suavemente mientras tomaba una de las manos de chico entre las suyas y las miraba fijamente. Simón se encontraba en silencio absorbiendo cada una de las palabras de la rubia.

-Pero... quizás ya sea el momento de enfrentarlos-La chica mordió su labio nerviosa por lo que iba a decir, alzó su mirada y se encontró con los ojos de Simón.

-Creó puedo hacerlo si estás a mi lado- Susurro suavemente. Simón sintió como su corazón se aceleró al oír las palabras de la rubia, beso una de sus manos y luego beso su coronilla.

-Siempre que me quieras a tu lado estaré ahí-Susurró a su oído mientras la abrazaba. Ambar sonrió contra el pecho del chico.

-Gracias Simón- Dijo Ambar mientras alzaba la mirada sin soltarse de los brazos del chico.

-De nada bonita-Respondió él antes de juntar sus labios contra los de ella.

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La mansión no había cambiado en lo absoluto pensó Ambar mientras miraba la fachada del que una vez fue su hogar.

Simón no había soltado su mano durante todo el camino y la verdad es que ella lo agradecía inmediatamente. Caminaron hacia la puerta y el mexicano tocó el timbre.

-Simón-Saludo Monica con una sonrisa al abrir la puerta, la madre Luna al notar su presencia abrió los ojos y parpadeó rápidamente.

-Ambar-Susurró suavemente. La rubia sintió como sus nervios volvían y apretó la mano de Simón.

-Hola Monica-Saludo Ambar suavemente. La mujer se recuperó al oír la voz de Ambar y los invitó a pasar. Ambar sintió un escalofrío al entrar a la mansión. Todo lucía exactamente igual.

-¿Está el señor Alfredo?-Preguntó Simón mirando a la mamá de Luna. Monica abrió su boca para responder pero fue interrumpida.

Catch me (If you can) (Terminada)Where stories live. Discover now